La lista de deseos

El final del principio

4 años antes...
Mañana empiezo en el instituto Carraver y estoy acojonada. Se me hace raro todo esto y echo de menos mi antigua vida. Desde que nos mudamos a Barcelona todo se ha ido a la mierda. Mis padres no paran de pelearse, mi hermano ya no sale de su habitación a no ser que sea para comer o ir al baño y yo me siento más sola que nunca.

En mi antigua ciudad, Rubí, todo era diferente. Tenía muchos amigos y amigas y era muy feliz. Tenia una media excelente y a pesar que me costaban un poco ciertas asignaturas, con ayuda de mi hermano siempre conseguia aprobarlas. En esa época, Hugo (mi hermano que me saca 2 años) era uno de los chicos más populares de todo el instituto. Se llevaba bien con todo el mundo, era un amor de persona y todos los profesores le adoraban.

Todo eso se fue a la mierda cuando nuestros padres, durante el verano de mi sexto de primaria a primero de la ESO decidieron que nos mudaríamos al centro de Barcelona porque les había salido una buena oferta de trabajo allí (y para qué mentir, también porque estaban cansados de Rubí).

Hugo y yo nos negamos, amenazamos con denunciarles y quedarnos nosotros solos en la casa y también amenazamos con fugarnos e irnos a vivir con nuestros amigos, pero obviamente nada dio resultado y nos tuvimos que mudar a una casa en el centro de Barcelona.

No voy a mentir, la casa era ENORME y PRECIOSÍSIMA. Si no hubiese estado tan enfadada con mis padres por habernos obligado a marcharnos y haber arruinado nuestras vidas hubiese gritado de la emoción como una niña de 5 años al ver los regalos que le han traído los reyes magos. Pero como ese no era mi caso, observé la casa y luego me dirigí a mi habitación (la primera que había encontrado y gracias a mi buena suerte la más grande y la mejor iluminada). Hugo cogió la habitación que estaba al lado de la mía, que, a pesar de ser casi igual de grande que la mia, era mucho más oscura.

Yo me fui adaptando a mi nueva vida, pero Hugo se encerró en su cuarto y no volvió a dirigirle la palabra a nuestros padres. Por la noche, entraba en mi cuarto y se sentaba en el suelo de mi habitación mientras hablábamos de nuestra vida. Era lo único que seguíamos manteniendo de nuestra antigua casa, nuestras charlas nocturnas. Pero ya no eran como antes y ambos lo sabíamos.

La noche de antes de empezar el instituto Hugo no vino a nuestra charla y supe que aquello era el principio de mi nueva vida y el final de la antigua. Decidí hacer una lista de 10 cosas que quería hacer antes de acabar el instituto, porque a pesar de que seguía triste, no quería que eso impidiera mi vida y futuro aquí, y sin Hugo, sabía que todo esto se me haría una montaña rusa.

Lista de deseos de Lyss🌸🍄
1. Conseguir hacer 10 amigos nuevos
2. Ir a una cita en la Sagrada Familia (con amigos o con pareja🙃)
3. Tener una media de notable o excelente otra vez
4. Ir a un concierto de mis BLS🪩
5. Comerme el mega combo de helado de chocolate, fresa, nata y pitufo de la heladería que hay al lado de casa
6. Bañarme de noche en la playa
7. Tener mascota (perrito o gatito)
8. Tener una tarde de cine de terror con mis amigos y una fiesta de pijamas
9. Hacer una búsqueda del tesoro
10. Conseguir pareja (opcional)🩷

A la mañana siguiente tenía tantos nervios que casi vomito mi desayuno. Llegué al instituto con Hugo. Se despidió de mí y se encaminó hacia su primera clase. Estaba muy preocupada por él, pero también lo estaba por mi. Aquel día fue el día en el que mi vida cambió por completo. La gente de mi nuevo instituto se dedicaba a arruinarles la vida a las personas que ellos no considerarán interesantes o guapos, así que fui su blanco perfecto. Me amargaron todo el día y el único que no pareció participar en ninguna de estas burlas fue un chico calladito que se sentaba al final de mi clase. ¿Jon? A no Josh. No sabía qué opinar de él, si acercarme o no, pero tampoco quería arriesgarme a que la única persona que no se metía conmigo me odiase. Así que me aislé en mi misma y recé por qué el timbre de salida sonara lo más pronto posible.

Al llegar a casa lloré como nunca antes había llorado, y es que yo era una persona muy alegre y sonriente, pero este lugar había conseguido hacerme llorar todo lo que no había llorado en mi vida.

Aquella noche Hugo vino a mi habitación, intentó hablar conmigo pero yo no quería escucharle ni estar con nadie. Se quedó conmigo hasta que pensó que me había quedado dormida y luego se encaminó a su cuarto murmurando un buenas noches que no recibió respuesta.

Aquella noche no dormí y me quedé pensando en cómo iba a ser mi vida ahora y en lo mucho que deseaba que nunca nos hubiésemos mudado a este horrible lugar. Tenía claro que iba a defenderme con ganas de aquellos abusones de mi instituto, porque no iba a dejar que nadie me amargase la existencia eternamente, pero eso no hacía que fuese más fácil no sentirse mal por todas aquellas cosas horribles que me decían. También comprendí que no haría ni un solo amigo allí.

Actualidad...

Hoy comienzo mi último curso del instituto, por fin. Después de terminar con los abusones en primero y de que todo el mundo me hiciese el vacío durante todos estos años este infierno por fin iba a terminar.

La situación ya no estaba tan mal como en mi primer año, pero no había sido capaz de hacer mi un solo amigo desde que acuse al grupito de chicos populares de haberme hecho la vía imposible y les cayó un parte de la hostia. A partir de ahí se me hizo el vacío, pero a mí eso me daba igual.

Hugo ya está apunto de entrar a la universidad de sus sueños y creo que ahora después de cuatro años quiere volver a reestablecer nuestra relación después de haber estado ignorándome durante todos estos años. Pues no.

Me estaba preparando mi mochila para ir mañana a clase y buscando una libreta encontré una hoja con dibujos y anotaciones que hacía años no había vuelto a ver. Mi lista de deseos. Dios, hacía años que no pensaba en ella. Aunque bueno, ya daba igual, era imposible que lograse hacer alguna de esas cosas en tan solo un año y sin ningún solo amigo. Pero en vez de tirar la lista como cualquier persona racional había hecho, la dejé encima de mi escritorio y luego me puse a pensar.

Es posible que no me diera tiempo a hacer las 10 cosas de la lista pero, una de ellas si, ¿no?