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Capitulo I

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Una lluvia caía fuertemente sobre la cuidad 
Yóuxì hùlǐ, en la que vivía el mismo azabache que ahora corría con todas sus fuerzas para no mojarse más de lo que ya lo estaba.

Su casa no quedaba lejos del Instituto en el que estudiaba era verdaderamente cerca como para caminar y llegar en 20 minutos pero al parecer el mundo conspiraba en su contra ese día.

No había llevado paraguas, ni siquiera su chaqueta que solía llevar en su mochila por si pasaba algo o a sus amigos de pronto les agarraba por salir a algún lugar de paseo y era húmedo.

No le gustaba mojarse y mucho menos la lluvia por lo que siempre la llevaba pero había lavado la mochila y por olvido se dejó su capa impermeable y más encima ni se pudo fijar en la tele sobre el clima que haría como normalmente lo hacia porque su alarma no sonó.

Ahora solo corría lo más rápido que podía, pero un sonido estrondoso llamó su atención haciendo que se detuviera de inmediato por el repentino susto.

Quedo un momento analizando para luego reaccionar y mirar a hacia su lado, justo se había detenido en un callejón.

Era viejo, se notaba a simple vista y al parecer no era muy cómodo por los huecos en las paredes.

Miro un momento, achino sus ojos para mirar mejor, tal vez agudisar su vista wntre tanta oscuridad aunque obviamente no le serviria pero lo que si tenía era un agudo oído que al oir un maullido doloroso viniendo del callejón se sombre saltó.

Busco rápidamente con la mirada al mínino que había escuchado y no fue mucho para cuando vio a un pequeño gato caminar hacia él.

Meciendose de un lado a otro inestable para caminar, tenía heridas graves y por más raro que sonará... El gato era morado.

Un tono morado considerablemente fuerte y muy bien mezclado con el pelaje del gato para decir que era pintura, además si lo fuera esta ya se hubiera caído por la fuerte lluvia.

Miro un momento más al pobre gato que solo pudo dar dos pasos más antes de caer rendido prácticamente a sus pies.

-¡Oh diablos!

El joven reaccionó rápido al ver caer a la pobre creatura en el frío suelo y lo acogió entre sus brazos rápidamente para poder llevarlo consigo.

Volvio a retroceder un poco y volvió a correr, ahora con el principal objetivo de salvar al pobre gatito.

Las calles estaban solitarias, el viento pegaba fuertemente contra las pobres víctimas del clima, el azabache simplemente corria lo más rápido que podía hasta por fin ver su casa a lo lejos.

Una casa sensilla de madera con colores anaranjados y amarillos, se veía pequeña y muy vieja pero cómoda.

El joven al ya estar cerca rápidamente busco sus llaves en sus bolsillos y cuando la obtuvo abrió la puerta y entró con velocidad para luego cerrar la puerta.

Respiró ajitado, aun sin soltar al gato entre su brazo y su pecho, miro hacia dentro y todo estaba tal cual lo dejó por lo que sonrió un poco.

Miro al pobre mínino en su brazo y su sonrisa se convirtió en una mueca de preocupación, dejo con cuidado su mochila colgada en la entrada, no se preocupaba por ella ya que era impermeable por lo que simplemente la dejo sin darle más importancia.

Dentro y sin ayuda de sus manos se quito los zapatos, camino aun con medias por la cocina buscando alguna aguja y hilo que le ayudará.

Busco un poco hasta que por fin encontró lo que buscaba, camino hacia la sala espaciosa y con un cómodo sillón en medio de ella.

Dejo al mínino en el sillón un momento junto a la aguja y hilo y se volteo rápidamente a buscar alcohol y algodón, no sabía como tratar a un animal pero si a un humano por lo que esperaba que funcionarán sus conocimientos.

Miro al pobre animal y suspiro, se acerco y se arrodilló para quedar a la altura del mínino.

Con cuidado agarro un poco de algodón con unas pinsas y lo metio en el alcohol, espero a que absorbiera y lo acercó con cuidado al pelaje del animal, sin tocar directamente las heridas.

Sentía los músculos del pobre animal tensar se ante el ardor del alcohol más solo pudo sostenerlo para dejarlo quieto un poco más.

Cuando termino de pasar el alcohol con el algodón retiro las pisas y dejo el trozo de algodón en una esquina, luego puso el hilo en la aguja con algo de trabajo, midió y acercó sus dientes al hilo para terminar de romperlo, hizo un nudo.

Tomo el hilo con cuidado y lo undio en el alcohol y luego la seco un poco y la acercó al animal, cosió con presión y cuidado.

Ya con los minutos termino y sonrió satisfecho para luego quitarse un poco de sudor de su frente con su brazo, rio y ae levantó dispuesto a darse un baño.

Recogió todo y dejo al animal en el sillon mientras el iba a bañarse.

EL GATO [ CatnapxDogday] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora