Traitor

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Narrador

Tic Tac, Tic Tac

Es lo único que se escuchaba en la oscura habitación. Una joven morena de pelo negro y ojos amatista, se encontraba sentada en un escritorio con información en mano. Información que le quito su sueño, le espabilo tanto que los ojos le picaban de lo abierto que estaban.

Eran las 5:15 Am y todo comenzó hacin;

Una bella mujer morena de pelo negro estaba durmiendo plácidamente con sus amados a sus lados. Lo único que se escuchaba era las respiraciones y algunas toses de parte de los varones. Hasta que una carta aprecio de repente, y cayo encima de la única hembra de la habitación.

Lo normal sería despertarse, pero lo malo de esa mujer es que duerme como una roca, ni los terremotos la despertaban. Pero todo eso tiene una causa, y tiene un nombre; Astotelia...

Astotelia es el creador de Arbazela, y el medio creador de Adisson. El deidad casi siempre aparecía en los sueños de la chica, ya sea para una profecía, o para charlar tranquilamente de sus avances. Justo esa noche, Astotelia se había presentado en los sueños de la heredera. Advirtiendole que pronto una tormenta se acercara, y que tenía que proteger a lo que más amaba; sus seres queridos...

Cuando menos se lo esperaba, se levanto agitada, como si hubiera corrido por todo el país. Noto la carta en sus piernas, la cojio rápidamente y abrió el sobre.

Querida princesa:

Madema Banela llego a las Islas Artina y las Fuerzas Peganas, vinieron con ella, y se esparcieron por todos lados, incluso en el palacio real,que se consideraba un terreno sagrado. La hambruna, los refugiados y el trafico de personas se han propagando por todo el imperio. Es por eso que necesitamos su ayuda, usted es la única que puede ayudarnos con el caos que se va a desatar.

Att- Casa Phantom

Se levantó de la cama, sin despertar a sus prometidos y se fue a su oficina en pijama. Cuando entró, se dio cuenta que era de noche y que nadie estaría despierto. Se sentó en la silla de su escritorio, y se apretó el puente de su nariz. No se podía creer que tenía que pasar justo cuando estaba durmiendo..

Actualmente, la princesa estaba, pensando que podía hacer. Decidió ir a hablar con Banela, personalmente. Se levanto de la silla con prisa y se dirigió al palacio de la Rosa roja

Cuando estaba delante de la puerta de la habitación de Banela, pudo escuchar unas voces- Madame, ¿Qué nos puede asegurar que cumpla con su trato?- la primera voz que escucho era espera y grave.

- Tengo más poder de lo que creen, soy madrina de la primera princesa. Puedo manipularla para lo que sea, ella cae en mis encantos, igual que el emperador- escuche la fuerte y suave voz de Banela... Y lo que dijo me hundió el corazón.

- Es verdad que hemos escuchado que es madrina de la primera princesa, no entiendo como la Sultana dejó que usted tuviera un poco de tutela en su propia hija- escuche otra voz femenina, mientras más escuchaba más me sentía mal por la magia de esos falsos magos.

- Es porque mentir se me da genial- entonces... ¿Engaño a mi madre para que fuera mi madrina? Eso es suficiente para declararme la guerra... Mi madre

Me fui rápidamente sin hacer ningún ruido, cuando llegue a mi palacio, me derrumbe en la puerta principal. Todo lo que había escuchado, a sido real.
Ella quiere destruirnos, pero no lo iba a permitir, por más que fuera mi madrina, ella me ha declarado la guerra.

Fui a mi despacho y me encerré para armar un plan...

Me desperté, estaba sentada y mi cabeza estaba en el escritorio. Sentía unas punzadas en el cuello, lo movi para aliviar un poco el dolor. Parpadeé y me levante del escritorio para estirar los músculos y los huesos, me asome al ventanal y vi que ya era de día, vi la hora y era las 9 de la mañana. A esa hora me despertaba para bañarme, y prepararme, asique fui mi habitación y llamé a Elena y a Elizabeth.

§La Guerra§Donde viven las historias. Descúbrelo ahora