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Desperté y lo único que podía sentir era un increíble dolor de cabeza.

Me sostuve la cabeza por unos segundos, intenté levantarme pero mis piernas de nerd aún no respondían. ¿Dónde estaba? ¿Y porque había un olor tan familiar?

Anne.

¿Dónde estaba ella?

No muy consciente de lo que hacía, miró al lado suyo y vio en el suelo a una chica que estaba dormida. Levantó la mirada y pudo observar un gran establecimiento lleno de estantes de libros de más de quince metros separados en dos grupos que estaban divididos por un largo pasillo.

-¡Wow! -Exclamó- Nunca había visto algo como esto- Una biblioteca con estantes tan grandes y altos, repleta de libros por donde sea que mires, era totalmente fascinante y necesitaba verlos a todos.

Pero de repente, sintió como su compañera se despertaba haciendo ruidos raros y sentándose a su lado, sosteniendo su frente repleta de bucles despeinados.

-¿Dónde estamos? -Preguntó, con una voz ronca y quebrada.

-No lo sé la verdad, pero ¡Mira! ¡Es una gran biblioteca llena de libros! -Dijo alargando el "gran" y le señaló con las manos todo lo que había al rededor.

Se paró y le dio la mano a su amiga para ayudarla a pararse también.

Fue hasta el estante más cercano que vio, y de ahí saco un libro turquesa y lo abrió. Estaba escrito en una lengua que la chica no identificaba, se parecía al árabe o al tártaro, pensó que quizás sería tailandés.

-Anne, ¿Entiendes este texto? -Le preguntó, mostrándole el libro abierto. La chica se encorvó un poco para poder leerlo, mirando las letras sosteniendose la pera.

-No, eso no es tailandés, no se que dice la verdad -Se enderezó la espalda y miró a Marcy.

La azabache lo observará sin poder llegar a una conclusión, guardó el libro se dirigió a otro estante del otro lado del pasillo. Abrió un libro rojo y solo pudo observar las mismas letras que había en el libro anterior.

-¿Dónde estamos?

-No lo se Mars, en serio no lo se.

Ambas chicas se miraron sin decir nada, esto ya estaba resultando extraño cuanto menos, una biblioteca enorme, repleta de libros en un idioma que parecía inventado.

Avanzaron por el largo pasillo con pasos temerosos, mirando para todos lados por si algo o alguien aparecía.

Llegaron casi hasta el final y vieron, a lo que parecía a ojos de Marcy, un tritón gigante del tamaño de un ser humano, tenía una apariencia femenina y estaba acomodando papeles en un escritorio de madera, tenía una mirada despreocupada y tranquila.

Ambas chicas retrocedieron enseguida y se escondieron detrás de una de las góndolas de libros. Se miraron mutuamente con los ojos abiertos como platos y se quedaron así por un tiempo.

- ¿Qué hacemos? -Susurró Anne al oído de la otra.

La azabache la vio, y con su mirada le dijo que no lo sabía.

Luego de debatir por un largo rato, llegaron a la conclusión de hablarle al extraño ser ya que parecía vida inteligente, y si, intentaba atacar, le tirarían una de las góndolas encima. Aunque a Marcy ese plan no la terminó de convencer, acepto.

Se agarraron de las manos en muestra de apoyo mutuo y avanzaron de su escondite para poder ver a la criatura, e intentar hablar con ella de ser posible.

El ser levantó la mirada y las analizó con la mirada, sin decir o hacer algo.

Cuando llegaron al escritorio, la asiática lo observó y le dijo:

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⏰ Última actualización: Apr 17 ⏰

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