El Príncipe Que Odiaba Los Cuentos De Hadas. Terminada

Tres

Capítulo 1: Rechazo de la Naturaleza Omega:
Acepta que ser Omega es una debilidad y un obstáculo para alcanzar el éxito y el respeto en la sociedad. Para convertirte en un Alfa, debes despreciar tu condición Omega.
Rechaza cualquier aspecto de tu identidad que te haga parecer débil o vulnerable.
Suprime tus instintos naturales y adopta una actitud de superioridad hacia los Omegas, aunque tu  si eso significa desafiar las normas y expectativas sociales.
Recuerda que ser un príncipe omega solo traerá una guerra con el pueblo, serás una deshonra para el pueblo, debido a que eres débil y no podrás salir a la guerra.
Ser omega varón es ser un fenómeno, repite una y otra vez, hasta que lo creas.

El omega suspiró y limpió sus lágrimas, leyó la carta que había escrito.

"Actualmente tengo once años, mis padres me quieren casar con la hija de los reyes de Alemania, yo no quiero eso... La príncipe sueña con encontrar un príncipe azul, yo sueño también con encontrar un príncipe azul que me salve de este horrible castillo; me imagino a mi príncipe azul que sea un alfa... Aunque para mamá es una deshonra, nadie debe de saber que pienso. Quiero que mi príncipe me ame, que me saque de este castillo y me lleve a conocer nuevos lugares, quiero que a mi príncipe le guste ayudar a las demás personas, que sea inteligente y apuesto, sueño con conocer a mi príncipe antes de los dieciocho, ya que después de esa edad estaré comprometido con la princesa de Alemania. Quiero que mi príncipe me saque de aquí y podamos tener una familia... Me gustaría que cada mañana me despertara con un beso, con una sonrisa y empezar el día a su lado, que me lleve flores hermosas, que hagamos el desayuno juntos mientras hablemos de los planes de nuestro día, que me reciba con una abrazo cada que regrese del trabajo... Pero estos son solo sueños estúpidos, solo así los puedo llamar, me sentiré peor, pero es algo que no puedo evitar, quiero un príncipe azul, yo no quiero ser un príncipe azul..."

Pasó a la siguiente página, sabía que todo esto le dolía, pero si no lo leía, jamás podría ser libre.

Antes de seguir leyendo la puerta se abrió, Harry se alarmó y se colocó de pie, su madre estaba ahí.

—Hola cariño.— El omega sonrió forzosamente.

—Hola mamá, ¿Qué tal su viaje?— Se quedó en su lugar, no sabe porque, pero un miedo invadió su cuerpo.

—Bien, tu padre se quedó, me regresé con urgencia.—

Su madre comenzó a caminar hacia él.

—Que bien ¿Verdad?— Asintió.

—Eres un estúpido ¿Verdad?— El pecho se Harry se oprimió.

—¿Qu-e...?—

Su madre llegó y le dio una cachetada, luego lo tomó del cabello.

—Mamá me duele ¡Mamá!—

—¿Por qué la habitación huele a alfa?—

—Mamá suéltame...— Sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Tienes prohibido llorar ¡Lo sabes!— Le dio otra cachetada más fuerte, este golpe ocasionó que su labio sangrará. —¿Te acostaste con el príncipe?—

—¡Mamá!— Gritó.

—¡Responde!—

—No...—

—¡Es mentira!— Le dio otro golpe más fuerte.

Este golpe ocasionó que Harry cayera a la cama, comenzó a llorar.

—¿Te dio flores por quitarte la virginidad?— Tomó las flores y se las tiró en la cara.

—Mamá por favor.— Suplicó.