Querida Noria

Stendhal

La noche empezó a caer, a pesar de que ninguna de las dos jóvenes no traía reloj, podían afirmar que era poco después de las 8:00PM, el cielo ya estaría oscurecido, y a su vez, los faros de las calles empiezan a encenderse, iluminando la ciudad mientras el sol descansa.

— Bianca mira! Allá está la feria! — dijo Noria viendo un parque lleno de atracciones a no más de dos cuadras.
— Vamos! Disfrutemos la noche! — le respondió Bianca motivada para que puedan pasarla bien.

Noria empezó a correr sin previo aviso, dejando a Bianca algo atrás; la joven del cabello rizado pensó una cosa, quizás Noria quería hacer una carrera, o solo quiere llegar rápido, puesto va en línea recta hacia el parque; Bianca decide empezar a caminar rápido para momentos después, correr detrás de su contraria, Parece que Noria baja un poco el ritmo, Bianca parece que puede adelantarla antes del cruce peatonal; las calles están cerradas temporalmente tanto por la feria y por temas de construcciones, así que podría llegar sin necesidad de detenerse.

Tal cual, Bianca logro alcanzar a Noria antes de que finalice la cuadra, pero algo vino a la mente de esta, a lo cual, sin previo aviso, tomaría la mano de Noria y la abraza fuertemente, estando a nada del paso peatonal, Antes de que Noria pudiera quejarse de que pudiera haber llegado primero que ella, o que Bianca dijera las razones que tuvo, un sonido fuerte vino delante de ellas.

Dos vehículos habían chocado simultáneamente frente a las dos chicas, A pesar de que la vía en ambos sentidos estuviera cerrada, ocurriría la tragedia delante de ellas; Bianca solo toma la muñeca de Noria y cruza la calle con cautela, aunque parece ser que esos dos carros eran los únicos que pasaron cerca.

— ¿Te asustaste? —Preguntó Bianca, mientras camina tomando su mano.
— Un poco, parece que todo me quiere matar este día.— respondió Noria en un tono burlón—.
— Este día? Te refieres a lo de Daniele, el atraco y este choque, no?— preguntó Bianca algo preocupada, sobrepensando con el tema de Dayan.
— No sólo eso, un carro choco en nuestra escuela en la mañana, Noah y yo estábamos sentados en una banqueta.— dijo Noria caminando un poco despacio—. por suerte corrimos lo suficiente, pero ese carro destruyó donde estábamos sentados, Noah se lastimó una pierna, pero no fue la gran cosa.
— Noria ¿Crees que alguien este tras de ti? — dijo Bianca teniendo un pensamiento oscuro dentro de su cabeza: la leyenda de Dayan que hablaron sus compañeras en clase.
— No me llevo mal con nadie, Lo dudo, aunque quizás sea de hace años.— Dijo Noria intentando pensar en el pasado—. quizás pueda que olvidé algo, Aparte, tanto daño le hice para que me intentará matar cuatro veces en un solo día? Aparte, dudo que esa persona contratará o manipulará tanta gente solo por lo cabeza.

Bianca pensó en las recientes palabras de Noria, teniendo mucho sentido. ¿Realmente alguien gastaría tantos esfuerzos para acabar con Noria? Aunque pensándolo de otro punto de vista. ¿Tendría más lógica asumir que tantas fatídicas coincidencias atentan contra la vida de Noria? En cualquiera de los dos casos, aunque no sean imposibles, es obvio que es muy improbable de que un asesino quiera matar a una chica a toda costa, lo mismo acerca de las coincidencias sean tales como para caer en la vida de una persona en específico.

Ambas chicas llegaron a un parque en el cual, como si fuera un arcoíris, todo estaba lleno de colores, tanto que llega hasta empalagar solo con ver los alrededores; pueden verse diversos puestos de juegos mecánicos, comida, desafíos, que aunque en su mayoría, suelen ser estafas, aún pueden servir como momentos de diversión en grupo, y aun hay muchos más puestos que pueden hacer inolvidable la noche de las dos chicas.

Noria tomo la mano de Bianca para llevarla a un edificio pequeño que se usa de vestidor.

— Hay mirones siempre.— menciono Noria dándole la bolsa en cual tiene el nombre de Bianca en una etiqueta—. Vístete tu primero, te cuidaré la puerta, así te sientes más segura, ¿va?
— Bien, intentaré cambiarme rápido.— dijo Bianca tomando la bolsa con su nombre para después entrar en el vestidor.
— ♪ Una débil llama se ha encendido en mi corazón ♪— Se escuchó cantar a Noria esperando afuera del vestidor, podría notarse como la voz de esta rodea un poco el vestidor por si hay algún mirón atrás de este.

Tras no más de cuatro minutos, Bianca se habría terminado de vestir y saldría por la puerta, llevaría aquel vestido De un rosa pastel muy tierno, entrelazado con un naranja cálido como en el atardecer. Al salir por la puerta, su testigo era Noria, la cual se encontraba totalmente encandilada ante las hermosas telas de esta.