Monte sereno , un pueblo de poco más de 100 habitantes perdido en mitad de las montañas y frondosos bosques , donde naturaleza y humanidad se compaginan a la perfección. Donde lo más llamativo que verás serán esos tejados de los pueblerinos que se destacan por su rojo burdeos o azul marino. Y como olvidarnos de la preciosa y gran iglesia que se localiza en el centro de la plaza , donde monjas y El Padre vivían en paz y bajo la grandeza de Dios .
Bajo esa preciosa fachada las monjas hoy se dedicaban a limpiar y dejar presentable la iglesia antes de que la misa empezará. La más joven de ellas, cuyo nombre era Ana , estaba limpiando los bancos delanteros y mas cercanos al altar . Se encontraba absorta en sus asuntos hasta que la madre superiora la llamó
- Hermana Ana , ¿ podría venir aquí un momento ?
La joven fue sin siquiera pensarlo , estaba acostumbrada a qué la madre superiora le mandará tareas varias estos días de limpieza .
- Dígame madre - dijo con las manos delante de ella una sobre otra
- El padre me dijo que precisaba que la bodega se limpiara , ya que tiene mucho polvo y los objetos de valor que ahí se guardan pueden dañarse -
- Sin problema -
Ana se dio la vuelta sobre si misma para dirigirse a las escaleras que llevaban a la bodega , pero paro en seco y volvió donde la madre superiora
- Disculpe madre , se me olvidó pedirle las llaves para abrir la bodega -
La madre superiora río ligeramente
- Ay hermana Ana , que cabeza la suya , tomé , y tenga cuidado por favor , ya sabe lo oscura que es la bodega -
Ana dio un pequeño asentimiento de cabeza y se dirigió hacia las escaleras . No podía ni admirarse el final por la profunda oscuridad que las sumergía , así que decidió antes de nada agarrar una antorcha para poder bajar y adentrarse allí, a decir verdad a ninguna de las monjas les gustaba estar ahí abajo más del tiempo necesario , y por supuesto , Ana no era la excepción. Mientras bajaba la escalera podía sentir el olor a humedad adherirse a su túnica , el frió recorrer sus huesos , y esa inquietante sensación de alerta .
Una vez llegó a la puerta la abrió con la llave dorada del manojo que le dio la madre superiora , chirrió al ceder , era normal teniendo en cuenta la humedad que se encontraba en la bodega . Cuando cerró la puerta tras ella pudo divisar la tenue luz que se colaba por una ventana alta que habia , era la suficiente para no desubicarse , no obstante, Ana decidió encender las velas y antorchas que había en la zona .
Mientras se encontraba limpiando las distintas estanterías y mesas que allí había , repletas de pergaminos y figuras religiosas unos cuantos se cayeron al suelo , Ana cuidadosamente se agachó para recogerlos , pero uno de ellos se abrió , y lo observo . ¿ Un texto en latín? , algo extraño teniendo en cuenta que el resto de pergaminos y papeles deberían ser de citas bíblicas y cosas varias . Se puso de pie y con el silencio de la bodega pronunció las palabras que allí había escritas .
En ese momento algo en el aire de la bodega cambio , ahora hacia más viento y sobretodo frío , un frío espantoso , una ligera niebla empezó a llenar la habitación, Ana asustada se pegó a una de las paredes y cerró los ojos con algo de fuerza , agarro su rosario entre sus pálidas y delicadas manos y empezó a rezar . Cuando abrió los ojos la sangre dejo todo su cuerpo . Delante de ella se hallaba algo que tenía apariencia de humano , pero demasiado alto , más o menos 2,50 cm , con ojos azul cristalino y pelo blanco nácar, con dos filas de cuernos de color vino , y unos colmillos que salían de la boca , de forma que fuera amenazante , con una perilla del mismo color que el pelo , con una cola larga del mismo tono que las filas de cuernos y con forma de corazón , que vestía una túnica negra que cubria de manera no muy uniforme su cuerpo .
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Sacrilegio Mortal
FantasiCuando una monja se encuentra limpiando las zonas más oscuras y ocultas de su iglesia , encontrará un encantamiento que , una vez pronunciado , podrá arruinar o salvar su vida y percepción del mundo