Cap. 3 ✧

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La alarma suena a las 6:25 AM. Alargo el brazo con pereza hacia mi mesilla de noche, comenzando a tocar la pantalla y a apretar todos los botones de mi móvil con la esperanza de que con alguno de ellos esta deje de sonar. Finalmente lo hace, y yo después de unos minutos soy capaz de levantarme de la cama y empezar a prepararme.

Entro en el baño para asearme, y al terminar, me miro en el espejo. No me veo especialmente con ganas de volver a la escuela. Mis ojeras delatan la cantidad de noches en vela que pasé junto a Marcy, así que saco mi estuche de maquillaje y me pongo un poco de corrector. Definitivamente me veía mucho más despierta.

Volví a mi habitación para ponerme el uniforme, y justo cuando termino de ponerme los zapatos, la pantalla de mi móvil se ilumina mostrando un nuevo mensaje en mitad del silencio de la mañana.

"BUENOS DÍAS AMORRR 💗"

Marcy ya se había despertado. Agarro el teléfono sin mucha gana y contesto para después volver a dejarlo en la mesilla inmediatamente.

"Buenos días 💗"

Acerco mi mochila hacia mí para abrirla y revisar que tengo todo lo necesario para el día de hoy: libro de literatura, apuntes de historia, el cuaderno de inglés, el de música... Este último me hace sonreír inconscientemente, y mientras tanto, mi móvil vuelve a iluminarse mostrando otro mensaje.

"Cómo dormiste?"

Cierro la cremallera y me la echo al hombro, recogiendo el móvil de mi mesilla para después bajar las escaleras en dirección a la cocina.

"BIEEEN"
"Tú, linda?"

Al llegar al piso de abajo, sonrío al ver a mi gata durmiendo en su cama plácidamente. Tengo unas ganas enormes de abrazarla, pero el miedo a despertarla de su precioso sueño me puede.

Dejo mi mochila a un lado y el móvil apoyado en la encimera de la cocina. Me voy preparando un cuenco de cereales con leche como desayuno, mientras no dejo de pensar en cómo me sentiré cuando vea a Marcy. O cuando Sasha y yo volvamos a cruzar miradas. Ambas situaciones son muy distintas para mí emocionalmente, pero ambas me hacen sentir mal.

El hecho de que Marcy, el supuesto amor de mi vida desde hace 7 meses, la persona con la que he pasado tantas experiencias bonitas, tantas emociones buenas y placenteras, me haga sentir tan mal de repente, haciéndome pensar profundamente de que a pesar de ser quien lo está pasando mal en la relación, yo soy la mala. Estoy fijándome en otra chica, una con la que solo hablaba cuando éramos pequeñas,
época en la que quizá se nos podría llegar a considerar "amigas". Una chica con la que el único contacto que tengo con ella son miradas, que parecen decirlo todo. Que me desea, que quiere sentirme cerca. Miradas coquetas que hacen que mi corazón se acelere. Hace bastante que Marcy no consigue eso.

Reflexiono todo eso mientras me meto cereales en la boca y voy revolviendo la leche con la cuchara de vez en cuando.

–Buenos días, cielo–mi padre irrumpe en la cocina en bata y hablando bajo, haciendo que pegue un bote en la silla.

–Joder, que susto, papá.

Él solamente me besa la mejilla y empieza a prepararse un café.

–¿Quieres que te lleve en coche? Puedo vestirme rápido.

Miro el reloj de la pared. 7:35 AM.

–No, tranquilo, creo que iré andando. Es pronto.

Nunca he ido andando al SJMS. Si acaso en bici, o pocas veces en coche, pero nunca andando. Calculo que tardaría 15 minutos, así que saliendo a las 8 llegaría de sobra.

–Como quieras.

Vuelvo a mirar el bol y minutos después lo he terminado entero.

Exactamente a las 8:01, me despido de mis padres y salgo de casa camino de clases.

Sorprendentemente hace un día bastante bueno para ser principios de enero, el sol está en lo alto y hay una ligera brisa que resulta acogedoramente agradable. Mientras ando, voy desenredando mis auriculares que tienen unos nudos tremendos. Cuando termino, literalmente estoy a una manzana del SJMS. Pero me los pongo igualmente. Me encanta escuchar música y creo que me ayudará a empezar el día con buen pie. Los conecto en mi móvil y me meto en Spotify para poner mi playlist. La música comienza a sonar y siento como mis nervios por entrar de nuevo a clases van desapareciendo.

Cuando llego, miro la hora que marca las 8:14. No hay mucha gente fuera del edificio, y no me extrañaba, aún faltaba un rato para entrar. Me siento en uno de los bancos de la entrada y me pongo a jugar algún que otro juego en el móvil mientras espero, hasta que me llega otro mensaje de Marcy. No me había dado cuenta de que llevaba bastante sin responder.

"Bieen"
"Lo siento, amor, es k voy con prisa 😭"

Típico de mi novia. Por muy pronto que se levantara siempre acababa llegando tarde a clases por cualquier inconveniente.

"Tranquilaaa"
"Tú puedesss 💗"

Miro al frente tras contestar y voy notando como la calle y lo que rodea la escuela se va a llenando. Quedan 5 minutos para entrar.

Me levanto de ahí y voy en dirección a las puertas de entrada y a mi clase de interpretación, optativa que había elegido pensando que sería divertido, pero por suerte o desgracia (no lo tengo muy claro), la profesora está de baja desde principio de curso y digamos que su sustituto no tiene mucha idea de teatro. Así que todos nos ponemos con el móvil sin molestar y él nos pone un 8 en la evacuación. Al principio era divertido, pero ahora resulta hasta aburrido.

Cruzo los pasillos que cada vez se llenan más de gente, entro en el aula y nada más sentarme en mi sitio de siempre junto a una alumna que se pasa el día haciendo apuntes o tareas durante toda la hora, suena el timbre que indica el comienzo del día.

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⏰ Última actualización: May 29 ⏰

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bad idea! - sashanne Donde viven las historias. Descúbrelo ahora