Madrina Y Mini Historia

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Desperté. Y lo primero que vi fue un pétalo de una rosa roja. Me senté en la cama y mire mi alrededor, note que había pétalos de rosas por todos lados.

¿Acaso era nuestro aniversario? Me levante de la cama y tome la campanita para llamar a las chicas. Entraron y las note nerviosas, no tenía ganas de preguntar, asique deje que me guiará al baño para mi baño.

 Entraron y las note nerviosas, no tenía ganas de preguntar, asique deje que me guiará al baño para mi baño

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Después de mi baño, me vistieron y me dijeron que Banela Verdi, osea mi madrina. Quería verme, y no podía negarme por dos cosas; porque vendría ella misma y me arrastraria hacia su palacio. Y porque la quiero tanto que no puedo decirle no.

Tome un collar y fui hacia el palacio de mi querida madrina, cuando llegue  unas sirvientas me recibieron- Madame Banela la espera- les sonreí y las seguí donde me esperaba Banela. Llegamos a un jardín llenos de rosales

-Que no se note que le gustan las rosas, tia- dije mientras me acercaba hacia ella, me senté al lado de ella y le bese la mejilla- Lo dices como si fuera la primera vez que vienes, cielo- me acaricio la mejilla

-Supongo que no me acostumbro a estar rodeadas de rosas- me apoye en su hombro, me acorde que tenía un regalo para ella- Toma, se que te gustará mucho- le di un collar con gemas rojas, era mágica. Daba buena suerte y te hacía intocable de todas las maneras

-Este collar es muy especial- lo cojio de mi mano y lo miro atentamente- Muchas gracias tesoro, me encanta cuando me reda alas cosas magicas- me sonrió enternecida

-Me alegro mucho tía, pero no lo use para el mal- le advertí, si hiciera algo malo. Tendría que hacer algo contra ella, y no quería hacerle nada a mi única tia- Te prometo que esta joya será usada para el gran bien- me beso la mejilla de nuevo

Le sonreí agradecida.

-Bueno, tengo que irme. Tengo que hablar con mis hijos- se levantó del banco, arreglo su vestido y se giro hacia mi- Tía, conseguiré el mejor espadachín para Bavilo y Kamal- me levante y la mire decidida.

Era injusto que yo y Ariana tuviéramos lo mejor pero mis otro hermanos no- Are todo lo posible para que tenga lo mismo que yo- la abrace y antes que dijera algo me fui.

...

Mini historia

Hace mucho tiempo, en Arbazela. Se celebraba la coronación del nuevo emperador. Jaider de Secramise. En aquella fiesta estaban príncipes, emperadores y la Sultana. La mujer más poderosa del país, que con una negación puede acabar con tu vida.

-Sultana, es un honor que alla podido asistir a mi coronacion- el emperador Jaider se acerco a la Sultana, quien charlaba con unas princesas- Ah, emperador. Felicitaciones, seguro que hará un gran trabajo- coloco una mano en el hombro del hombre

-Muchas gracias, aunque me gustaría hablar con usted- el peligros estaba sonrojado. La morena no sabía para que el nuevo emperador, quería hablar con el. Pero lo dejo pasar y accedió- Esta bien- se despidió de las princesas y fueron al jardin

Era de noche, asique la única luz que había era la de la luna- ¿Que quiere decirme?- fue al grano, no le gustaba que la hicieran esperar- Se que lo que le pediré es muy atrevido de mi parte... Pero no puedo evitarlo- la muchacha vio como el chico frente el se sonrojaba

-Vaya al grano, por favor- pidió ya impaciente. Estaba tardando demaciado- ¿Quiere ser mi emperatriz?- no sabía de donde, pero el chiquillo le entrego una rosa blanca. Significado de amor puro.

Estaba en shock, siempre le proponía matrimonio, pero siempre eran sultanes. Que lo hiciera un emperador era raro y impactante.

-Jaider, sabe bien que no puedo- tomo la rosa y la olio- Ya lo se, pero déjeme intentarlo- el gran secreto de la Sultana era que estaba enamorada de Jaider. Pero era un amor, totalmente Prohibido

Suspiro, enternecido por el chico, se acerco hacia el y beso su mejilla- Esta bien, me casare para usted. Pero buscaré a una emperatriz para Arbazela- le dio un beso en la nariz

-¿Para que? Ya te tengo a ti- la brazo por la cintura, apoyo su cabeza en los pechos de la mujer- Yo no puedo gobernar un país y un imperio a la vez- le dijo obvia

-Esta bien, pero quiero a la emperatriz más fea del mundo- dijo entre susurros- ¿Por que? Eso sería el pan para los chismosos- se dejo querer por un momento

-Para que no te opaque, aunque sea imposible- la apretuko entre sus brazos- Jajaja, Jaider eres un caso perdido- dijo la joven entretenida

-Soy su caso perdido, mi reina- el chico se separó de la joven y la beso bajo la luz de la luna- Te amo- se dijeron, aunque fuera unas simples palabras.

Esas simples palabras seyaron el amor de aquellos jóvenes amantes.

Pasaron los años y habían creado un gran imperio, eran felices los dos justos. Aunque se volvieron tres con la llegada de la emperatriz, que la Sultana escogio.

Albina con ojos azules. Era bonita pero no lo suficiente para crear rumores de su belleza.

Una noche, donde iba a tener una cita con su esposo, pasó lo que no tenía que pasar.

La mujer se quedó esperando bajo la luz de la luna a su amado... Pero nunca vino, asique fue hacia su habitación decepcionada y entriztecida

Sus damas de compañía fueron testigo de el aura que tenía su Sultana. Era oscura, pero de tristeza.

Y os preguntareis, ¿Donde estaba el emperador?

El estaba en la cama de la emperatriz, pero no por voluntad propia.

Esa misma noche, antes que el monarca fuera a su cita con su amada. Unos guardias le dijeron que la emperatriz le llamaba, aún tenia tiempo para arreglarse y ir a por el regalo. Asique fue hacia la habitación de la albina con prisa.

-Emperatriz, ¿que es lo que necesita de mi?- le pregunto apresurado, pues tenía que ir a arreglarse rapidemente-  Vera, es muy importante. Pero primero tome una taza de te- le entrego una taza, que olía extraño pero no le echo mucha cuenta

-Esta bien- se tomo aquella taza, y como le parecío deliciosa se sirvió otra. Y otra, y otra. Hacin hasta estar completamente drogado. La emperatriz aprovecho que el monarca no estaba en sus cinco sentido. Y se encuero frente el.

-Esta noche... Será nuestra-

Hacin fue como se creó Ares de Secramise, el primer príncipe de Arbazela... Y el príncipe fallecido.

§La Guerra§Donde viven las historias. Descúbrelo ahora