Capitulo 2.2

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—Pero qué... —____ miró extrañado a la puerta. —¿Estaba así...?

Más dudas sobre el castaño le invadían, si eso seguía y terminaba siendo lo que él sospechaba, su vida ahora estaba colgando de un hilo, este último pudiendo ser cortado en cualquier instante por el otro, claro, solo si no hacía nada para evitarlo.

Pero por ahora solo esperaría hasta confirmarlo, ____ se dirigió a su habitación a intentar dormir, ni siquiera cuando vivía en Londres donde podían atraparlo en cualquier momento era tan agobiante.

—Ugh.... carajo. —____ maldijo al no poder siquiera descansar un poco.

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Al día siguiente cuando apenas lograba cerrar los ojos, la puerta fue tocada un par de veces, ___ se levantó, arregló un poco su cabello para no pareciera tan desordenado y abrió la puerta.

—Vaya, parece que apenas te despiertas, ____. —era Alastor. —Lamento interrumpir tu sueño pero hoy es mi día libre, así que esperaba poder mostrarte lo hermosa que es Nueva Orleans.

Como siempre, Alastor tenía una sonrisa adornando su rostro, aquella sonrisa que algo escondía.

—Eso suena bien... solo dame un momento. —accedió a la sugerencia del castaño.

—¡Genial! —entonces festejó y luego añadió. —Te espero fuera.

A continuación, ____ cerró la puerta y se vistió con algo casual, para no demorarse tanto en salir.

—Bien, entonces, ¿partimos ya? —Alastor cuestionó.

—Por supuesto.

Así ambos salieron de casa, recorriendo las calles de Nueva Orleans.

____ parecía un pequeño niño al cual, Alastor, tenía que mantener vigilado pues en cualquier momentos podría irse a otro lado, perdiéndose de vista, en el camino una mujer rubia, de estatura baja los avistó, específicamente a Alastor, lanzándose a sus brazos con emoción.

—¡Alastor, cariño! Siempre es un placer verte. —la mujer le saludó, tomando una de las mejillas de Alastor, apretándola ligeramente.

—¡Mimzy! El placer es todo mío. —Alastor al igual que ella se mostraba alegre. —Siempre tan encantadora, dulzura.

—Eso es muy obvio, mi querido Alastor. —Mimzy, a pesar de haber admitido el comentario con casi mero narsicismo amaba los cumplidos. —¿Y quién es tu amigo?

Mimzy dirigió su mirada a ____ quien observaba todo con una sonrisa algo incómoda pues obviamente había una persona de más y no era la rubia.

—Es verdad, casi olvido presentarlos. —Alastor rió y continuó. —Mimzy, él es ____; ____ ella es Mimzy una muy preciada amiga mía.

Mimzy antes de presentarse correctamente miró a ____ una vez más y lo inspeccionó de arriba a abajo.

—Vaya, mi querido Alastor, sin duda alguna tu amigo es tan encantador como tú.

—Muchas gracias, señorita Mimzy, es un placer recibir un halago por parte de de una mujer como usted. —____ agradeció el comentario aunque realmente no le importaba en lo más mínimo.

—Ay, no hay nada que agradecer. —Mimzy sonrió. — Y dime, ¿de dónde eres, ____?

—Bueno yo soy de-.... —____ se vio interrumpido por el castaño.

—Oh, mi buen amigo ____ es de-.... —Alastor fue interrumpido cuando ____ puso una mano sobre su boca para cubrirla y así poder hablar por si mismo.

—Soy de Londres, señorita Mimzy. —____ no pudo evitar sonreír de satisfacción al notar una mueca de molestia en los labios de Alastor aún la sonrisa de este siendo presente.

—Vaya, con que eres inglés, wow, conque alguien de alta sociedad, huh. —ella sonrió alegremente, bromeando.

—Yo no lo hubiera dicho así pero no se aleja tanto de la realidad. —___ rió.

Mimzy parecía disfrutar de la compañía de ambos caballeros notablemente, así colándose en el dúo mientras recorrían Nueva Orleans.

—Oh, vaya que es tarde, tengo que irme. —Mimzy avisó pero era más que obvio que solo era una excusa para irse. —A estás horas es peligroso estar fuera.

Efectivamente, era tarde, sin embargo en Nueva Orleans la noche era joven aún.

—Ella tenía algo que hacer, ¿no es así? —____ preguntó.

—Es muy probable. —Alastor rió al ver qué ____ también se había dado cuenta de aquel comportamiento.

Luego de ello no pasó mucho tiempo para que ambos regresaran a casa una vez más.

Al menos por esa noche, ____ pudo descansar más tranquilo que en noches anteriores gracias a qué poco a poco tomaba más confianza con el castaño. Aunque eso no quitaba el hecho de que seguía sospechando ligeramente de él.

Las probabilidades hasta el momento de que Alastor fuese quien estuviese detrás de esos crimenes era poca, pero no nula. Algo había detrás de esa estúpida sonrisa suya y no era bueno.

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olaola aquí uno más, quien diablos escribe en la noche? yo por supuesto xd el tiempo de día no me alcanza

siento que esto avanza lento pero no faltará mucho para que se ponga realmente interesante, eso espero al menos

Atte: Dommie ♡

Sinner •|•|• AlastorxMale!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora