Los hermanos tortugas han dado un gran paso en sus vidas dando inicio a futuros prometedores de amor y familia. Sin embargo aún hay amenazas a las cuales deben poner punto final para tener una vida de paz con sus familias.
*Cuarta temporada/parte cu...
Narrador: Rapha veía asombrado el lugar, el edificio esquinero que como le había dicho Yelena estaba a unas cuadras de la estación central de policía y también cerca a donde Rita abriría su cafetería.
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–y que te parece?– dijo Yelena a su lado con su radiante sonrisa y su usual mochila rosa para cargar a fluffy.
–es grande– dijo rapha apenas.
–si, eso sí, pero mira el estilo es rustico– decía Yelena –solo hay que mirar el interior, oh mira ya llegó!–
Ante lo dicho ambos voltearon a ver un auto llegar y estacionare junto a ellos y de ahí bajo un hombre ya de edad.
–oh señor Thomas, un gusto verlo– dijo Yelena.
–un gusto también verla señorita– dijo el hombre estrechando la mano de Yelena.
–oh el es mi novio, Raphael y también socio– sonrió Yelena.
–hola– dijo rapha estrechando la mano del hombre.
–oh así que ambos son los interesados en el edificio– dijo el señor Thomas.
–asi es señor Thomas, si no es mucho problema quisiéramos conocer mejor el lugar– dijo Yelena.
–claro, no hay problema, siganme– dijo el señor Thomas.
Ahí el hombre guió a la pareja al interior del edificio abriendo la puerta de la entrada principal. Tanto rapha como Yelena vieron el interior asombrados, sin duda era un lugar grande pero perfecto para el proyecto de Yelena.
El señor Thomas le hizo un tour del lugar a la pareja, les enseñó cada rincón del lugar a la vez que contaba la historia del edificio que llevaba bastantes años.
–y aquí tenemos una buena vista de la ciudad– dijo el señor Thomas guiandolos finalmente a la azotea –y bueno que les parece?–
–es un lugar increíble– admitió Rapha.
–es impresionante, su estructura y está vista– decía Yelena –aunque quisiera preguntar, se puede modificar para hacer un gimnasio?–
–oh quieren abrir un gimnasio?– dijo el señor Thomas.
–asi es, es un proyecto que queremos iniciar, por eso estamos interesados en el edificio– dijo Yelena.
–oh claro, entiendo, no hay problema por eso, el lugar es bastante grande, antes solia ser una tienda departamental de ropa, de seguro con unos arreglos pueden hacer el gimnasio que ustedes desean– decía el señor Thomas.
–entonces podemos tener un trato? Sin duda queremos comprar este lugar– dijo Yelena con una sonrisa determinada.
–oh claro, entonces estaremos en contacto para hacer el papeleo correspondiente– dijo el señor Thomas.
