¿Qué es bueno? Todo aquello que eleva nuestro sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo en el hombre.
¿Qué es malo? Todo aquello que se origina en la debilidad.
¿Qué es la felicidad? El sentimiento de cómo crece el poder, de vencer una resistencia.
[...]
Los débiles y los malogrados deben perecer: principio primero de nuestro amor por los hombres.
[...]
¿Qué es más dañino que cualquier vicio? El ejercicio de la compasión hacia todos los malogrados y débiles — el cristianismo...—Friederich Nietzsche, El Anticristo
𝖚𝖓𝖚𝖒 𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖚𝖒!!!
199X , DICIEMBRE
ESTADO DEL VATICANOPARECÍA UNA BURLA.
Estar en tal Estado, vislumbrado ante la gracia del Señor. Rodeado de estructuras viejas y anticuadas, de capillas prístinas que ocultaban detrás de metros y metros de concreto la historia más prolongada de la humanidad, la religión más amplia del mundo, un legado represivo— la teocracia, la última monarquía absolutista de Europa. Parecía una burla que él, un demonio con alas de ángel, tuviese que caminar por aquellas calles, recibiendo miradas poco disimuladas y mal intencionados, cargados de desprecio ante su naturaleza supuestamente hostil.
No es como si no se hubiese acostumbrado a ellas, más nunca dejaría de resultar irónico como los humanos odian aquello que ellos mismos crean.
Angel no solía salir de Japón, tampoco lo tenía permitido. Fue por ese mismo motivo, que lo invadió la sorpresa cuando Makima les encomendó, tanto a él como a su amargado compañero de coleta alta, viajar por motivos laborales al Vaticano. Por supuesto, no tenía tampoco las potestades suficientes como para renegar aquella orden, o como siquiera para desobedecer, pues aquel aura de misticismo propio de la cazadora siempre lo estremecía. Lo suficiente para obligarlo a permanecer con la boca callada y asentir, como un perro obediente.
Y hablando de perros, Aki Hayakawa era el peor de ellos.
Angel rodó los ojos inconscientemente, ante el mero pensamiento de la mirada iluminada del humano ante las palabras halagadoras de Makima, dichas adrede para endulzar sus órdenes y darle a Aki ese ligero y efímero, pseudo confort, de que era apreciado por su diligencia y docilidad.
El demonio hizo un pequeño mohín con sus labios, mirando el semáforo de la calle cambiar de color. Se obligó a sí mismo a mover las piernas, a dejar de ser tan inútil y caminar detrás de Aki, pero el hábito de arrastrarse perezosamente a todos lados era difícil de superar. Caminó por la senda peatonal hasta cruzar la calle, y cuando sus pies se encontraron con los adoquines propios de la vereda, resopló.
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𝐓𝐄𝐋𝐋 𝐌𝐄, 𝐅𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑! csm ✶ one shot
Fanfiction𝐓𝐄𝐋𝐋 𝐌𝐄, 𝐅𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑 heaven knows how you lied to me you're not the way you seemed 𝗔𝗡𝗚𝗘𝗟 𝗗𝗘𝗩𝗜𝗟 y 𝗔𝗞𝗜 𝗛𝗔𝗬𝗔𝗞𝗔𝗪𝗔 son enviados al hogar de las excelencias eclesiásticas bajo la orden de regresar con una pieza c...