Entre Sombras y Secretos

Capitulo 3

La tensión en el compartimento se palpaba en el aire mientras Pansy continuaba con sus provocaciones, desafiando los límites de la paciencia de Leia — Vamos, ¿tan débil te has vuelto que no puedes ni siquiera soportar unas palabras? — dijo con una sonrisa burlona, Leia apretó los puños tratando desesperadamente de contener la ira que hervía dentro de ella, Astoria notando la creciente furia de su amiga, intervino con voz suave pero firme — Cariño cálmate, no vale la pena — susurró tratando de disuadirla de una confrontación directa, Leia cerró los ojos por un momento, tratando de controlar la oleada de emociones que amenazaban con desbordarse, sus manos temblaban ligeramente con la fuerza reprimida de su ira, sin embargo, el comentario siguiente de Pansy golpeó una fibra sensible en ella, despertando un dolor profundo que  trata de enterrar — ¿Acaso esperas ser digna de llevar el apellido Black? ¡Por Merlín, ni siquiera sabes cómo comportarte como una verdadera Slytherin! — lanzó Pansy con desdén

La habitación se sumió en un silencio tenso mientras todos absorbían las palabras de Pansy, en un movimiento rápido y visceral Leia se levantó de su asiento y con un puñetazo cargado de furia la golpeó en el rostro dos veces, el sonido del impacto resonó en el compartimento seguido por un silencio aturdido, Draco se lanzó hacia Leia tratando de contenerla mientras Pansy sostenía su mejilla en shock — ¡Leia, detente! — exclamó el rubio con su voz llena de urgencia mientras luchaba por mantenerla bajo control, Leia se soltó bruscamente del agarre de Draco, sus ojos brillaban con rabia y sin decir una palabra abrió la puerta del compartimento y salió dejando atrás un silencio cargado de tensión, la heredera Black avanzaba por los estrechos pasillos del tren con la rabia aún latente en sus venas, había estado buscando un compartimento vacío pero no encontraba ninguno hasta que vio uno que aún tenía espacio pero no fue un alivio cuando descubrió que estaba ocupado por el trío de oro, no había más opcion

Con un suspiro resignado, Leia abrió la puerta y se adentró en el compartimento, enfrentándose a las miradas sorprendidas del trío, Ron fue el primero en reaccionar con su típico tono hostil — ¿Qué haces aquí Black? — espetó Weasley con una mirada desafiante, la heredera Black sin paciencia para las provocaciones, lo miró con desdén y lo mandó a callar con un gesto impaciente, no tenía tiempo ni energía para sus juegos infantiles, Hermione mantuvo un silencio reflexivo mientras la estudiaba con curiosidad, Leia notando su mirada se dirigió a ella soltó un suspiro — No había otro compartimento disponible, este fue el único que aún tenía espacio — explicó Leia con su tono menos hostil hacia Hermione, aunque mantenía una capa de frialdad, Harry la observaba con una mezcla de curiosidad y cautela, lo que no pasó desapercibido para ella, con indiferencia volteó hacia él y lo desafió con su mirada — ¿Se te perdió algo Potter? — preguntó, Harry iba a contestar pero una patada de Hermione lo hizo callar, la atmósfera se cargó de tensión, mientras Leia se veía obligada a compartir el espacio con aquellos que no eran precisamente sus compañeros favoritos.

Ron abordó el tema de Sirius como un toro furioso, rompiendo la aparente tranquilidad del compartimento, su pregunta estaba cargada de hostilidad, como si estuviera buscando pelea —Seguramente estás contenta de que tu tío criminal por fin escapara de Azkaban ¿no Black? — espetó desafiante, sus ojos clavados en la pelinegra como si esperara una reacción explosiva, Leia visiblemente molesta por la constante provocación, rodó los ojos con exasperación, la respuesta estaba en la punta de su lengua, pero decidió mantener la compostura por el momento, quería estar en paz por lo menos por un rato — Ronald, por favor, no empieces — reprendió Hermione, Harry mantenía una expresión reflexiva, sus pensamientos girando en torno a la conexión entre la heredera Black y Sirius, temía que Leia pudiera proporcionar información a Sirius, poniendo en riesgo su seguridad, pero guardó sus inquietudes para sí mismo