Pasó una semana desde la cena con la familia Yoo. Todo estuvo bastante tranquilo, al menos en apariencia. Sin embargo, las cosas con Minji... bueno, no iban tan bien.
Sabía que algo le pasaba. Podía sentirlo en la forma en que su expresión se endurecía más de lo habitual, en la manera en que evitaba hablar de ciertos temas o cómo su paciencia se agotaba con facilidad. Se irritaba rápido, discutimos algunas veces—nada demasiado grave, siempre terminábamos arreglándolo—pero la sensación de que algo estaba mal no desaparecía.
Era como si estuviera arrastrando un peso invisible que no me permitía acercarme demasiado.
Solo esperaba que no fuera yo el problema.
Esa mañana, la encontré en su casillero, acomodando sus cosas con movimientos lentos y distraídos. Su rostro reflejaba cansancio, y sus ojeras eran más notorias que de costumbre.
—Minji— llamé su nombre, deteniéndome a su lado.
—Hey— respondió sin mucho ánimo, guardando su casco en el casillero con un golpe seco.
Me mordí el labio, sintiéndome nerviosa por la conversación que se avecinaba.
—Oye... lo siento por lo de ayer— murmuré. —No sabía que mi papá los había invitado.
Minji suspiró y sacó un cigarro de la caja de su chaqueta de cuero.
—Está bien— dijo con voz plana.
Encendió el cigarro sin pensarlo dos veces, pero antes de que pudiera llevarlo a sus labios, se lo quité rápidamente y lo tiré en la basura cercana.
—¡Minji! No puedes fumar aquí— le advertí en voz baja, mirando alrededor. —Si te ven con eso te van a correr.
—Iré afuera entonces— respondió con indiferencia, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta.
—La clase ya va a empezar.
—No voy a entrar. Nos vemos en el segundo periodo— dijo, antes de inclinarse para darme un beso en la frente y alejarse por el pasillo.
Me quedé mirándola, sintiendo una punzada de preocupación en el pecho.
¿Estaba molesta? No lo parecía exactamente... pero tampoco se veía bien.
—Hola, Hanni— una voz despreocupada interrumpió mis pensamientos.
Volteé y me encontré con JinWoo, quien pasó su brazo sobre mis hombros como si fuéramos los mejores amigos.
—¿Qué quieres?— pregunté con fastidio, apartándolo.
—¿Ya terminaste con Minji?— preguntó con una sonrisa socarrona.
Rodé los ojos y me zafé de su agarre.
—Deja de joder— espeté antes de entrar al aula sin darle oportunidad de decir algo más.
Durante el segundo periodo, Minji apareció a mitad de la clase. El profesor ni siquiera la miró, como si ya estuviera acostumbrado a su comportamiento.
Se dejó caer en su asiento junto a mí con un suspiro pesado. El momento en que se acomodó, un olor fuerte golpeó mis fosas nasales. Cigarrillo. Pero no solo eso... era un olor más denso, más penetrante, como si hubiera pasado horas rodeada de humo.
Me mareó por un instante.
—Minji— la llamé en voz baja.
—¿Sí?— respondió sin mucho interés.
—Hueles mucho a cigarro. Te pueden descubrir.
Ella solo se encogió de hombros.
—No fumé dentro de la escuela, no pueden hacerme ni decirme nada.

ESTÁS LEYENDO
Hurt - bbangsaz EDITADA
أدب الهواةKim Minji es trasladada a otro colegio después de haberse metido en varios problemas en el anterior. En su nuevo colegio conoce a Pham Hanni, una chica que es todo lo contrario a ella y vuelve su vida todo un caos. Al inicio la mayor tiene un gran o...