Capítulo 5

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Estaba molesto, quería gritarle a todo el mundo y su comportamiento estaba hablando por si solo. Cometía grandes faltas en el juego, sabía que no era el lugar para hacer eso, pero al demonio todo el sentido común que guardaba. El fútbol siempre ha sido un deporte donde las emociones están a flor de piel ¿Por qué no dejar que el enojo también sea protagonista?

Corre, burla a los contrincantes, hace un truco, el sudor no lo deja ver bien en un momento dado. Ya tiene encima a un pobre chico y no lo piensa en realidad. Le brinda un codazo que pega en alguna parte del cuerpo contrario. Escucha el quejido del jugador, pero el sigue avanzando como una feria. Solo quiere dejar salir todo, quiere que esta carga que lleva en su espalda sea más liviana y...

El pitido del arbitro que ahora mismo se encuentra delante de él con la tarjeta amarilla es una señal de que debería de parar esto. De que necesita un poco de aire para tranquilizarse y analizar mejor las cosas. Eso es lo que debería de hacer, pero todo eso esta lejos de ser llevado a cabo.

Messi le lanza una mirada de fastidio al árbitro. Sabe que el día de mañana todos los medios se estarán dando un gran festín por las fotografías que están tomando por su nada saludable actitud deportiva. Tan solo quiere encontrar una válvula de escape. Quiere dejar de sentir todo esto.

El partido avanza, ahora mismo se encuentra en un tiro libre. Su respiración está lejos de ser la adecuada para estos tiros. Apenas recibe la señal, corre y tira. Pero el balón no da a la portería como lo esperaba. Observa desde su lugar como su tiro va directo a las gradas y entiende que nada bueno termina cuando se tiene ira en la sangre.

Messi le pega un pelotazo a una niña que se encontraba en las gradas, y la reacción del padre se hace viral.

Así es como encuentra la noticia por todas las redes sociales. Su tiro cargado de enojo fue directo contra una niña de apenas unos ¿dos o tres años? Dios, se quiere morir por ver a la pobre bebé llorando. Y sobre todo la reacción del padre ¿Por qué chuta tuvo que decir esas cosas? Te pego Messi, mi amor, no pasa nada.

—Si me lo preguntas puedo decirte que nunca te había visto jugar de una manera tan... salvaje. Tuve miedo al pensar que en algún momento el partido se iba a convertir en un campo de batalla.

Kun está sentado en la sala mientras que sus dedos pasan a través de la Tablet donde la noticia con un vídeo de lo sucedido es analizada por los dos.

—Ya, para boludo— contesta Messi mientras cierra los ojos esperando encontrar algo de paz—. No era lo que quería, es decir, yo solo no quería jugar ese estúpido partido. Dios, a veces pienso en verdad que chota tiene la gente en la cabeza.

—Yo se lo he dicho a Benja, las redes sociales volvieron más estúpidos a los humanos— afirma Sergio quien ahora deja de lado el aparato electrónico—. Ahora repasemos lo nuestro ¿Qué les dirás a tu padre?

—Que me diga toda la verdad.

—¿A los patrocinadores, ejecutivos y a David Beckham?

—Que necesito encontrar a mi amigo. Que aceptare todas las sanciones que me pongan, regresare el dinero ya dado. Sujetándome a todas sus condiciones.

—De acuerdo y luego— Kun se detuvo un segundo para mirar a su amigo—. ¿A tu esposa e hijos?

—Aún no tengo nada planeado.

Y allí terminaba de momento todos los ánimos de ambos. Lionel abrió los ojos para encontrarse con su realidad ¿Cuánto tiempo llevaba ya desde que la carta llego a su vida? Los días iban pasando y hasta el momento nada.

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⏰ Última actualización: Mar 10 ⏰

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