Les presento la segunda parte de Antíguo Amor (Por si no lo leyeron vayan a verlo).
Seguimos la vida de esta pareja que el destino se empeña en poner a prueba.
Lillian tendrá que afrontar un nuevo dolor pero está vez estará acompañada de nuevas per...
“ No sabes como necesito tu voz; necesito tus miradas aquellas palabras que siempre me llenaban, necesito tu paz interior; necesito la luz de tus labios
¡¡¡ Ya no puedo seguir así !!! Ya No puedo.
Mi mente no quiere pensar, no puede pensar nada más que en ti. Necesito la flor de tus manos aquella paciencia de todos tus actos con aquella justicia que me inspiras para lo que siempre fue mi espina mi fuente de vida se ha secado con la fuerza del olvido... me estoy quemando; aquello que necesito ya lo he encontrado pero aun... ¡¡¡Te sigo extrañando!!! ”
Lo que necesito de ti. Mario Benedetti.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Había pasado una semana exacta desde que ocurrió aquel vergonzoso encuentro, tanto las brujas como los lobos trataban de no encontrarse tan seguido para evitar recordar esa noche. Claro esta, Alex fue la primera en sugerir borrarles la memoria pero eso sería romper con el trato de no lastimarlos.
Lillian por su lado no quería dejar de visitar a Emily solo por el accidente de los chicos. Obviamente, se debieron disculpar al día siguiente, aún con la pena y la vergüenza reflejadas en sus rostros.
A pesar del incidente del arroyo esos días fueron de gran alegría para el aquelarre, aunque en el interior de Lili aún se sentía vacía, estaba agradecida con sus hermanas por ayudarla pero el dolor no se desvanecía. En las noches se podía escuchar sus sollozos y su suave voz llamando a su amado, los brazos de la pelirroja siempre la rodeaban para darle un poco de confort, algo que ella hubiera deseado tener en su pasado. Lo que había vivido le hacía tener más empatía por la situación de su hermana, pero lo que hizo aquel día junto a su "Líder" la hacía tan culpable como Heather, hacer pasar por lo mismo a Lillian la estaba lastimando por dentro, tanto que no podía guardar más ese secreto.
En la tarde del día siguiente Alex se decidió por confrontar a Heather, aprovechando que sus hermanas salieron a investigar la posible presencia de un vampiro en territorio Quileute se plantó frente a la arcaica bruja.
Heather:— No tengo ganas de hablar conti... Alex:— Es suficiente, ya es hora que le digas la verdad— La voz de la pelirroja era firme y sin intención de retractarse. Heather:— ¿Y quién me obligará a hacerlo?…¿Tú?— Su mirada reflejaba autoridad y algo de burla. Alex:— Lo haré si es necesario, ¿Qué no ves lo dañada que está?, ¿Acaso no la escuchas llorar cada noche?.
Ambas estaban dentro de la cabaña, para su suerte Lillian seguía en la casa de Sam y Emily.
Heather:— Le tomará tiempo pero ese lazo se romperá, ya verás...— Dijo sin darle importancia siguiendo con su lectura. Alex:— ¿Eso crees? — Al no obtener respuesta sintiéndose ignorada lanzó el libro al suelo. Heather:— ¡¿Te volviste loca?! — Se paró de su asiento para ir hacia la pelirroja. Alex:— Tal vez, de otra manera no me explicaría como es que pude aceptar ayudarte en esto. ¡La estamos torturando! ¡¿Y TODO PARA QUÉ?!.— Dijo lo más fuerte que su quebrada voz le permitió — ¡¿Para complacer tu deseo egoísta y llenar el vacío que ella dejo?!. Heather:— ¡No la metas en esto! — Dijo en un grito.
