EL GATO [ CatnapxDogday]

II

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Capitulo II

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El pobre gatito a las horas empezaba poco a poco a ser más consiente de su alrededor ya no sentía frío sin embargo sentía su pelaje mojado.

No caía lluvia aun así podía escuchar como esta aun seguía, no sabía donde estaba y para lo peor... Estaba en un lugar muy cómodo.

Sonrió acomodándose un poco sintiendo más de ese calor, era suave su poción estaba seguro.

Abrió levemente los ojos y bostezo, sentía su cuerpo débil y muy pesado como para intentar algo.

Abrió levemente los ojos, pestañeando un poco viendo como poco a poco la oscuridad de donde estaba se había esfumado y ahora una leve calidad lo resguardaba.

Miro con cuidado hasta que su cabeza se levantó un poco hasta que su atención se posicionó en Una voz profunda pero dulce llamo la atención del mínino que miro asustado al joven frente suyo.

-Aww, que lindo gatito.

Habló la persona enfrente suyo haciendo gruñir al gato que intentó retroceder al ver como el humano se acercaba pero solo pudo maullar de dolor al sentir su cuerpo doler al solo intentar moverse.

El humano ante el movimiento brusco del pobre felino intento ayudarlo rápidamente, acercando su mano al cuerpo del pequeño para acomodarlo y mirar si no abrió ninguna de sus heridas pero solo recibió un mordisco al intentar acomodarlo.

-Arg!

Se quejo el humano ante el mordisco, frunció levemente las cejas haciendo al gatito enrollar su cola en su cuerpo sin dejar de mirar al humano y sin moverse mucho ante su propio dolor físico.

El chico moreno al ver su mano bufo por verla sangrar pero simplemente miro al pequeño con pena y preocupación.

Había investigado un poco acerca de los felinos mientras el causante dormia, quería saber como tratarlo y al ver que este escondía o trataba de hacerlo aun cuando esta era muy largo le preocupaba.

Porque según leyó... Eso significaba miedo y él no quería darle miedo, lo miro apenado y con cuidado bajo sus manos, lentamente ante la fija mirada del felino.

Luego se sentó en posición de indio y miro a su nuevo amigo, Moon ¿que si ya le había puesto nombre? sí.

No pudo evitarlo y realmente esa luna en la frente del pequeño no ayudaba, era muy bonita que esa mancha tan rara estuviera ahí pero a la vez era muy bonita y sin excluir ese pequeño collar que llevaba el pequeño en forma de luna.

-Perdóname por asustarte...

Murmuró el humano apenado sin dejar de ver esos ojos profundos del felino, esos ojitos que...ahora que los veía eran muy bonitos.

Sacudio su cabeza rapidamente asustando al gato por el repentino movimiento más simplemente abrio los ojos un poco sin hacer mucha emoción en su sorpresa.

El de aretes de sol sonrio y miro al felino otra vez, tratando de no distraerse de la lindura y la ternura que le causaba el animal.

-Soy Damien Day aun que mis amigos me dicen Dogday de cariño.

Se presento él humano aun que luego de unos minutos en silencio bajo la cabeza apenado, estaba hablando... Con un gato.

¿Qué tan bajo tenía que caer para hablar con un gato? Un animal que prácticamente nunca entendería que era un apodo o nombre y que horita mismo lo estaría juzgando por ser tan raro.

Mientras que el humano se ahogaba en su propio baso de agua de vergüenza el felino lo miraba con cuidado... No parecía una amenaza aun que si era demasiado energético para su gusto.

Se notaba que prácticamente era un perro, tal cual dijo en su apodo, la casa se veía espaciosa y realmente no tenía demasiadas separaciones por lo que le daba esa perspectiva de libertad.

Miro a los lados y en los cuadros buscando información de ese humano porque seamos sinceros, esas heridas que el portaba no se hicieron solas y tener que confiar en otro humano... En su estado y como él era... Era difícil.

Miro por los lados, era ordenado... Él... No, tal vez si se quedaba lo usaría como sirvienta.

No estaría mal viendo lo energético que era el humano, luego miro un estante con... Muchos, demasiados libros.

¿Pero cuantos años tenía? Parecía un anciano con tanto libro, miro los cuadros que estaban cerca de lo que parecía un puerta abierta por lo que suponía ahí estaría la cocina.

Los cuadros se veían... Felices, no había señales de que el humano tuviera familia pero si demasiados amigos podria contra unos 9 o más en aquellos cuatros.

Pero parecía que 6 eran los que más se repetían, mejores amigos suponía pues no tenían nada en común uno parecía trabajador de un KFC por las vestimenta que llevaba, otra que tenía el pelo desordenado igual que el dueño de la casa pero de color rosa pastel.

Luego el más alto que tenia unos lentes y vestimenta... Abrigada pero formal algo incomodo, luego otra de pelo ondulado y mechas rojizas, otra que parecía la más energética que el mismo humano enfrente suyo... Realmente no quería toparse con ella si eso afecta a su linda rutina de dormir prácticamente todo el día.

Y por último una chica con rasgos delicados y un cabello largo, todos ellos eran los que más se repetían y claro, al mismo dueño del lugar.

Se cansó de tanto ver y bajo la cabeza para intentar volver a dormir, todo esto le estaba dando sueño y por lo que había visto y creía que fuera cierto el humano no era problema.

Por ahora.