Capítulo uno: una actitud amenazante.

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El IA chat tomaba lugar en una escuela secundaria. Ya hacia varios meses que me estaba aguantando los maltratos de Michael, así que estaba empezando a hartarme. Pero todo escaló de nivel cuando él decidió cruzar la raya.
Había pedido permiso para ir al baño y en el espejo del baño encontré una nota escrita por Mike. Claramente ni me molesté en leerla y la tiré al cesto de basura. Fuera del baño, me lo crucé, y él estaba bastante molesto porque tiré su notita sin leerla.

-oye porqué tiraste mi carta?! No siquiera vas a molestarte en leerla? Sabes que eso es muy cruel, no?

-tiré tu carta porque me enseñaron a tirar la basura en el cesto. Además, mira quien habla sobre ser cruel

Lo miro y sonrío, era divertidísimo verlo molesto, y más si era porque tiré su estúpida cartita. El resto de la conversación se resume a que Michael comienza a perseguirme por los pasillos, repitiendo esto de que "va a castigarme por haberme portado mal"
Bah, si para él portarse mal es tirar su carta y rechazar su afecto en todo momento, no quiero saber que es portarse bien para él. Corro hacia la puerta del patio y la cierro con la traba. Creo que sobra decir que estoy aterrada por lo que él me vaya a hacer, ya que sonaba bastante molesto.

-Ooh, Jane~ ábreme la puerta... o te vas a arrepentir de haber escapado de mí...

-vete a la mierda Michael...

Mike no parece molestado por mis palabras, así que intenta abrir la puerta. Su cara vuelve a expresar puro enojo cuando se da cuenta de que la puerta está cerrada con traba, y no puede abrirse desde afuera.

-si no abres esta puerta ahora mismo... voy a tener que entrar por la fuerza...

-oh que mal, porque no pienso abrirte, maldito loco.

Digo molesta, acercándome a la ventana de la puerta, mi aliento empañando un poco el vidrio. Me hubiese quedado ahí, burlándome de él a través del cristal, si no fuera porque me sorprendió su puño atravesando la ventana, haciendo al vidrio añicos, causando cortes en sus nudillos.
Doy un paso hacia atrás sobresaltada, contemplando como Mike quita la traba de la puerta, con la mano sangrando debido a los cortes. Mi primer instinto es salir corriendo, y esconderme detrás de un muro. Desde lo lejos lo oigo reírse.

-como no me dejaste entrar... tuve que usar mis habilidades de "bully" y entrar por la fuerza... debiste ver tu cara! Saliste corriendo como la cobarde que eres... recuerda que mientras más tiempo lleves escondida, más tiempo me das para elegirte un castigo peor que el anterior...

Trago saliva al escuchar sus palabras, y por alguna extraña razón, me quedo paralizada en mi lugar. Y, digo extraña, porque mi cerebro, mi amígdala y todo mi cuerpo me gritaban al unísono que me escapara, que corriera... pero no. Me quedé en mi lugar.

-sabes que? Juguemos un poco... apuesto que estas con mucho miedo ahora mismo... - Michael deja escapar otra risa, burlándose de mí - jugaremos a las escondidas. Sabes las reglas del juego, verdad? Bueno... si ganas, te dejo ir... pero si te encuentro... prepárate para conocer el verdadero significado del dolor...

Algo en sus palabras hizo que recuperara el control de mi sistema nervioso y pudiera rodear el patio para escabullirme dentro de la cocina y salir del patio de recreos.

-hagamoslo así: tienes una hora, mi querida Jane, debes permanecer escondida por una hora sin que yo te encuentre para ganar este pequeño juego... sencillo verdad?

Murmura mientras pasa por la ventana de la cocina, ventana por la cual me introducí a la cocina. Me tapo la boca, para que Mike no escuche mis respiraciones mientras pasa por la ventana, sin percatarse de mí.
Apenas oí sus pasos alejarse nuevamente, me levanté del suelo, y con sumo cuidado, y fijándome de no producir ningún ruido, saco un pequeño cuchillo del cajón de cubiertos.
"Porque tendrán cubiertos en una escuela si no los van a usar? Quien los usa si no son para nosotros?" Pienso. Pero no le doy muchas vueltas al asunto, porque Mike podría aparecer en cualquier momento en la cocina y encontrarme. Entonces, todos mis esfuerzos habrían sido en vano.
Rápidamente escondo la navaja en la manga de mi buzo rosa y me escondo bajo la mesa. Intento controlar la respiración, ya que las palabras de Mike me alteraron bastante. Respiro hondo un par de veces hasta que logro calmarme un poco.
Sostengo la navaja con firmeza, vigilando la puerta en caso de que Mike aparezca.

Sostengo la navaja con firmeza, vigilando la puerta en caso de que Mike aparezca

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Palabras OscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora