cap 2!

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El tan luciérnaga se había desconectado hacía más de una hora, cuando ivan apagó la compu.

No sé había divertido mucho. Había chateado un rato con el Gordo, pero siempre hacia los mismos chistes. Su amigo Nicolás no había aparecido. Seguro estaba enfrascado estudiando para la prueba de historia. Los demás eran los mismos tarados de siempre. "Aguante los pinchas",  "aguanten los Redondos". Mi siquiera tenían imaginación.

Tuvo que reconocer que lo único interesante de la tarde había Sido luciérnaga, pero como todos las pibes sensibles dos chistes y se habían ofendido. Se había quedado conectado con la esperanza de volver a encontrarlo. Le encantaba molestar a chicos así con sus bromas pesadas y tratar de adivinar cómo iban a reaccionar. Por lo general, se hacían los ofendidos, le decían tonto o asqueroso, amenazaban con desconectarse, y finalmente se quedaban. Pero este se había ofendido en serio, y por mucho que esperó no volvió. ¿Cuántos años tendría? Se había olvidado de hacerle la típica pregunta, para escuchar la típica respuesta: todos decían que eran más grandes.  Una vez, había estado como una hora chateando con uno de diez que decía que tenía quince. Lo descubrió cuando dijo "los de cuarto tenemos gimnasia en la escuela". ¡¡¡Cuarto grado!!! Se sintió un tonto. Desde ese día tuvo más cuidado ,y cada vez q le decían la edad le restaba dos o tres años. Aunque él también tenía un personaje armado para esos casos: quince años, jugaba al básquet y odiaba la escuela, escuchaba la música que ellas escuchaban y... Bueno, nunca podía llegar más Lejos. Ni ellos  tampoco, claro.

Apagó la computadora y miró alrededor. estaba verdaderamente aburrido. Agarró el control remoto de la tele e hizo zapping por un rato. Lo único que lo divirtió fue un dibujito empezado de "la vaca y El pollito" , que ya había visto cien veces. También apagó la tele.

Manoteó el libro de Historia. Tendría que estar estudiando, como Nicolás. La prueba era pasado mañana y no había leído nada. Sin ganas, buscó la página hasta encontrar el tema: Grecia. Mitología. Los dioses del Olimpo. Otra porquería que no le iba a servir para nada.

Agarró un lápiz para ir subrayando y, mientras leía sin entender ni una sola palabra, empezó a garabatear en el margen. De pronto, el dibujo se le hizo mucho más interesante que las letras y, cuántos se quiso dar cuenta, había dibujado una especie de mosca con antenas, u hormiga con alas, o cucaracha con ojos. No sabía muy bien qué era, Salvo que era un bicho y que le había salido bastante bien.

Se acordó otra vez de el chico del chat, Luciérnaga. Por lo visto, hoy era el día de los bichos. Miro la compu apagada y la prendió. Seguía el Gordo y los otros.

Sin apagar la computadora, volvió al libro. "Luciérnaga apagado", escribió debajo del dibujo, y después, haciendo un verdadero esfuerzo de concentración, empezó a leer.

Para su sorpresa, el tema lo atrapó.
Media hora después, se sabía todos los nombres de los dioses de memoria y termino buscando más datos de internet.

Había demaciado para leerlo todo, pero encontró unos dibujos fantásticos.

Saco de abajo del colchón su bloc de hojas; ese era un secreto que no compartía con nadie. Le encantaba dibujar, pero le daba mucha vergüenza que alguien se enterara. Estaba seguro que se iban a reír de él. Dibujar no era una actividad demasiado común entre sus compañeros. No era una actividad para nada común, y ya tenía demasiados motivos por los que lo miraban como bicho raro, para agregar uno más. Dibujar era su secreto. Lo escondía incluso de su mamá. Le daba pánico que ella supiera que dibujaba y terminara mandándolo a hacer otros cursos más o, lo que era peor, mostrándole sus trabajos a las tías. Pero lo cierto es que, a veces , se pasaba horas garabateando papeles.

Con atención, empezó a copiar las imágenes. Le salían bastante bien, pero como copiar no le gustaba mucho , después del tercer dibujo, decidió inventar sus propios dioses. No eran tan buenos como los griegos, pero eran mucho más divertidos. Combinaban cuernos y alas, grandes cabelleras, espadas y tridentes, escudos y lanzas."venganou" , escribió debajo de uno que le sonaba a dios jefe con pinta de vengador, pensó que podría inventar su propio Olimpo. Rápidamente, garabeteó un dios, con túnica y alas, y una linterna en la cabeza,como las de los mineros. Quedo muy ridículo. Luciérnaga, lo llamo. Otra vez. Ese estúpido nombre de le aparecía todo el tiempo.

Hizo un alto en el dibujo y volvió a la computadora. Nada. Todo seguía igual. Pensó que tal vez se le había ido un poco la mano. Si no se hubiera pasado de vivo, el no se habría desconectado. Podía pedirle disculpas y ver que pasaba... Ni loco. Después de todo,.ni siquiera sabía quién era el y no parecía muy vivo. No sé había bancado ni una broma. Pero tenía algo... No sabía... Distinto. ¿Qué? A lo mejor había Sido esa pregunta que le hizo si era gay. Nadie le había contestado así. Cuando preguntaba "¿Sos hombre o mujer?", algunos chicos respondían "¡Pibe nene!". Era fija. Pero luciérnaga había ido más allá y lo había sorprendido. Bueno, tampoco era para tanto. Una respuesta ingeniosa no quiere decir nada. "Ya fue" , pensó, y apagó la compu.

El grito de su mamá llamándolo a comer lo saco de sus reflexiones, del Olimpo propio y también del ajeno. Rápidamente, escondió el bloc debajo del colchón, e impulsando si silla de ruedas con habilidad, salió del cuarto... Corriendo.

Carre DiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora