—¿Puedes oírme?
Arthur es consciente del dolor de cabeza que se iba extendiendo por toda su columna vertebral. Sin embargo, cuando trató de llevar su mano a la parte trasera de su cuello sus manos no reaccionaron; por un segundo su cerebro entra en pánico tratando con todas sus fuerzas en hacer que sus extremidades reaccionen , pero simplemente no puede.
¿ Está muerto?
Tratando de no entrar en pánico intenta respirar, dándose cuenta de que por lo menos puede realizar una acción si problemas; una vez se obliga a calmarse piensa detenidamente: Es un adulto, probablemente esté desorientado por la falta de sueño; es decir, no ha dormido bien debido a las constantes jornadas de trabajo.
Lo último que recuerda es haber discutido sobre la cantidad de experimentos que estaban saliendo mal, que quizás deberían parar, considerando lo que había pasado en la mansión de Ludwig hace un tiempo. Pero, los demás no quisieron escuchar, alegando que él se estaba volviendo demasiado consciente de las cosas.
—Experimento 1159 , ¿puedes escucharme?
—Hey, ¿Quién es el sujeto de prueba?
—Arthur Russo , encargado del área psicológica de los infantes. Estuvo demasiado tiempo evaluando niños y notando cosas, así que, nos permitieron usarlo.
Arthur arrugó la nariz ante el ruido ensordecedor. ¿Experimento? ¿de qué estaban hablando?
—Bien, ¿Arthur puedes oírme? al parecer se dio la orden de que acabaras aquí, así que a partir de ahora serás el experimento 1159, bajo el nombre de Dogday, y trabajarás con los infantes de la playcare.
'¿qué? ¡¿De qué está hablando este tipo?! ¡esperen! Él no iba decir nada, ¿qué carajos hicieron?'
¿Dog-
¿Dogday?
—¡Dogday!
El hombre regresó en si, escuchando a uno de los trabajadores que comenzaba a impacientarse. —En serio, no sé por qué tengo que lidiar con este montón de juguetes. — La mujer, ¿Sharon? Llevó una mano a su frente para luego suspirar. Sin darse cuenta de que él la estaba observando. —Dogday, tengo bastante tiempo llamándote, y al parecer no quieres hacer caso. Hasta hiciste que uno de los huérfanos comenzara a llorar.—
Él simplemente la ve, entrecerrando los ojos en un gesto de indiferencia, la mujer parece refunfuñar ante esto, pero le resta importancia yéndose a su oficina y dejando al experimento solo.
¿Cuánto tiempo llevaba aquí? Bueno, en esta forma. Quién iba a pensar que luego de 9 años trabajando en esta fábrica iba a acabar en este estado, simplemente por comentar que todo este desorden traería consecuencias psicológicas hacia los infantes y que debían parar.
Sin embargo, la línea de pensamiento miserable se corta al escuchar una vocecita quejumbrosa.
—¿Dogday, estás bien? — Pregunta una de las tantas niñas del lugar , ¿Meredith , Johana ...Ana? Realmente no puede aprenderse tantos nombres, sin mencionar que era imposible tener un seguimiento de los mismos cuando trabajó en las áreas de psicología, pero aún así le sonríe a la chica.
—¡Oye!—Comenta sacudiendo su mano en forma de saludo. La chica parece relajarse ante el saludo amistoso y se permite acercarse a él para abrazar una de sus piernas. —Si, lamento haberme perdido por un tiempo. ¿Dónde están los demás? Pensé que estaba jugando con Craftycorn .
La niña ríe pero luego parece incómoda de repente, Dogday trata de fruncir el ceño de su rostro de peluche , pero solo es capaz de arrugar los bordes de sus ojos. —¿Qué pasa?
—Ah.. Ella y los demás fueron trasladados a la enfermería , no sabía que ustedes podían enfermarse ... Pero los señores de mantenimiento se los llevaron. Una de las niñas que se encontraban en la biblioteca mencionó que se desmayaron por un gas rojo.
Dogday suelta un jadeo de sorpresa ante eso, no recordaba ningún gas o algo que hubiese estado a los alrededores de la Playcare.
—Oh, dijeron que el que hizo eso tenía la misma apariencia de ustedes...pero como un gato.
—¿Qué?
—Si, me hubiese encantado verlo. Pero una de las trabajadoras de la zona de juego nos evacuó. Espero que tus amigos estén bien. Pareces más animado cuando ellos están cerca.
—Oh.
Oh si, luego del desastre del laboratorio había acabado en la zona de juegos junto con otras seis criaturas donde pensó que iban a matarlo. Grata fue su sorpresa que el proceso de adaptación acabara bien. A parte de eso le habían permitido continuar impartiendo sesiones terapéuticas a los niños.
Las cosas no eran tan malas. Pero...
Aún deseaba salir, volver con su familia. Pero eso ya no iba poder ser, considerando el hecho de que su familia moriría de un infarto por su nuevo aspecto. Así que se limitó a tratar de llenar el vacío con los niños que jugaban tranquilamente con él.
—Ya veo... asegúrate de tener cuidado y ve a dormir. Ya es tarde.
La chica asintió levantándose. —Buenas noches, Dogday — El canino asintió viendo como se alejaba.
Ahora , una vez solo, se permitió pensar qué estaba pensando con ese tal experimento.
—Una criatura sonriente ... — Susurró.
Sabía que no era el único experimento hecho en adultos, pero al menos esperaba que no fabricaran más proyectos y así evitar los daños irreparables. Él mismo había entendido por las malas que la fábrica no iba a parar.
—Que desastre.
Sin embargo. Sus pensamientos se distorsionan por un ligero olor de amapola agradable para su olfato. Se sentía en una nube, como si fuese capaz de volar sin problema; por un momento el ex psicólogo se encontró en paz.
Y luego vino la oscuridad.
—
Cuando sus sentidos comienzan a adquirir lucidez lo primero que siente es algo rodeando su cuerpo, lo segundo es que dicho 'algo' lo aprieta más a medida que se mueve para soltarse. Cuando abre los ojos de golpe se encuentra con un pelaje morado y un par de garras presionando la tela de su traje.
—¿Q-qué?
Su respiración se corta de repente al notar como la cola se enrosca más en su cintura, apretando cada vez más la tela haciendo que el peluche se retorciera.
"¿Qué es esto, donde está y qué es esa cosa que lo está reteniendo?"
Sin embargo, no es capaz de pensar más cuando nota algo respirando detrás de su oreja, se siente una ligera cosquilla y Dogday se enoja por estar en una zona olvidada por dios.
Escucha una respiración entrecortada, con una ligera carraspera como si intentara hablar.
Lo último que sintió fue algo húmedo rozando la parte trasera de su cuello.
¿Estaba llorando?
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¿Qué Hiciste? [Catnap/Dogday]
FanfictionSer un psicólogo apesta, y apestaba más en una institución que parecía importarle bien poco el bienestar de un montón de mocosos con obvios problemas que debían ser tratados. Al menos a él si le gustaban los niños, lo suficiente como para alzarse so...