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—no quiero ir Aurora, no conozco a nadie— digo a través del teléfono, mientras mi amiga me insiste en que la acompañe a la fiesta de cumpleaños de su hermano —a parte hace mucho calor— pongo otra excusa
—eso no importa Adriana, si hace falta te persigo con un ventilador toda la noche. Encima si conoces a alguien, a mí, a mi hermano y a Fer- — corté su frase antes de que dijera ese nombre, no me apetecé escucharlo
—no digas su nombre, es como si no existiera. No pienso cruzar ni una palabra con el— digo antes de que ella acabe su frase
Fermín. El único rubio que me vuelve loca, tanto para bien como para mal. Normalmente discutíamos cada dos por tres, por absolutamente todo. Siempre encuentra algo para hacerme enfadar, pero a veces, cuando con solo esa mirada que me pone ya se lo que piensa, es imposible resistirme a el.
Por mucho que los dos sabemos que nos tenemos ganas, ninguno hace más que lanzar miradas.
—pero vamos a ver, ahora porque te has peleado con el?— pregunta
—por que me respondió una historia diciéndome que me quedaron mal las uñas, ni que me las pagara el— Fermín siempre me podía hacer enfadar con cualquier cosa...
Después de una larga conversación, Aurora me convenció de ir al cumpleaños de Pablo. Saco el vestido morado oscuro del armario y lo coloco sobre la cama. Después de una ducha rápida, volví a mi habitación y me sequé el pelo rápidamente. Pocos minutos después el teléfono vibra y veo como la pantalla se ilumina, leo el mensaje que me acaba de llegar de Aurora, es la dirección.
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cuando llegué a casa de Gavi toqué el timbre y unos segundos después me abre el cumpleañero.
—Adrianaa— dice alargando la "a" —había perdido la fé en que vendrías- dice haciéndose a un lado para dejarme pasar
—pues no Pablo, aquí estoy— suelto una risa —ah, por si te me pierdes en la fiesta, FELICIDADES PABLITOO. Te quiero mucho eh- digo gritando y alargando la "o" mientras le doy un abrazo.
Conocí a Aurora y a Gavi cuando era pequeña, cuando ellos se mudaron a Barcelona. Allí también conocí a Fermín.
—gracias Adri, yo también te quiero— dice Pablo
Entramos a la gran sala, donde ya había gente, pero aún faltaba mucha gente por llegar. Lo primero que mis ojos logran ver es a Fermin sentado en el gran sofá, vestido completamente de negro y mirándome fijamente a los ojos. Nuestras miradas chocan por unos segundos, pero al instante desvío la mirada hacia un lado divisando a Aurora, por lo que me acerco a ella.
—Adrii, por fin llegas— dice mi amiga —mira estos son los amigos de Gavi— dice antes de señalar a cada uno —el es Pedri, el Alejandro, el João, el Ferrán y bueno a Fermín ya lo conoces— dice señalando al ultimo. Saludo uno por uno a todos los recién presentados y le digo mi nombre. —ven, siéntate— Auro se mueve hacia un lado dejándome un espacio. Me ha dejado el espacio justo al lado de Fermín, la miro y veo como me lanza una mirada pícara a lo que yo, sin decir nada, solo rodeo los ojos y me siento.
Hablo con mi amiga un rato hasta que se levanta y se va al baño dejándome sola, yo sin saber que hacer enciendo mi teléfono y me pongo a ver Instagram. Justo me sale una foto de Gavi cuando una mano me quita el móvil de las mías. Giro un poco mi cabeza y puedo distinguir a Fermín con mi teléfono en las manos.
—que haces?!— le pregunto mirandolo mal
—no has venido aquí a estar navegando por Instagram, socializa un poco, no?— dice el rubio, respondo chistando los dientes y le intento quitar mi teléfono, el rápidamente se lo guarda en el bolsillo del pantalón.
