overlord extranjero [ overlord x Fate ]

capitulo 22

Este fic no me pertenece, creador: Russian Reversal.

El fanfic se lo encuentra en fanfiction.net.

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Drácula estaba perdiendo.

Evitando los ataques uno tras otro, Vlad comprendió que estaba perdiendo.

No tuvo oportunidad de atacar a su oponente. Todo lo que podía hacer era continuar lanzando lanzas inútiles a un mago que se elevaba, quien a su vez simplemente los evadía una y otra vez, y luego continuar corriendo como un ratón asustado, sintiendo como si cada uno de los pilares de llamas que seguían viniendo de la nada se estuviera derritiendo. su fuerza con su carne.

No tuvo la oportunidad de utilizar sus cartas de triunfo. Mientras el enemigo flotaba en el aire, estaba fuera del alcance del Kazikli Bey de Drácula , que podía conjurar según su voluntad en cualquier lugar de su Reino. Le tomaría tiempo y concentración dominar el aire a su alrededor, pero si se detuviera siquiera por un segundo, sería golpeado, y sólo dos o tres golpes directos más lo quemarían por completo. Además, incluso si hubiera dominado el aire, esto no significaba que su oponente caería. De una forma extraña, el mago pudo escapar de su destino. Ya había sobrevivido al ser atravesado por una docena de lanzas al mismo tiempo. Podría ser sólo un truco de una sola vez, por supuesto... Pero podría ser algo más.

Y su oponente no dejó de atacar. Sus ataques eran exactamente los mismos, lo más directos posible, simples y despiadadamente fuertes. El fuego que surgía con cada palabra de su oponente lamía arrancaba la carne de los huesos con la codicia de una bestia hambrienta, trayendo consigo el poder y el odio del fuego primordial. Tal magia era comparable a la gran magia, a la magia de la Era de los Dioses. Incluso en el pasado, en una época en la que los dioses caminaban por la tierra, esa magia no era un truco de bazar, sino un poderoso ritual, magia disponible sólo para los más fuertes. Incluso si Drácula hubiera luchado contra la anciana doncella sumeria, ella no habría podido usar esa magia más de diez veces fuera de su territorio. En su base, tal vez podría llegar a los cincuenta. Pero ella era realmente fuerte, Vlad no podía negarlo, aunque no quisiera admitirlo.

Pero su oponente continuó usando hechizo tras hechizo como si esa magia fuera, en el mejor de los casos, algo común para él. Estaba cerca de los cincuenta usos designados para tal hechizo, pero a diferencia de la bruja, no estaba en su territorio. Aún más, después de cincuenta hechizos de este tipo, esa bruja habría quedado completamente exhausta y habría tenido que abandonar el campo de batalla, mientras que este mago, que continuaba elevándose, parecía no sudar, enviando hechizo tras hechizo a Drácula. Y todo eso mientras mantenía su hechizo Volar. No era un hechizo fuerte, muchos Servants podían permitirse algún tipo de vuelo, pero era un desperdicio extra de hombre, maná que se suponía era usado en hechizos, maná que parecía ser infinito en el cuerpo del enemigo de Drácula.

"¿Qué clase de monstruo es este?" Vlad se hizo una pregunta y sonrió. No quiero restar importancia a la ironía de que el mayor vampiro llame monstruo a alguien, pero su oponente estaba realmente mucho más cerca de un monstruo que de un hombre. No todos los magos de la Era de los Dioses podían atacar a Vlad con tanta calma con esta abundancia de poderosos hechizos, como si no le preocupara en absoluto su gasto de maná. Drácula intentó recordar el nombre de alguien que pudiera atacar una y otra vez con magia de este calibre, pero fracasó. Su oponente utilizó sólo tres hechizos durante la batalla: fuego, teletransportación y vuelo. Vlad ni siquiera podía imaginar con quién seguiría luchando y, al mismo tiempo, se vio obligado a revelar una de sus principales cartas de triunfo, su Kazikli Bey .

Si no fuera por el método de su oponente para escapar de los ataques y su excesiva practicidad al elegir el método de ataque, Vlad le haría una respetuosa reverencia, como a un igual. Sin embargo, su enorme respeto por su oponente era contrarrestado por su desprecio por las tácticas de su batalla, por eso, todo lo que el vampiro pudo hacer fue resoplar ardientemente, como si reconociera de mala gana que su enemigo aún no era débil.