“Alumbran tus ojos mis noches oscuras
en las que yo me siento perdida.
Siempre llegas tú con tus locuras,
haciéndome sentir que volví a la vida.”
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“Ojalá eternos fueran los abrazos
que tú y yo nos damos.”
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“Por supuesto que te haré daño,
y por supuesto que me harás daño.
Por supuesto que nos
haremos daño el uno al otro.
Pero esta es la condición
misma de la existencia.
Para llegar a ser primavera,
significa aceptar el riesgo del invierno.
Por ello, para llegar a ser presencia,
significa aceptar el riesgo de la ausencia.”
› El principito
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“Me aferro al daño causado,
porque es lo único que me queda de ti.
Espero que en otra vida en aquel lago,
no me dejes morir.”
