No llora...[GOBB]

Cap 6

Narrador P.O.V.:

La operación había sido un éxito, Hellish había sido "dormido" durante un corto periodo de tiempo, estimaban que sería alrededor de tres o cuatro días.

Los casos esperaban ansiosos la presencia del demonio colorado, tenían muchas preguntas que por reglas no podían ser respondidas por los científicos. Creían que algo malo estaba pasando, habían sido avisados que por problemas la nueva inauguración se había retrasado, lo cual les ponía nerviosos, con ellos(o la mayoría) no había pasado nada malo, y suponían lo peor de lo que haya pasado.

Se encontraban en el comedor charlando entre ellos de diversos temas; la juntada que tendrían hoy, que se suponía que había pasado esa mañana, etcétera. Hasta que después de algunas horas el demonio había hecho presencia.

- ¡Banban! Llegaste.- Exclamo con alegría Jumbo, llamando la atención de los casos presentes que charlaban junto a él.

- Creíamos que te había pasado algo mal.- Dijo Leena acercándose al demonio, que se encontraba parado recto en su sitio, sin mover ni un músculo.

- Sí... sí, estoy bien.- Murmuro, para luego recibir un fuerte abrazo de la albina que lo esperaba ansiosa.

- ¿Qué traes ahí?- Se metió Tarta, que se había quedado atrás junto a Opila, había notado que en manos el colorado traía una pequeña caja.

- Son... pastillas.- Concluyó nervioso.

- Sí, se nota, ¿pero para qué?- Volvió a dudar el ave azulada, recibiendo un aletazo por parte de Opila, que lo miraba molesta.

- Tarta, ya, son muchas preguntas para el chico.- Alerto el ave.

- Vale...

Banban había escapado de la situación, dirigiéndose a agarrar un vaso de chillantes colores, rellenándolo de agua fría, no se sentía muy bien últimamente. Los demás compañeros se sentaron en las mesas donde antes permanecían, a excepción de cierto caso verde, el cual acompañó a Banban a la pequeña cocina.

- ¿Para qué tomas las pastillas?- Pregunto Josh hacia el demonio.

- Para algunos dolores que tengo en el cuerpo, y algunas alucinaciones o cosas así.- Susurró lo último lo suficientemente bajo como para que el mayor no lo escuchase.

- Ow... Creo que eso nos ha pasado a todos, aunque nunca nos recetaron analgésicos, solamente nos hacían tomar reposo.- El vaso del demonio se colocó en el lavabo, ahora los dos se dirigían a la gran mesa donde los demás charlaban.

- ... Y es por eso que digo que debemos escapar.- Finalizó una plática Nabnab.

- ¡Eso es estúpidamente arriesgado, Nabnab!- Exclamo Nabnaleena.

- Vamos, ¡deben darme la razón!- Dijo la araña azulada.

- En cierto punto estás bien, pero como diio Nabnaleena, es muy arriesgado, no creo que siquiera tengamos la posibilidad de hacer ni una de las cosas que dijiste.- Aseguro el pulpo, la intriga que el dúo cargaba era insoportable, querían saber de qué hablaban.

- ¿De qué hablaban?- Preguntó el demonio, interrumpiendo la plática.

- Nabnab cree que debemos matar a todos los científicos y escapar al exterior- Explico cansado el capitán Fidless.

- ¿Estás loco? Eso es literalmente imposible.- Asumió Josh.

- Pues... pensándolo mejor... si reunimos a la reina, el sheriff y el bufón lo podríamos hacer, seríamos los suficientes para acabar con todos los científicos y médicos.- Declaró Banbaleena.

- Deberíamos hablarlo con los demás cuando bajemos... y si lo logramos hacer, no sabemos si lograremos... salvar a todos.- Dijo Seline con cara de preocupada.

- ¡Debemos lograrlo! Todos aquí somos medios... Iguales. Es medio injusto que escapemos nosotros y dejemos de lado a los demás.- Banbaleena opino alzando la voz. En sí, era realmente injusto que solo ellos escaparan y dejaran atrás a aquellos casos que se ocultaban tras las sombras.

- Debes entenderlo, razonar, no lograremos salvar a todos ni loco.- Dijo Banban, con un tono y expresión extrañamente tranquilo.- Desconozco cuantos casos hay aquí adentro, pero de seguro son demasiados para nosotros. No por nada los laboratorios están llenos de estanterías con múltiples papeles de experimentos.

- ¡Exacto! No conocemos del todo bien a guardería, quién sabe cuantos secretos y casos hay debajo que no hemos descubierto.- Volvió a hablar Josh, tomando del hombro a Banban mientras veía la expresión decepcionada de Banbaleena y Seline.

- No es muy justo... Pero supongo que si eso garantiza nuestra seguridad...- Susurro Seline convencida. Por otro lado, Banbaleena aún seguía decidida de seguir con su idea de rescatar a la mayoría de los casos.

- Lo hablaremos debajo, apresurémonos. No quiero cruzarme con ningún humano.- Banban terminó la conversación. Se levantó de la banca en la cual estaba sentado, mientras que los demás experimentos hacían lo mismo. Él no tenía ni la más mínima idea de donde se encontraba el ascensor.

- ¿Están seguros de hacerlo ahora? Sé que es viernes, pero si nos encuentran fuera de las habitaciones a altas horas nos llevarán a la penitenciaria por el resto del fin de semana.- Habló Flynn. Los humanos "responsables" tenían la costumbre de ocultarlos de la luz del sol y mantenerlos bajo arresto si no cumplían las reglas.

- Lo sabemos, pero el que no arriesga no gana.- Bromeo Nabnab.

- ¿Si no cumplen las reglas, los encarcelan? Qué estupidez...- El demonio colorado susurro aquello último.

- Seh... Es una de las muchas reglas.- Respondió Fidless.- Ellos pueden encerrarnos si desobedecemos.

Banban bufo. Él había creído que se había escapado del confinamiento y las múltiples reglas, pero se había dado cuenta tarde de que ese sitio podía ser peor que las salas bajar, y era algo difícil de conseguir.

Las salas bajas, o al menos los pedazos que él conocía(únicamente las celdas de niños malos), eran sitios polvorientos y descuidados, donde ninguna alma más que las obligadas se atrevería a pisar aquellas celdas.

Sus ganas de escapar de aquel sitio aumentaron, e intentaría hacer de todo por cumplir su objetivo.