Capítulo 2 - Misión: Sasuke Uchiha

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El amanecer llegó anunciado por el despertar de los pájaros y su inconexa melodía frente a una Aldea que aun dormía. Temari, por su parte, no había pegado ojo en toda la noche. Su esposo no volvió de la oficina, algo extraño en él.

Luego dice que yo soy la problemática, pensó mientras abría las puertas y ventanas; buscando respirar mejor. Temari acarició con delicadeza los estantes donde guardaban algunos libros, y luego miró sus dedos, prestando atención a la fina capa de polvo que los cubría.

-Podría haber jurado que limpié esto hace menos de una semana...

-Parece que estás bastante dispersa, hija -la voz de Yosino, la madre de Shikamaru, hizo que Temari voltee rápidamente sobre sus pies-. Tranquila, no buscaba asustarte.

La rubia suspiró, relajando los hombros y recobrando la compostura. No te escuché llegar, musitó; lo cual solo provocó una pequeña risa de la mujer mayor. Esta la animó a contarle qué sucedía, recalcando que una mujer como Temari tenía los sentidos mucho más agudos que cualquier hombre Nara; o, aunque sea, hacía uso de sus sentidos de mejor manera.

-Un cuervo vino anoche -al recibir una respuesta tan corta, Yosino intuyó que sería algo confidencial-. Un cuervo personal del Hokage, para mi.

Haber dicho esa frase revivió los momentos de la noche pasada para Temari, volviéndolos más reales que en ese entonces. ¿Por qué la llamaban? Se supone que Shikamaru estaría trabajando en la oficina, por lo que no corre ningún peligro; ¿qué hizo que no vuelva anoche? Y aun más importante, ¿por qué todo eso le daban tan mal sabor de boca?

Sin perder más tiempo, Temari acomodó su ropa y cabello; pidiendo a Yosino quedar a cargo de Shikadai hasta su vuelta. Debe desayunar bien y a una hora coherente, no me importa si lo considera fastidioso; si fuese por el pasaría todo el día en su cuarto soñando sobre ser una nube. También tiene que ir a su entrenamiento a tiempo, no puede perder la siguiente convocatoria para los exámenes Chunnin; si sube de rango, hay posibilidad de que se le aclaren las ideas.

Yosino asentía con algo de diversión a todas las indicaciones de su nuera, como si ella no hubiese vivido lo mismo con su hijo. Con breves frases buscó tranquilizarla, asegurándole que no pasaría nada malo y que Shikadai estaría bien cuidado. Deseaba decirle algo sobre el cuervo tan urgente que recibió, como que era simplemente una broma de Naruto, mas desde los exámenes Chunnin rumores nacían sobre la estabilidad del nuevo estilo de vida. Además, Yosino no era nadie para decir que todas las misiones saldrían bien, sus años de viuda eran el doloroso testigo de eso. La mujer se acercó al pequeño altar de su esposo una vez Temari dejó la residencia.

-Shikaku, permite que ese cuervo no sea mensajero de malas noticias...

Sosteniendo la cinta morada con las inscripciones de la Torre Hokage, Temari pudo pasar los controles de seguridad sin problemas. La rubia recibió la impresión de que habían más que la última vez que ella visitó el edificio, aunque lo terminó atribuyendo a simples ideas suyas.

Tocó la puerta de la oficina del mandatario con decisión, pasando una vez le dieron permiso. A primeras vistas, el panorama de Naruto en su escritorio acompañado por Shikamaru y Shizune no la sorprendían, tampoco le supuso un shock la cantidad de papeles esparcidos por el suelo; fue solo cuando notó a Ino Yamanaka y Choji Akimichi que empezó a cuestionar aun más toda la situación.

-He recibido vuestro mensaje, Hokage -sentenció, mostrando la cinta entre sus dedos. Naruto sonrió suavemente, cerrando los ojos por un momento en un gesto de amistad.

-Tema, pasa, ponte cómoda -Temari asintió, adentrándose a la habitación y cerrando la puerta tras sí misma. Ino y Choji le sonrieron a modo de saludo, intentando esconder la sorpresa de enterarse que ella también había sido llamada a ese lugar. Shikamaru, por su parte, la miraba fijamente; un brillo de preocupación cubría sus oscuros ojos.

InoTemaCho - Familia NaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora