Capitulo 3

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Siwon veía sobre el cofre de su camioneta. Sus ojos escaneaban el área hasta que vio un pequeño mechón de color naranja sobre la verde hierba. Sonrió. Su pareja realmente estaba tratando de esconderse. Muy mal que su cabello lo delatara.

—Veo algo naranja —dijo Siwon.

—¿Siwon? ¿Realmente eres tú?— la pequeña voz venía de la dirección del cabello.

—No, es el grande y malo lobo que va a castigar a su pareja por dejar la casa y ponerse en peligro. —Sonrió cuando una cabeza apareció por el lado de la parrilla de la camioneta, sus ojos verde jade lo vieron.

—No entiendo. Tú no me quieres. —Heechul se tensó.

Colocó las manos en sus caderas viendo hacia su pareja. — ¿Quién te dijo eso, calabaza?— El veía cómo todo el cuerpo de Heechul salía del frente de la camioneta. Lentamente caminó hacia Siwon, su cabeza hacia atrás para poder ver la cara de Siwon.

Heechul dio un paso acercándose, sus ojos húmedos por las lágrimas.

—Nadie, pero te fuiste. Huiste. —Su pareja se limpió los ojos. Siwon podía ver que había esperanza en ellos y un poco de miedo, corrección, mucho de eso.

—Entra en la camioneta, calabaza. El amanecer está cerca. —El alivio inundó a Siwon. Se hubiera vuelto loco si no hubiera sido capaz de encontrar a su pareja. Quería desgarrar la garganta de todos por permitir que el pequeño chico saliera caminando por la puerta del frente. ¿Qué tipo de loca operación tenían si permitían a su pareja salir a mitad de la noche?

Había malditos vampiros, no era seguro.

No quiso oír las excusas de Chanyeol de que no podía detener a Heechul en contra de su voluntad. El Alfa debería de haberlo sabido bien.

Siwon había salido a buscarlo por cada maldito camino en la mitad de la noche. Si él hubiera estado en su forma de lobo, hubiera sido capaz de encontrarlo hace horas. Pero temía que Heechul pudiera necesitar la camioneta para una rápida transportación si estuviera herido.

Si no lo hubiera encontrado pronto, iba a cambiar para localizarlo. El tiempo no estaba de su lado y comenzaba a entrar en pánico hasta que vio el mechón naranja en la distancia.

Gracias a los dioses no era necesario. Su bola de fuego se sentó en el asiento del pasajero a salvo. —Ponte tu cinturón de seguridad, calabaza. —Cuando Siwon jaló el cinturón sobre su hombro, Heechul gritó y movió las manos frente a él.

—Espera, mi bolsa negra.

—¿Tu qué?

—Mi bolsa. La que me dio Wonwoo con mi equipo. Está en la hierba. —Heechul señalaba desesperadamente con su dedo hacia afuera de la ventana al alta hierba.

Siwon vio al cielo que ya se estaba poniendo rosa mientras estacionaba la camioneta. Ellos necesitaban apresurarse, maldita bolsa negra si se les acababa el tiempo.

Suspiró y salió con su pareja para buscarla. La maldita cosa tenía que ser negra.

Oyó un grito de alegría cuando Heechul se agachó. —La tengo. ―Heechul sonrió sosteniéndola en alto y mostrándosela.

—Vámonos, el amanecer está cerca. —Siwon ayudó a su pareja a subir y entonces subió a su lado. Si él presionaba el acelerador, ellos llegarían a tiempo. No tenía elección. Esa era su única opción mientras el cielo comenzaba a iluminarse.

Heechul sacudió la cabeza mientras colocaba la bolsa negra en su regazo. —No voy a explotar. Puedo manejar algo de sol. Mi piel podrá tener ampollas si permanezco al sol mucho tiempo pero no me freiré. Además, es solo el amanecer, así que no hay necesidad de alarmarse. Pero si necesitas apresurarte, no voy a detenerte, solo quiero que sepas que puedo estar afuera. Al menos hasta el mediodía. Entonces mi piel se quema y mis ojos se secan, pero traigo gotas para eso, así que estoy preparado, solo por si acaso.

Manada Park #16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora