Izuku corria por los pasillos de la escuela, dirigiéndose a toda velocidad hacia su salón de clases.
"Llego tarde, llego tarde, llego tarde" pensó el peliverde para sí mismo, sabiendo muy bien que Aizawa-sensei lo regañaría por ello.
Izuku dobló la esquina, sólo para terminar chocando con una chica, hundiendo su cara en sus pechos. La chica había sido lo suficientemente fuerte como para no caer al suelo por el fuerte impacto.
"Ups. Deberías tener más cuidado por donde vas" dijo la chica en un tono un tanto regañon, mientras le daba palmaditas en la parte superior de la cabeza, haciendo que él alzara la mirada hacia ella.
"¿N-Nejire-chan?" Dijo Izuku, reconociendo al estudiante de tercer año frente a él. "L-lo siento, es que tenia prisa y…" explicó, separándose de ella y mirándola.
La niña sostenía una pequeña paleta de naranja con una de sus manos. Ella estaba sonriendo mientras lo miraba. Llevaba el uniforme del colegio, con la falda dejando ver sus muslos y un poco de su ropa interior blanca.
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"Oh, que chico tan malo. Jeje~" dijo Nejire, mientras lo tomaba del brazo y lo obligaba a seguirla. "Ven conmigo"
"¿E-eh? ¡¿N-Nejire-chan?!" Se quejó Izuku, tratando de liberarse de su agarre. Pero ella era demasiado fuerte, más de lo que esperaba.
Nejire lo guió hasta el armario del conserje, cerrando la puerta detrás de ella, atrapándolo con ella dentro.
"Umm... ¿qué estamos haciendo aquí?" preguntó un nervioso Izuku.
"Tal vez no lo sabes, pero Midnight-sensei me nombró como la nueva inspectora de pasillo" explicó Nejire, mirándolo con una sonrisa. "Y pienso castigarte por todos tus crímenes cometidos el día de hoy~"
"¿Crímenes?" repitió un Izuku confundido, solo para sentir el dedo de la chica metiéndose en la nariz.
"Sí, sí. Crímenes", dijo Nejire con una sonrisa. "Primero, está prohibido correr por los pasillos. Segundo, chocar conmigo solo empeoró la situación. Y finalmente, llegar tarde a clase también está prohibido. Así que ahora estás en problemas"
"¡Pero Nejire-chan...!" Intentó decir, pero la chica no le dejó hablar.
"Ahora, no te preocupes. Soy un héroe en el entrenamiento, te daré un lindo castigo para que puedas mejorar" explicó Nejire con una sonrisa. "Ahora quítate los pantalones"
"¿Eh? ¿Q-Quitarme los pantalones?" preguntó, sorprendido.
"Ya me escuchaste" dijo la peliazul, empujándo a Izuku contra la pared, antes de comenzar a quitarle los pantalones, sin vergüenza.
Izuku intentó detenerla, pero no pudo competir con su fuerza. Le bajó los pantalones y la ropa interior hasta los tobillos, dejando al descubierto su pene, que estaba medio erecto por el contacto con el cuerpo de la chica.
