Obedeceme

3. Ughh...

Strade acerco su miembro a mi boca, cubriendome con su sombra.

Tan solo esperando, expectante a qué yo haga algo.

—Debes de...—Ren me miró igualmente intentando darme una pista de lo que debo de hacer. Pero, es interrumpido por strade.

—Shh...déjale a ella. Abre grande...—Dijo en un gruñido bajo mientras tomaba suavemente mi mentón con su áspera mano.

Ahí comprendí lo que me exigía, así que para evitarle problemas a todos, accedí.

Abrí mi boca considerablemente y strade se acercó más a mí, introduciendo su miembro de manera suave en mi, hasta tocar fondo y dejar salir otro gruñido pero de satisfacción.

—Demasiado caliente...y húmedo...

Toda su intimidad se encontraba dentro de mi boca, llegando casi a mi garganta, por lo que di todo mi esfuerzo por soportar lo más que pude toda esta intromisión.

—m-mmnff...

Cómo si no fuera muy obvio, strade emanaba un aura de más que nada, que de deseo puro y carnal, por lo que al apenas invadir mi boca con su muy dotado miembro, comenzó a embestir suavemente disfrutando de la calidez que le ofrecía mis paredes bucales.

Ren por un lado, quiso apartar nuevamente la vista.

Y Strade se percata de esto mientras sigue embistiendo.

—¿Por qué haz dejado de mirar? No te he dado la orden de que lo hagas.

—Perdón, es que...me averguenz-...

—Callate, se muy bien que esto te gusta.

—¿Q-qué?—preguntó Ren con las mejillas coloradas de un rosa intenso.

—Se muy bien que te agradaría estar en mi lugar, así que, no dejes de mirar.

Ren trago saliva.

Yo por mientras, quería intentar meter las manos entre strade y yo, tan solo para sacar un poco su gran pene.

Pero al estar inmovilizada, se me haría nula la posibilidad de hacerlo, por lo que strade siguió embistiendo y embistiendo, jugando con la intensidad con la que lo hacía.

Hasta que volvió a reír para exclamar.

—¿Lo ves? ¡Tu sucia y muy diminuta verga acaba de confirmar lo que dije!

Yo sin poder voltear, pero, si pudiendo juzgar por las palabras de Strade , inmediatamente me hice la idea de que Ren está sufriendo una erección por la situación.

—Me parece tan lindo el hecho de que trates a esta maldita zorra como algo dulce e inocente, deberías ver lo duro que está.

¡Pero que morbosidad!

—Es más, no quiero que solo lo veas, quiero que lo sientas. Necesito hacerte ver qué no solo por estar en esta posición, esta maldita zorra se convierte en un dichoso angelito.

Strade saco por fin toda su dotación de mi boca, dejándome tomar aire de manera precipitada y dejando romper algunos hilos de saliva que habían tendido entre mis labios y su pene.

Tosí un poco.

Strade se acercó a nosotros y nos liberó a ambos para alejarse un poco, con una sonrisa enferma.

Ren y yo nos miramos, ambos sonrosados de manera sutilmente, bueno, almenos yo, por qué Ren estaba full carmesí, y dirigiendo mi vista hacia abajo de el, también demasiado duro.

Vaya, ¿Con tan poco se excitaba de tal manera?
Espera...

Miré a Ren y después devolví mi vista a Strade.

—¿Qué están esperando?—Este enarco la ceja aún con su sonrisa, mientras comenzaba a masturbarse.

—S-si bueno...—Murmuró Ren, algo incómodo...pero intentando apaciguar esto con su tono bajo.—¿Podrías..?

Preguntó, haciéndome la obvia sugerencia de colocarme en alguna pose que yo gustase.

—Parecen unos malditos vírgenes—Dijo strade riendo mientras continuaba tocándose.

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Amo a strade por lo incómodo que puede poner a la gente nomás pq si.

AQUI lit está como uno en Minecraft con dos vacas. (Follen 😈)