𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 17: '𝑵𝒂𝒈𝒊'

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Todo es producto de su imaginación.

Nada de eso es real.

El tacto es una falsa sensación tejida por su mente para estimular su cuerpo entumecido.

Las palabras son mentiras conjuradas por la duda y la ansiedad.

Nada de eso es real.

Nada de eso es real.

Esa es la frase que Reo se repetía a sí mismo en los últimos días.

Nada de eso es real.

Mientras yacía postrado en cama, tratando de mirar más allá de los ojos que lo clavaban, supo que tenía que recordar que nada de eso era real.

Incluso cuando 'Nagi' extendió la mano y le hurgó en la cara y la piel, todo eran falsas sensaciones. Porque sabía que si reconocía esto como realidad, se acabaría.

No le hagas saber que crees que es real.

No dejes que sepa que lo ves todo el tiempo.

No se lo digas.

Nada de eso es real.

PRIMER DÍA.

A Reo solo le quedaban cinco días de vida, y todo lo que podía hacer era pasarlos mirando fijamente al techo.

Todos los sentimientos de hambre se habían desvanecido, reemplazados por la creciente sensación de un hoyo en el estómago.

Nagi hizo todo lo posible para cuidarlo, aún alimentándolo, apoyándolo en la cama y estirando su cuerpo para no dejar que sus extremidades se cansen, e incluso iniciando conversaciones con él.

—¿Te sientes bien, Reo?

"Sí, gracias, Nagi. Para todo".

"... ¿Estás seguro?

"Por supuesto, no te preocupes. ¿Tú también estás comiendo?" Reo ignoró cualquier preocupación de Nagi, no queriendo mostrar ninguna debilidad. Quería que Nagi supiera que verían el océano juntos, mientras él aún estaba cuerdo, y que superarían esto.

—Sí.

"Espero que estés comiendo sano. Si comes demasiado comidas aptas para microondas, podrías enfermarte". Se rió entre dientes, todavía encontrando algo de energía para bromear sobre algo tan pequeño.

Nagi le devolvió la mirada con una mirada demasiado familiar, pero esta vez Reo no pudo leerla.

La expresión le resultaba familiar, pero Reo ya no podía reconocer su rostro.

No podía reconocer su rostro porque 'Nagi' se lo había robado.

Un matiz de pánico inundó el cuerpo de Reo, su dedo se retorcía de irritación por haber dejado que inconscientemente lo afectara.

—¿Pasa algo? —preguntó Reo, tratando de mantener la calma. Nada de eso es real. Se recordó a sí mismo, forzando una sonrisa en su rostro a pesar de lo poco dispuesto que estaba su cuerpo a actuar.

"No, me alegro de que Reo esté bien". Nagi tarareó, mirando hacia otro lado y sacando una manzana de una bolsa y comenzando a pelarla para que Reo pudiera comer.

Se sentía extraño ver a Nagi tomar la iniciativa de cuidar a otra persona, Reo había asumido que estaba tan acostumbrado a ser mimado o rechazado que no lo haría... Haz algo como esto. Era la primera vez que veía a Nagi tan preocupado por alguien.

¡𝐿𝑜𝓈 𝓂𝑒𝒿𝑜𝓇𝑒𝓈 𝓈𝓊𝓅𝑒𝓇𝓋𝒾𝓋𝒾𝑒𝓃𝓉𝑒𝓈 𝒸𝑜𝓃𝓉𝓇𝒶 𝓏𝑜𝓂𝒷𝒾𝓈!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora