28. De una espina, nace una rosa

19K 1.7K 1.1K
                                    

Arden Dozvert

Con delicadeza, sus dedos trazan líneas invisibles a lo largo de mi abdomen.

—Has estado muy callado —Amber, quien descansaba con su cabeza en mi pecho, se sienta en la cama, aferrándose a la manta que cubre su cuerpo—. ¿Sucede algo? Te he sentido extraño.

—No es nada, estoy bien —respondo, aunque mi voz carece de convicción.

—Arden, sé que te pasa algo, es obvio. Creí que era por Deian, pero esta tarde fue dado de alta y el médico confirmó que está en perfecto estado. Entonces, dime, ¿qué te preocupa? Sabes que puedes confiar en mí.

Deslizo mi mano hasta su rostro y con el pulgar le acaricio la mejilla. Su piel es suave como la seda, y sus ojos, tan cautivadores, que no puedo apartar la mirada.

¿Puedo confiar realmente en ti, Amber Middleton?

—Estoy algo nervioso porque en tres días es el juicio de adopción y me inquieta que la prensa se entere, tienen una habilidad especial para joder las cosas.

—Todo saldrá bien —toma mi mano—. Y hablando de la prensa... ¿Continuarás evadiendo el asunto?

—¿A qué te refieres?

—No has mencionado nada de lo que ocurrió.

—Es que no hay mucho que decir. Solo son programas basura de chismes, inventando historias ridículas.

—Bueno, las fotos eran lindas —su tono lleva un matiz de reproche. Me incorporo—. Después de todo lo que ha ocurrido, me alegra ver que tu relación con Daph ha mejorado.

—No es que nuestra relación haya mejorado. Simplemente compartimos un interés común: la felicidad de Deian. Pero nunca podría simpatizar con alguien como ella. Aún no comprendo por qué mi hijo la aprecia tanto.

Por supuesto que lo sé.

—Tiene sus momentos, como todos, pero en el fondo es una buena persona.

—No considero que alguien que lastima a otros utilizando su historia personal sea bueno, cara. Según lo que dijiste, ella ni siquiera mostró un ápice de empatía cuando le contaste del accidente, después de haberme causado un ataque de ansiedad con su manera de manejar. ¿O sí?

Inyecto un tono acusatorio en mi pregunta, y Amber niega rápidamente.

—No, no lo hizo —su mirada, fija en la mía, es dulce y su voz, firme—. Pero seguro se debía a la imagen equivocada que tiene de ti. Digo, luego fue a disculparse en tu oficina... no lo sé. Prefiero creer que mi amiga sigue siendo la misma de siempre.

Sonrío ampliamente.
Mis dedos regresan a su rostro, y acto seguido, la beso.

"Sé lo que pasó con tu hermana.
El chef me contó algo al respecto.
Esa noche llegué a casa y busqué la información en internet. Por descuido Daphne vio mi búsqueda" Esas palabras que Amber pronunció hace un tiempo, han estado resonando en mi mente estos días.

No coincide con la versión de Daphne, ni con su nueva versión.

—Al final, tal vez no sean tan amigas como parece —reflexiono.

Se aleja rápidamente y sus ojos, esos hermosos y cautivadores ojos capaces de penetrar en las profundidades de mi ser mientras me miente, capturan mi atención, alarmados.

—¿A qué te refieres?

—Déjalo, cara.

—No, quiero saber. ¿Por qué dices eso?

DOZVERT © [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora