𝐈'𝐦 𝐒𝐨 𝐒𝐨𝐫𝐫𝐲 | + 18 | [𝐌𝐚𝐫𝐯𝐞𝐥]

დ .•*""*• 𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓒𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸 •*""*•.დ

El Salón estaba lleno de murmullos, algunas mujeres profirieron chillidos llenos de espanto al ver a Rowan aún tendido en el suelo, cuyos ojos fríos y rojos aún dejaban un hilillo de sangre salir como una lágrima

Steve estaba arrodillado junto a él, en shock por lo rápido que pasó todo. Solamente se desplomó, y ahora estaba muerto, y ni siquiera pudieron intervenir

— ¿Cómo estás tan segura de que fue ella? — escuchó que pregunto Bucky hacia Maddie, quien aseguraba que Haelena había sido la causante de su envenenamiento

— Vi que se sacó un dije de una viuda negra de su escote… y de ahí sacó una pastilla

— Eso no significa nada— negó James, incrédulo que la coqueta chiquilla fuera el tal Shadow

— Miren sus labios… — susurro Natasha analizando el cadáver

Los ojos  del grupo cayeron en los labios de Rowan. Entre la sangre y saliva, se podía ver cómo alrededor de su boca había un asqueroso sarpullido, como si algo le hubiera quemado la boca

Natasha trago grueso viendo a su hermana, y cuando sus ojos se encontraron, se dio cuenta de que pensaba lo mismo que ella

»— Hay que ir tras ella, ya

Mientras la conmoción se había apoderado del Salón del hotel, "Haelena" salía con tanta tranquilidad que hasta tarareaba Sweet Dreams, caminando con gracia al bajar los escalones.

El valet Parking era el único fuera del edificio, quien al no verla, tropezó ligeramente con ella, empezando a disculparse rápidamente de forma torpe y atropellada

— ¡Lo siento señorita!

— Descuida— negó "Haelena" sin mostrar molestia, mirando hacia abajo cuando unas llaves cayeron accidentalmente dentro de su cartera— solo mantén los ojos abiertos

El chico asintió, dejando a "Haelena" seguir con su camino

Misteriosamente, las luces del vecindario empezaron a fallar, sumergiendo en una parcial oscuridad el andar de Haelena, ocultando como su ropa cambió. Era como si la tela poco a poco se hubiera extendido cual sombra, cubriendo su piel expuesta a un traje más cómodo de cuerpo entero, ceñido a sus curvas marcadas. Sacó las llaves de su cartera y dobló a la parte trasera del edificio, donde una motocicleta la esperaba.

Sin más, se montó en ella y arrancó, sonriendo contenta de otro impecable trabajo

Apenas arrancó y dejó rápidamente el edificio atrás, rió sin poder evitarlo cuando los Vengadores salieron presurosos buscándola con la mirada