Cap. 1 ✧

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No me siento orgullosa de lo que hice. Ni siquiera sé como haré para llegar a recuperarme algún día de ello. Solo sé que jamás olvidaré su tacto. El de ninguna de las dos. De nuevo, mis emociones me manipularon y me llevaron por mal camino.

***

Nunca había llegado tan lejos con alguien. He tenido varias parejas, pero, a pesar de que suelo tener pensamientos vulgares, no pensaba que iba a llegar a hacer algo realmente serio hasta una edad bastante grande. Sin embargo, tengo 16 años, y mi novia me está besando el abdomen mientras yo no dejo de suspirar su nombre y de estremecerme ante el contacto de sus labios con mi piel.

Son las 4:46 AM. La puerta de mi cuarto está cerrada y este, totalmente a oscuras, salvo por la leve luz de la luna que entra por la ventana. Puedo distinguir la silueta de Marcy moviéndose cuando miro hacia abajo, la cual no hace más que agitarme. Parece que ha sido una buena idea eso de que se quede unos días en mi casa durante las vacaciones.

Marcy y yo siempre solíamos ser discretas, lo máximo a lo que habíamos llegado era a algo más que picos en un baño durante alguna que otra fiesta o cita. Pero últimamente yo me había pasado de coqueta con ella, y en cuanto puso un solo pie en mi casa y mis padres nos dejaban solas, me sentaba en su regazo y comenzaba a provocarla acariciando y besando su cuello. Nuestra calentura había ido subiendo a medida que pasaba el tiempo, incluso nuestros besos apasionados en el sofá contenían manos nerviosas que intentaban meterse debajo de la ropa. Ambas sabíamos que teníamos ganas de hacer algo más. Y esta es la segunda noche en la que eso sucede.

Marcy parece estar desesperada, intentando de cualquier forma provocarme placer. Besa cada parte de la piel del cuello hasta la cadera, a menudo pasa sus dedos por la zona, y un escalofrío me recorre el cuerpo hasta el punto de que mi respiración se descontrole. Son cosas simples, lo sé, pero mi piel en esos lugares en concreto era extremadamente sensible, y un simple roce podría llegar a hacerme sentir cosquillas. Imaginaros de la manera en la que debo de sentir sus labios, suaves, delicados y húmedos a causa de los besos anteriores a que esto comenzase.

–Marcy–la llamo, intentando pronunciar correctamente su nombre sin que se notase mi agitación.

Mi novia no se detiene, continúa con lo que está haciendo, con sus besos, caricias, y yo vuelvo a soltar un suspiro lento y profundo mientras cierro los ojos.

–Marcy...–vuelvo a llamarla.

–¿Qué?–susurra con un hilo de voz mientras levanta su cabeza.

–Ven.

Ella obedece al instante, y cuando la tengo lo suficientemente cerca, la beso esperando a que me de una señal para poder profundizar el beso. Noto como poco a poco comienza a abrir los labios, y yo le sigo el ritmo dejando que entre su lengua en mi boca. Cuando siento que su cuerpo se relaja estando arriba de mí, tomo su cadera con ambas manos y la tumbo a mi lado. Me giro para mirarla directamente, y ver como ella se vuelve a acercar a mí para continuar besándome, y con una mano todavía en su cadera, meto dos dedos debajo de su pantalón, notando su ropa interior, lo que me hace detenerme y parar el beso.

–Si te quito el pantalón sería demasiado, ¿verdad?–le pregunto. Ambas no tenemos nada en la parte superior y aún mis sentidos no han sido calmados. Necesito ver más de Marcy, sentir más de ella. Hacerla mía totalmente.

Mi novia se queda en silencio por un momento y pasa la punta de sus dedos por mi pecho.

–¿Quieres... hacer eso...?

–Sí–trato de no sonar muy insistente. Pienso que la primera vez es algo serio y algo que se tiene que meditar mucho antes de tomar una decisión. Pero ser la primera vez de aquella chica tierna y de humor roto era un sueño para mí. Quería ser la primera que la hiciera ver el cielo y la que la hiciera sentir bien de verdad con mis movimientos.

–Vale–Marcy parece sonreír por el tono en el que me contesta. Me sorprende la rapidez con la que lo hace.

–¿Estás segura?–le insisto. Quiero asegurarme de que esté completamente decidida a dejarme hacerlo.

–Sí, amor–dice tras darme un pequeño beso en los labios.

Le sonrío, aunque sé perfectamente que ella no puede verme por la oscuridad de la habitación.

bad idea! - sashanne Donde viven las historias. Descúbrelo ahora