Entrada dos: Un día más, un día menos

3 0 0
                                    

Buenos días querido diario, ¿Cómo dormiste hoy? Seguramente mejor que yo.

Me levanto a las 11 de la mañana, después de posponer la alarma unas cuantas veces.
Hoy me han sacado sangre para mi perfil tiroideo.

No se si realmente nadie me ha tratado amable en mi vida lo que me llegó a causar una fuerte confusión, o simple y sencillamente el enfermero que me sacó sangre encuentra atractivos a los jóvenes demacrados por la vida adulta.

Solo sé que me estuvo sonriendo excesivamente e intentando hacer chistes que tenían casi tan poca gracia como mi vida.
Al final me dio una bandita de las tortugas ninja y me ha dicho que mis resultados estarán para mañana en la tarde.

Ayer le escribí a mi psiquiatra para que me devuelva las pastillas de lorazepam, joder como las extraño.

Y me ha dicho que si, pero que mis padres o mi esposa tendrían que ocuparse de distribuirmelas.

Si si, leyeron bien. ESPOSA.

A mí también me sorprende haber llegado tan lejos en la vida con alguien que pueda soportar todo el desastre que soy.

Ya habrá un capítulo para eso, lo prometo.
De hecho, mi mejor amigo me dio una maravillosa idea.
Una vez por semana voy a hacer un capítulo que hable de alguna de mis más grandes anécdotas trágicas y graciosas (no para mí) que me han sucedido a lo largo de mi existencia terrenal.

Así que se paciente querido diario, que el día aún no se acaba.
Apenas va a ser la una de la tarde y estoy en mi cama sujetando la dichosa botella de vino mezclada con lorazepam desahogandome aquí contigo.

Si alguien llega a leerte, que sepa que le deseo feliz día de la mujer.
Ahora, a beber.

Te escribo más tarde querido diario, todavía quedan bastantes horas por vivir de este día.
Salud.

Bueno, ha sido un día de mierda la verdad.
No tengo muchas ganas de escribir.
Voy a contarte lo más importante de este día querido diario.

Después de acabarme por completo la botella de vino, me quedé dormido.
Me levanté a eso de las seis dela tarde

Lo gracioso es que justo a las seis teníamos una cita con la veterinaria para las dos gatas que tenemos, un simple desparasitante.

Pudimos llegar media hora después sin problema y todo salió bien.
Me llevé un ligero rasguño de una de mis gatas tratando de sostenerla mientras la veterinaria le metía esa porquería amarilla dentro del hocico.

Intenté ser más responsable con mi salud, sin dejar de lado las ganas incontrolables que tengo de beber. Así que me compré un pack de cervezas sin alcohol para poder beberlas mientras jugaba un videojuego con mi esposa.

Otro de mis mejores amigos, que no vive en mi país, me dijo que si podía unirse a jugar.
Estoy completamente seguro que a mí esposa no le pareció buena idea en lo absoluto por su cara, a pesar de que me dijo que no había problema.

Además, el y yo tenemos la costumbre de hablar por llamada mientras jugamos para pasarla mejor.
Le dije a mi esposa si quería unirse pero, no quiso.
Además estoy seguro de que se molestó por sentirse excluida.

Lo sé, mi error.

Ya se que les prometí un día de mierda, pero prefiero hacerles el resumen mañana.
Solamente les diré que, por mucho que yo amo con locura a mi esposa, ella no me quiere en lo más mínimo.

Según sus palabras, sería incapaz de llevarse bien con alguien a quien no le importa y le da asco y agobio 24/7.

Tranquilos, todo tiene su por qué.
Y como algunos pueden adivinar, si, también es mi culpa.

Quería beber otro poco de una nueva botella de vino que compré, pero me duele bastante la cabeza.
Con algo de suerte podré desmayarme rápido.

Mañana aclararé algunas de todas las dudas que debes tener, querido diario.

Por ahora, sueña bien y dale un saludo de mi parte a los monstruos debajo de la cama.
Bona Nite.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 09 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El diario más catastrófico de todos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora