Capítulo 5: El Pacto con las Estrellas

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La noche envolvía el bosque con su manto oscuro, pero Adriana y Eón avanzaban con determinación a través de los senderos ocultos entre los árboles centenarios. Habían decidido buscar respuestas más allá de los límites de la ciudad, en un lugar donde las estrellas eran las únicas testigos de los secretos ancestrales.

Después de horas de caminata, llegaron a un claro en lo más profundo del bosque, donde la bóveda celeste se extendía sobre ellos como un lienzo salpicado de diamantes brillantes. Las estrellas parpadeaban con una luz misteriosa, como si estuvieran esperando el momento adecuado para revelar sus secretos.

Eón se detuvo frente a un círculo de piedras antiguas que había sido erigido como un altar en honor a los dioses del cielo. Las piedras estaban cubiertas de musgo y líquenes, pero aún conservaban el poder y la magia de las generaciones que las habían colocado allí.

—Este es el lugar donde los sabios de antaño venían a hacer pactos con las estrellas —explicó Eón, su voz resonando en la quietud de la noche—. Aquí, en este sagrado lugar, podemos invocar el poder de los astros para buscar la sabiduría que necesitamos.

Adriana asintió en silencio, sintiendo la energía palpable que llenaba el aire a su alrededor. Sabía que estaban a punto de embarcarse en un viaje espiritual que la llevaría más allá de los límites de su comprensión, pero estaba dispuesta a arriesgarse en busca de respuestas.

Con una mezcla de reverencia y determinación, Adriana y Eón se sentaron en el círculo de piedras, uniéndose en un ritual ancestral de conexión con los cielos. Levantaron las manos hacia el firmamento, invocando el poder de las estrellas y las constelaciones para que les guiaran en su búsqueda de conocimiento.

Las estrellas parpadearon con una luz brillante, como si estuvieran respondiendo al llamado de los dos buscadores de la verdad. Una sensación de paz y asombro llenó el corazón de Adriana mientras sentía la presencia de fuerzas cósmicas que trascendían su comprensión humana.

En ese momento de conexión con el universo, Adriana supo que estaba en el camino correcto. Con la ayuda de las estrellas como sus guías, estaba lista para enfrentarse a cualquier desafío que el destino pudiera depararle en su búsqueda de la verdad en las profundidades de la noche.

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El Misterio de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora