𝑷𝒍𝒂𝒚 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒇𝒊𝒓𝒆 - 𝐁𝐨𝐤𝐮𝐚𝐤𝐚 (𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞)

Extra

-Mamaa... -susurraba una pequeña figura de 7 años, sacudiendo el brazo de su madre- vamos a desayunar... -seguía intentando despertar a la figura omega que descansaba tranquilamente.

-Kyojuro... -murmuro a su otro lado su padre- deja a mamá descansar... -agarro al pequeño infante de su hombro y lo devolvió a su lugar inicial.

La gran familia descansaba en una cama matrimonial. No era algo que hacían diario pero si sus pequeños hijos les gustaba colarse a la cama de sus padres cuando las noches comenzaban a ser muy frías.

-Pero papá... ya es de día -reclamaba y se movía, tanto que logró despertar a su hermana- Buenos días Kaori... -susurro a su hermana que pacientemente abría sus párpados.

-Buenos días roro... -Bokuto sonrío al ver la tierna imagen de su hija de 5 años llamar a su hijo con el apodo que le dio cuando a ella se le hacía muy difícil pronunciar el nombre de Kyojuro- tengo hambre... -reclamo.

-Yo tambieeeen... -se unió a la protesta el mayor de los hijos.

-Bien, ustedes ganan -se sentó en la gran cama viendo a sus hijos generar distancia entre él y su pareja quien plácidamente dormía- ¿Que desean desayunar?

-¡Tamagoyaki! -exclamó su hija. Rio al recordar que esa fue la primera palabra bien pronunciada que dijo aún cuando era pequeña.

-¡Delicioso! -se levantó de la cama, acomodando las pantuflas en sus pies y yendo al baño a lavarse el rostro- ¿Quien me ayudara a prepararlo? -limpió su rostro con una toalla.

-Yo ¡Yo! Yo quiero ayudar -exclamaba la copia idéntica que tenía su hijo, tanto en personalidad como en físico.

-Excelente roro -chocó los cinco con su primogénito- y tu princesa ¿me ayudarás?

-Mmh... nop -hablo sentándose como indio en la cama- las princesas no hacen esas cosas -acaricio su larga melena grisácea que tenía mechones completamente oscuros. Kaori en verdad lucía como una princesa, más aún con los ojos que heredo de su madre. Una hermosa vista azulada decorada con unas largas pestañas negras.

-Muy bien su majestad -se inclinó ante su hija- le notificaremos cuando su desayuno real esté listo -hablo con un tono elegante pretendiendo ser un mayordomo.

-y también por si se nos quema la comida real -le imitó el juego su hijo.

-Vayan súbditos -ordenó y ambos hombres salieron de la habitación.

Ahora que estaba sola en el cuarto de sus padres, no tenía muy claro que hacer, pero no deseaba quedarse en la cama.

Se levantó yendo a ver a su pequeña hermana en la cuna en donde descansaba rodeada de un almohada larga que impedía que se moviese.

-Buenos días tsum-tsum.. -saludo entre las rejillas de madera de la cuna. El nombre completo de la tercer hija es Natsumi, pero los infantes de la familia prefirieron llamarla únicamente por una sílaba.

De repente la menor de la familia comenzó a despertar por el llamado de su hermana. Mientras despertaban sus ojitos también despertaba su hambre, por lo que con su llanto lo estaba alertando.

Esos lloriqueos fueron alarma suficiente para que Akaashi se despertase de su hermoso sueño. Se sentó en la cama viendo la cuna de su hija menor, mientras los brazos de la bebé se movían incómodamente de su posición.

-Mama... buenos días -le dedicó una sonrisa a su padre recién despertado.

-¿Descansaste bien Kaori? -abrazo a su hija, sentándola en su regazo y le dio un beso en su cabeza mientras adoraba tenerla entre sus brazos.