Te pago「 Freenbecky 」

하나 (hana)

Freen y Becky se conocían desde que la menor llegó a Bangkok por primera vez. No tardaron mucho en llevarse bien puesto que compartían cosas en común

Becky siempre trató de buena forma a Freen, la cuidaba y consentía, si ella estaba cerca, la mayor no podía evita sonreír. Por eso fue por lo que en algún momento Freen terminó enamorada de su nong. Jamás le había gustado nadie como lo hacía Rebecca.

No estaba muy segura de que hacer al respecto, lo pensó mucho. Tal vez solo era algo pasajero, pero mientras más meditaba más se daba cuenta que enserio sentía algo por la inglesa.

Así que con gran valentía decidió confesar sus sentimientos

Sin embargo, cada vez que lo intentaba se ponía demasiado nerviosa, siempre terminaba diciendo cualquier tontería. Y ese día no fue la excepción, ya era la octava vez que intentaba confesarse, pero se salió por completo de sus manos porque en esa ocasión aquellas palabras salieron antes de que siquiera pudiese procesarlas

—Becky, quiero que me beses.

Rebecca parpadeó varias veces tratando de procesar lo que la mayor le había dicho. La miró y Freen tenía una expresión seria en su rostro, sin ningún rastro de que estaba bromeando.

Freen por otro lado, estaba demasiado avergonzada de su repentina petición. Trató de ocultarlo poniendo su mejor cara de póker, pero lo que no pudo ocultar fue el sonrojo en sus mejillas

—P'Freen

—¡Te pago!

Su cerebro advertía que debía dejar de hablar, aunque las señales no llegaban del todo bien. Su mente había hecho cortocircuito y hablaba sin pensar

—¿Pagarme? ¿De qué estás hablando, te sientes bien Freenky?

—Puedo pagarte, tengo dinero— empezó a buscar en su bolso. —Te pagaré cincuenta bahts—sacó los billetes

—Yo

—Tómalos Becky—insistió sin mirarla.

Becky sonrió con ternura. Bajó la mano que le extendía su phi y acarició su cabello.

—Entonces ¿quieres que te bese?

El sonrojo de la pelinegra se extendió hasta sus orejas sin poder evitarlo. Ya sabía que había dicho una tontería y que probablemente a estas alturas Becky ya sabría de sus sentimientos.

—Lo haré— concedió la menor.

Se acercó más a Freen quien tenía el corazón a millón. No podía creer que su nong de verdad iba a besarla, su ilusión cayó por los suelos cuando sintió unos labios en su mejilla.

Vio a Becky interrogante, esta tenía una sonrisa de oreja a oreja

—No tenías que pagarme por eso.

—No me refería a eso—bufó.

—¿Ah no? ¿Entonces?

Freen no contestó, se limitó a rodar los ojos por el gran despiste de la castaña

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Bienvenidos a una nueva adaptación, muchas gracias a gummyseongie por darnos autorización para poder darle vida a esta historia desde el ship Freenbecky.

Espero disfruten la lectura, estamos atentos a sus comentarios.

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