Premonición de amor [chacky]

10. Even, any heart...

Los meses pasaron, y Dongmin se encontró más enamorado de lo que jamás había estado. Pero también más asustado. Porque sabía que el corazón de Minhyuk seguía siendo un misterio.

¿Cuánto tiempo podrían mantener esa danza peligrosa antes de que todo se desmoronara?

Así que continuaron encontrándose en rincones oscuros, compartiendo secretos y pasión. Y Dongmin se aferró a la esperanza de que, tal vez, Minhyuk también estaba enamorado. Porque a veces, incluso los corazones más heridos pueden encontrar un refugio en medio del caos de una historia de amor.

Minhyuk y Dongmin habían estado bailando en el filo de una relación complicada durante meses. Sus encuentros furtivos, las miradas cargadas de deseo y los besos robados eran su refugio secreto.

Pero como todas las cosas intensas, su historia tenía un límite.

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Una noche, después de un apasionado encuentro en el apartamento de Minhyuk, Dongmin se quedó mirando el techo. Las sábanas estaban revueltas, y el olor a Minhyuk impregnaba la habitación. Pero algo había cambiado. Dongmin podía sentirlo en el aire, en la forma en que Minhyuk se alejaba de él.

"¿Realmente significo algo para ti?" -preguntó Dongmin con su voz temblorosa.

Minhyuk se sentó en el borde de la cama, pasando una mano por su cabello desordenado. "Dongmin, esto no puede seguir así", dijo con voz ronca. "No puedo seguir haciéndote daño."

Dongmin sintió un nudo en la garganta. "¿Qué estás diciendo?"

Minhyuk se levantó y comenzó a vestirse. "Soy un egoísta", admitió. "He estado jugando contigo, y no puedo seguir haciéndolo. No quiero lastimarte más."

Dongmin se levantó también, sintiendo cómo su mundo se desmoronaba. "¿Estás terminando esto?"

Minhyuk asintió, evitando su mirada. "No puedo ofrecerte lo que necesitas. No puedo ser el chico que te haga feliz."

Dongmin sintió lágrimas arder en sus ojos. "Pero yo... yo te amo."

Minhyuk se acercó y acarició su mejilla. "Y yo también te amo", susurró. "Pero no puedo ser lo que necesitas. No puedo ser el chico que se queda."

Y así, en medio de la oscuridad de la habitación, Minhyuk se alejó. Dongmin se quedó solo, con el corazón roto y la certeza de que nunca podría olvidar a Minhyuk.

La ruptura fue inevitable, pero no menos dolorosa.

Dongmin se aferró a los recuerdos, a los besos robados y a las promesas no dichas. Y mientras veía a Minhyuk alejarse, supo que a veces, incluso los corazones más enamorados pueden romperse en medio del caos de una historia de amor.

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Después de la dolorosa ruptura con Dongmin, había pasado tan solo un poco mas de un mes,
la vida de Minhyuk tomó un giro inesperado.

Aunque su corazón estaba roto, no se rindió fácilmente.

Minhyuk pasó noches en vela, repasando cada momento con Dongmin. Se culpaba a sí mismo por no haber sido más sincero, por no haberse atrevido a dar un paso más allá de su fachada de mujeriego. Se arrepentía de no haber luchado por lo que tenían.

Decidió alejarse de las fiestas y las multitudes. Evitaba los lugares donde solía encontrarse con Dongmin. Quería sanar, pero también temía verlo con alguien más.

El deporte siempre había sido su refugio. Minhyuk canalizó su dolor en cada entrenamiento, en cada partido, tenía la esperanza de volver a mirar a las gradas y verlo ahí. Pero eso nunca pasó.

Un día, en las gradas del campo, Minhyuk confesó todo a Sanha. Le contó sobre su relación con Dongmin, sobre cómo había dejado escapar algo especial. Sanha lo escuchó en silencio, su mirada compasiva. "A veces, el amor nos hace cometer errores", le dijo. "Pero también nos da la oportunidad de aprender y crecer."

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No tienes que prometer nada. Solo... déjame estar cerca de ti.

Minhyuk suspiró y acarició su mejilla.
Se rió, una risa suave y melodiosa que hizo que el corazón de Dongmin diera un vuelco.

Dongmin parpadeó, sin comprender. Pero antes de que pudiera decir algo, Minhyuk lo besó. Fue un beso suave pero lleno de promesas, y Dongmin sintió que el mundo se desvanecía a su alrededor.

—Soy mas de lo que llegaste a conocer, Dongmin —susurró Minhyuk contra sus labios—. Y tú... tú eres especial.
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