ˢᵗᵃʸ ʷⁱᵗʰ ᵐᵉ// 𝑆𝑎𝑖𝑡𝑎𝑚𝑎 𝑥 𝐿𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎 // OPM

•ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ 10•

Los días pasaban, Saitama-kun cada día llegaba algo lastimado, siempre me contaba de los monstruos que derrotaba. Yo me sentía como una niña escuchando sus historias.

Este día en particular había llegado con el conjunto roto del pantalón.

—Lo llevaré a arreglar con el viejo de la otra vez, dijo que no me cobraría.

—Bien Saitama-kun, cuídate —le dije mientras comenzaba a hacer mi tarea.

Más tarde.....

Saitama había llegado cansado como siempre. Noté su cara, estaba segura que tenía ganas de contarme algo.

—TN, a qué no sabes, hay un tipo de mafia que da préstamos y ya le han quitado los locales a varias personas.

—Mmm, supongo que deben estar por aquí cerca. Saitama-kun, por favor, no te metas en algo como eso.

—Claro que no, esos préstamos son una soga al cuello. En fin, por hoy sólo quiero descansar —le tendí su pijama y enseguida él fue a bañarse.

Cuando salió de la ducha se dispuso a ver televisión, mientras yo hacía la cena.

Tocaron la puerta.

—Yo voy TN.

—¿Tienes el dinero de mi renta?

Escuché, a lo que mire hacia afuera, mirando como Saitama cerraba la puerta sin decir nada. Rápido busqué entre mi cartera, al menos pagaríamos un mes, aunque fuera sólo eso.

—¡Me deben ya 4 meses de la renta! ¡Sino me la dan, los echaré a palos!

—Aquí tiene, aunque sea lo de un mes.

—Sabes que esto no es suficiente, pero lo tomaré, deberías de separarte de él, la única que aporta eres tú, no te sirve un hombre así con su fantasía de ser un héroe.

Cerramos la puerta, regresé a la cocina, por poco se quemaba el arroz.

Saitama me abrazó por detrás.

—Tal vez tiene razón.

—No, no la tiene.

—Pero es verdad, sólo tú aportas dinero. Quizá, te mereces a al....

—¡No sigas hablando! —grité con algunas lágrimas en mis ojos—, ¡no te vas a deshacer tan fácilmente de mí, es una promesa! ¡Ahora sienta tu trasero en la silla, te serviré la cena!

Él lo hizo algo asustado por mi manera de hablar, pues era la primera vez que le gritaba de esa manera.

Comenzamos a comer en silencio.

—Jajaja —escuché reír a Saitama—, no cabe duda de que tu comida es la mejor —vi algunas lágrimas salir de sus ojos—, no sé si te merezco, eres una chica tan linda que me siento tan feliz de conocerte y haberte dicho que fuéramos novios. Me haces tan feliz —tomó mi mano y la besó, lo abracé reconfortandolo, las palabras de esa estúpida vieja lo habían hecho sentir mal.

—No te sientas así Saitama-kun, cuando me entreguen mi casa nos iremos y tendrás un lugar más seguro para llegar.

—Eres una chica tan linda TN, te amo y te adoro mucho —tocaba mi mejilla con su mano, yo me frotaba en ella con suavidad.