"Weppp... ¿Ro?..."
Hubo un silencio antes de que Romina pudiera reaccionar. Permaneció quieta en la bañera mirando fijamente la puerta del baño. Era obvio que era Agostina, reconocería su voz en cualquier parte, además es la única que solia decirle "Ro" en vez de "Romi" o "Romina"como estaba acostumbrada...
"Si...?, ¿Quién es?" Romina dijo poniéndola un poco a prueba.
"Soy yo...Agostina" Romina estaba nerviosa, desde que llegó se había pasado casi tres días pensando en Agostina, en su sonrisa, sus ojos, sus tatuajes, su... y ahora poder escuchar su voz profunda y gruesa mas cerca era algo que Romina esperaba, lo que no esperaba era que tuviera tanto impacto en ella. Aún le cuesta dimensionar que es lo que le está pasando.
"Tas viva Romina? No me hagas asustar boludaaaa" Agostina dijo riendo desde el otro lado. Romina escuchó cada palabra y no pudo evitarlo, pero cerró los ojos. "Si no hablás voy a tirar la puerta", Romi abrió los ojos rápidamente y tartamudeo algunas palabras
"Ehhh ss-i... si... boluda banc..." Romina no hizo tiempo a salir de la bañera y colocarse el toallón. La policia abrió la puerta e ingresó al baño sin más, con el termo debajo de su brazo izquierdo y sosteniendo el mate con la otra mano frente a Romina. Llevaba un ajustado conjunto deportivo. Le sonrió.
"Te traje mate" Le dijo, "te vas a deshidratar acá con tanto vapor"
Romina por fortuna tenia la malla puesta, sino se moriría de vergüenza. Aún así la presencia de Agostina la dejó descolocada, y su mirada inocente aún mas.
Agarró el mate y rozó sin querer sus dedos y por una milésima de segundos sintió un consquilleo allí.
*Basta Romina!* se insultó internamente.
"Que onda la estadía otra vez por acá?" Le preguntó la policía mientras comenzaba a dar vueltas por el baño examinando puntos ciegos, a la espera de que Romina terminara el mate. No evitó apartar la mirada de su espalda tatuada, realmente le impresionaba esta mujer pero no sabía específicamente como ponerle palabras a lo que sentía. Quizás la admiraba, aunque no tenia motivos aún, puesto que apenas la empezaba a conocer realmente. Reconoce que fuera de la casa se equivocó en su parecer.
"Me siento como en casa, me sorprende no haberle perdido la costumbre" contestó mientras daba un sorbo.
"Lo que pasa es que estuviste mucho tiempo vos" le dice Agostina
"Miraste el GH del año pasado?" Fue lo primero que se le ocurrió decir, no estaba nerviosa pero estaba tensa.
"Por supuesto!" Exclamó la otra, con tono de sorpresa
"Y cual era tu favorito?" Insinuó Romina mientras le tendía el mate
"La cocinera" soltó con voz profunda Agostina mientras agarraba el mate "Si queres mas chiflame" dijo sin restarle mayor importancia, le guiñó un ojo y salió del baño.
Romina quedó todavía petrificada, todo este tiempo tensando los músculos sin haberse percatado. Sentia su mente como en medio de una nebulosa.
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Más tarde...
Mientras sonaba Babydoll de Dominic Fike por los parlantes, Romina no dejaba de mirarse en el espejo notando lo sexy que estaba. Emmanuel se habia ofrecido a hacerle unas ondas en el pelo, mientras ella tenia ganas de ponerse linda, asi que trazó un delineado y se colocó un leve labial nude. Se sentía con las pilas cargadas.
Al llegar a la cocina dio una última revisada a su makeup en el reflejo de los espejos. La puta madre. Se le habia corrido un poco el labial, iba a tomar un trapo para emparejarlo cuando de repente Agostina, que acababa de volver de afuera, se le acerca y se le planta atrás.
Por encima de su hombro derecho le dice "hola cocinera" y Romina pega un saltito sorprendida. Agostina comienza a reirse, realmente no entendia a esta mujer, no entendía tampoco si ella también sentia aquella tensión que se generaba en el ambiente o era pura locura de su mente.
"Poli me asustaste" le dice haciendo puchero y rezongando, "hiciste que se me corriera el labial" miente. Ya lo tenia corrido de antes pero es que no sabía que decir.
"Ay a ver" Agostina deja sobre la mesada lo que había tomado y se le vuelve a acercar "yo te ayudo" le dice.
Romina ya estaba invadida por todas las emociones y sensaciones que puede generar el hecho de tener una mujer como Agostina, con esa energía masculina que la embriagaba más y más.
Suspiró y se dispuso a elevar el menton para que la otra pueda tener una mejor visión. Agostina deslizó suavemente su dedo por la comisura del labio de Romina despejando la zona corrida de labial. La mas alta miraba con suma concentración.
A Romina se le cortó la respiración. La distancia que había entre ambas ahora era muy escasa. Un paso en falso y chocarían sus narices. Quería estar tranquila pero los latidos fuertes en su pecho no colaboraban.
*Es una boludez esto por dios despertate!* se recriminó en su mente. No le gustaba para nada perder el control de sus emociones.
"Ahí estamos" dijo derepente Agostina sacandola de sus pensamientos "fijate si quedó"
Romina dio media vuelta nuevamente hacia el espejo, su mirada estaba puesta en sus labios pero se encontró atrapada en esos pensamientos ¿por qué ella estaba imaginando que tropezaba y Agostina la sostendría con sus brazos fuertes para evitar que se caiga? Y más aún ¿por qué ella no sentía la necesidad de querer acortar la distancia?
Las manos de Agostina la sacaron de su burbuja.
"Permiso Ro, guarda" Agostina se sostuvo levemente de las caderas de Romina para pasar detras de ella sin chocarla y seguir buscando lo que sea que estaba buscando, pero acabó rozandola levemente con su pelvis.
Romina no pudo evitar sentir que su corazón no era lo único que palpitaba.
