I'LL BE THERE 𖦹 KAMJAY

Capítulo 3 - Burbujas en el agua

Las puertas del bus se abrieron y un par de personas se bajaron en la parada. Kamden estaba esas personas. Con su mochila a los hombros se dirigía hacia la casa de Yedam, donde sería la primera reunión de la banda.
Poco antes había acompañado a Brian a su casa, ya que no sentía correcto que él viniera a la primera reunión. Durante su trayecto tuvieron tiempo para seguir discutiendo acerca de su decisión final.

"No pude dejar de pensar en ello toda la noche" Le comentó Kamden, suspirando mientras se tiraba agotado en el respaldo de su asiento.

"¿Y pudiste decidir?" Le había preguntado Brian.

Kamden no vio la necesidad de mentirle, así que respondió con sinceridad que no, no había podido. En realidad sí había una opción por la que se inclinaba más, pero no sabía por cuánto tiempo estaría feliz con aquello hasta que se arrepienta y se plantee todo de nuevo.

La casa de Yedam quedaba a más o menos 5 cuadras de la parada, lo cual él consideraba poco. Durante el camino trató de mantener su cabeza en blanco porque sabía que sí se ponía a darle más vueltas al asunto iba a terminar tirándose a la calle apenas vea pasar un auto grande para asegurarse de morir apenas sea pisado.
El ruido de música que se podía escuchar con claridad con cada paso que avanzaba también lo ayudaba a distraerse. Como el mismo ruido venía de la dirección a la que él se dirigía no necesitó de un gran intelecto para darse cuenta de que obviamente esta música era producida por la banda. Mientras oía la melodía pensaba en alguna buena letra que le quedaría de maravilla.

En cuanto menos se lo esperó llegó a la casa. Estuvo a punto de tocar el timbre, pero canceló su acción al ver el portón abierto. Todos estaban allí reunidos afinando sus instrumentos mientras charlaban a excepción de Jay, quien bebía agua y hacía ejercicios para calentar su garganta.

Con cautela se acercó hasta ellos y naturalmente el primero en percatarse de su presencia fue Seongmin, quien le sonrió con alegría al verlo.

—¡Kamden! ¡Viniste! —exclamó, acercándose a él.

—Claro. No iba a fallarles —respondió. Instintivamente alzó sus hombros al sentir la mano de Seongmin sobre él, que lo abrazaba amigablemente.

Ambos se acercaron mejor al garage, entrando en este. Era más grande de lo que Kamden notó en un principio.

—Si viniste al final —dijo Yedam, dejando el bajo a un lado para dirigirse a un costado del garage donde había unos botones.

—¿No te van a cagar a pedos los vecinos por hacer tanto ruido un sábado a la tarde? —preguntó Kamden, cruzándose de brazos. Vio como Seongmin se alejaba de él e iba directo hasta su piano.

—Nah. No se escucha tanto como crees —respondió, luego de apretar un botón. Lentamente el portón comenzó a bajar, dejándolos en completa oscuridad ahí adentro.

—Yedam... creo que deberías haber prendido la luz primero —opinó Taegyun, tratando de estabilizar uno de los platillos.

—¿Vos decís? —replicó, sarcástico. Apretó otro botón y las lamparitas solitarias del techo se encendieron luego de titilar un poco—. Mira, ahora podemos ver tu cara de pelotudo —le dijo, antes de volver a acercarse a Kamden, Seongmin y Jongwoo.

—Y bueno, Kamden, ¿Ya tomaste una decisión? —consultó Jongwoo, no consciente de lo que acababa de provocar en él.

Kamden se paralizó en el lugar, como si toda la preparación mental que estuvo haciendo desde el día anterior se hubiera ido por la borda. Quería responder al instante, pero las palabras no salían. Sus ojos temblaban mientras pasaba su vista por todos, quienes estaban ansiosos por saber su respuesta.