여덟 (yeodeolb)

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Estar enferma era una mierda y sabía que si Becky Armstrong la oía decir esa palabra no tardaría en reprenderla

Pero es que...

¡Estar enferma era una mierda!

Sientes el cuerpo pesado y no puedes respirar, sientes que te mueres, literalmente. La comida no tiene sabor y realmente tienes hambre, y solo puedes comer estúpida sopa.

Lo peor de todo es que era sábado ¡sábado!

Y su mejor amiga estaba en un lindo paseo por el centro comercial. Las imágenes que le envió lo confirmaban

—Sigue divirtiéndote, traidora—dijo con voz ronca.

Pero en el fondo estaba feliz por ella porque ese día estaba con Heng. Unos toques en su puerta llamaron su atención.

—Pase—logró decir. Argh, su garganta dolía.

—¿Cariño?

Levantó la mirada para encontrarse con una expresión preocupada. Sonrió para que se tranquilizara, pero supo que solo había salido una mueca torcida.

—Mi bebé—se acercó con una taza humeante que dejó sobre su mesita de noche, después posó su mano en su frente. —Aún tienes mucha fiebre, te traje un té para la garganta

—Gracias mami— agradeció con una débil sonrisa

La mujer sonrió y dijo algo sobre bajar su fiebre. Sentía los parpados pesados, pero antes de dormir se aseguró de tomar el té que su garganta recibió gustosa. Entonces se permitió cerrar los ojos y descansar.

Cuando empezó a despertar escuchó voces, una la reconoció como la de su madre, la otra

—Ella ahora está dormida, pero si gustas puedes quedarte, hace tiempo que no te veía por aquí

—La verdad estaba muy preocupada cuando escuché que Freen estaba enferma, tenía que venir a verla.

Abrió los ojos lentamente. Mmm, dormir le sentó muy bien, aunque todavía se sentía un poco somnoliento. Miró al par de personas que hablaban en la puerta de su habitación, sus mejillas estaban rojas, en parte por la fiebre, pero también por la visita inesperada

—Nong Bec—susurró, pero fue lo suficientemente alto para ser escuchada.

La menor giró la cabeza ante el llamado. Sonrió haciendo que el corazón de la mayor diera un vuelco.

—P'Freen, espero no haberte despertado—utilizó su tono tierno y se sentó a un lado en la cama

—Para nada, Becky—sonrió.

Su madre se acercó para revisar su temperatura, estaba mejor considerando como estaba hace unas horas. Después de eso se retiró dejándolas solas.

—Vine a hacerte compañía, traje algunas películas que podemos ver—dijo sacándolas de su mochila.

—No tenías que hacer eso, Becca

Rebecca llevó sus brazos hasta el borde de la cama y apoyo la barbilla sobre sus manos quedando así más cerca de la tailandesa.

—Lo hice porque quería, porque te quiero mucho y me gusta pasar tiempo contigo—respondió dándole un pellizco a la mejilla de Freen

—¿Aunque hable raro y sea todo un desastre estando enferma? —preguntó en voz baja

Becky fingió pensarlo por un momento, entonces se acercó más como si fuese a contarle un secreto

—Parece increíble pero incluso enferma te ves linda—dijo susurrando también

Fueron palabras suficientes para que Freen se derritiera por dentro, sintiera cosquillas en su estómago y sonriera bobamente. Uh, tal vez se debía a que seguía muy enferma.

Pero sabía que no era así.

—¿Y sabes algo? —continuó Becky. —No me iré de aquí hasta que estés completamente recuperada.

Bueno, estar enfermacya no sonaba tan mal. No si tenía a una de las personas que más quería junto a ella.

Te pago「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora