💍La boda💍

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Por fin, el tan esperado día llegó y sentía que se iba a morir de los nervios

-Ya, ya, deja de dar vueltas, me mareas- reprochó Miroku con un ligero tono de burla ante el nerviosismo de su amigo -Todo va a salir bien, ya lo verás- Completó con una sonrisa

Inuyasha inaló todo el aire que le permitieron sus pulmones y exaló durante varios segundos para calmarse un poco, o al menos intentarlo. Miroku terminó de ayudarlo a arreglarse y le dió una gran felicitación porque según él, la ropa le quedaba mejor que a él el día que se casó con Sango.

Inuyasha vestía un montsuki hakama que consiste en un kimono negro de mangas largas y un pantalón amplio o "Hakama", un chaleco con el emblema familiar o "mon" en la parte trasera. Junto con el Montsuki hakama, llevaba su espada, pero más que como arma ahora era una decoración, además de un Haori grisáceo sobre el kimono negro. Así como un "kanzashi" (pinza para el cabello) decorativo en su peinado.

Partieron hacia el lugar donde sería la ceremonia, el cual era un prado rodeados de árboles sakura por el que atravesaba un arrollo calmado y hermoso.

Mientras, en otro lugar no muy lejano de ahí. Una chica de cabellera azabache se encontraba terminado de arreglar con ayuda de su mejor amiga

-Y... Listo- dijo Sango apartándose de enfrente para que pudiera verse al espejo- Estás radiante Aome- añadió su amiga sonriente

Aome vestía un uchikake o kimono de novia de color blanco, color que simboliza la pureza, el cual incluía hermosos bordados florales. Su cintura era adornada por un obi de radiantes colores dorados y sobre su cabeza reposaba un tsunokakushi, el cual es un accesorio similar a una capa que cubre el peinado de la novia, peinado que consistía en un moño recojido con un broche de bellas flores blancas. Sus labios se veían rojos pasión puesto que Sango le había puesto labial. Una sobra verde clara adornaba los ojos de la azabache y en sus mejillas un leve tono rosado adornaba su piel.

Aome se miró al espejo dudando por un segundo si la del reflejo realmente era ella. Puede que en su época Sango hubiera sido una gran modista.

Shippo y Rin caminaban lentamente por la alfombra Roja que conducía al "altar" precedidos de la novia

Cuando la vió llegar su corazón triplicó el ritmo de latidos. Ella se colocó junto a él regalándole una calidad sonrisa llena de nervios y el se la devolvió.

Mientras el sacerdote hablaba y hablaba y seguía hablando, Inuyasha solo podía imaginar un futuro junto a la mujer que amaba y también en 『¿Es que acaso este hombre nunca se va a callar?』Realmente estaba colmando su paciencia. Todo el enojo desapareció cuando sintió la pequeña mano de Aome sujetar la suya y entrelazar sus finos dedos con los de él. Cuando por fin el hombre término de hablar se besaron con desmesurado cariño y todos los presentes aplaudieron eufóricos.

La boda se realizó de la manera normal en que los humanos lo hacían pero lo más parecido a la época de la miko para que se sintiera en casa. En el banquete las risas no faltaron, ni los bailes, ni el descubrimiento de alguna parejita por ahí o incluso los viejos amigos que fueron presentaron a sus esposos/as y algunos incluso a sus hijos/as. Fue un día maravilloso pero sin embargo, pudo notar que algo opacaba aquella hermosa sonrisa que lo hacía sentirse débil e indefenso.

- ¿Los extrañas mucho?- pregunto de pronto en un susurro captando enseguida toda la atención de la chica- A tu familia, tu mamá, tu hermano y tu abuelo. ¿Los extrañas mucho?

- Sí...- respondió después de un rato de silencio en el que pareció estar buscando las palabras correctas para hablar- Pero estoy feliz, porque aunque no puedo estar con ellos estoy con el resto de mi familia- continuó mirando a sus amigos quienes reían recordando viejos tiempos- Y estoy contigo- completo sonriendole

Tal como eresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora