17. Cena familiar

26 3 0
                                    

De camino al restaurante, conversan amenamente para conocerse un poco para que la velada sea agradable y fluyente.

— Hola, mi querido hijo — Sonia saluda junto con la abuela.

— ¡Dios mío! Mira una hermosa princesa, dámela — Erika, la hermana de Robert, se la arrebata de los brazos por la emoción.

Robert está feliz porque está toda su familia, sobre todo sus dos hermanos Erika y Jhon que van acompañados de sus parejas.

— No puedo creer que tengas una hija, no nos dijiste nada — pregunta con intriga Jhon, el hermano mayor.

— Era una sorpresa —Robert evade su cuestionamiento.

— Les presento a mi esposa, Olivia y mi hija Charlot — coloca el brazo alrededor de la cintura de ella haciendo que se ponga nerviosa.

— Mucho gusto, en placer conocerlo. Robert siempre habla de ustedes — salió buena actriz.

— Eres muy hermosa, ¿Qué le viste a mi hermano?

— Para mí, Robert es el hombre más hermoso que hay — le da un beso en la boca a Robert y este se queda frío.

Se coloca tan nervioso, no sabe qué hacer y tartamudea un poco.

— Cariño, ¿no presentarás a tus hermanos? — Olivia actuaba tan bien, que no podían sospechar nada.

— Te comieron la lengua los ratones — Jhon se burla de su hermano.

— Déjalo ya — Lucia, la abuela interviene.

— Mi bisnieta es tan hermosa que parece una muñeca

— Sí, es preciosa y parecida a Robert — dice Sonia, pero ambos se miran un poco nerviosos — así era cuando tenía unos 6 meses.

— Mi reina — se la llevan a los abuelos.

— Aléjala — espeso Pedro con desprecio.

— Viejo mañoso, es tu nieta

— Mamá, también estoy viejo como tú

— no más que yo y sigo siendo tu madre — Lucia se la entrega en sus brazos.

Orlando la sostuvo por un rato, su expresión cambio por un instante porque hace mucho tiempo no tenía un ser tan pequeño en sus brazos.

— Ya, suficiente — se la entrega a Sonia.

Mientras tanto, se están acomodando ya en sus sillas para poder ordenar la entrada de los alimentos. Llega el comentario incómodo de Jhon y el abuelo Orlando.

— Ahora sí, dinos la verdad niña ¿De quién es esa bebé? — Orlando no hace ningún gesto.

— ¿Por qué la pregunta abuelo? — la expresión de Robert se puso sombría.

— La pregunta es estúpida hermano, esa niña no es tuya — Jhon interfiere en la conversación.

— Tú, cierra la boca

— ¿Te duele la verdad? — es interrumpido por Lucia — esa bast...

— Basta Jhon, te recomiendo cerrar la boca porque puedes ser el mayor perjudicado por sus palabras — la bisabuela, a pesar de su avanzada edad de 90 años, aún tenía vigorosidad.

— Madre

— Cierra la boca, Pedro — la furia de la Lucia seguía siendo la misma.

— Mi hija no es una bastarda, como cree usted, cuñado y le sugiero que module su lenguaje, se supone que es alguien con la mejor educación — Olivia se expresa de manera seria y concreta.

Robert da una sonrisa leve de victoria porque le agrada que esta mujer no se deja de nadie y se vuelve leona protegiendo a su cría.

— ¿Quién eres tú para hablarle a sí a mi nieto?, solo eres una mujerzuela desvergonzada — Orlando molesto.

— Orlando — Lucia y Sonia lo nombran.

— Abuelo, ¿Quién te crees tú para hablarle así a mi esposa?

Orlando, pedro y el reto de la familia se queda en silencio al escuchar su manera de hablar.

— Don Orlando ¿Alguna vez contrato mi servicio? ¿Me ha visto en situación inoportuna? O cuñado, ¿M ha visto con algún hombre? — Olivia suéltala su arsenal.

— No, pro las mujeres de tu clase son así oportunistas y ambiciosas

— Amor, discúlpame por lo que dire, pero no tendré de otra que demandarlos por calumnias y daños morales a mí y a mi hija — Ella, furiosa, tiene ganas de quebrar una copa en sus cabezas.

— Eres libre de hacer lo que consideres pertinente, así sea mi familia, a veces se les olvida que son humanos al igual que tú y yo.

Todos se quedan con la boca abierta, ella lo maneja como títere para el concepto de ellos.

OLIVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora