Estoy entrenando

33 5 2
                                    

Antes de empezar quisiera recordarles que la historia no es de mi autoría, es una traducción de la historia "Dimples" de la autora

---------------------------------------------------

Esa noche decidieron quedarse fuera un poquito más, solo ellos dos. Se excusaron mutuamente diciendo que probablemente este sería el único momento que estarían a solas, por lo que deberían aprovecharlo al máximo. Pero vamos, ambos sabemos que ese no es el caso ¿verdad?

Comieron ramen juntos en una tienda de ramen local en la calle como cena. Allí piden que su ramen sea bastante picante, lo que a Katsuki no le importaba, básicamente vivía de la comida picante. Pero Izuku, por otro lado... no lo manejó tan bien como pensaba. Seguía teniendo que pedir que le volvieran a llenar el vaso con agua, sentía que le ardía la nariz y le picaba con cada bocado, hasta el punto de que había empezado a sollozar dos veces por minuto, además de sentir su boca como si estuviera en llamas. Para su humillación, el restaurante lo hizo lo menos picante posible, ya que Izuku lo había así lo pidió.

Katsuki frotó la espalda del hombre de vez en cuando, vacilante. Quería intentar ayudar, pero no funcionó ya que estuvo tratando de contener la risa todo el tiempo.

Deberías haberme dicho que no te gustaba la comida picante, idiota

Simplemente no quería arruinar tu estado de ánimo, Kacchan -suspiró -bien igualmente, necesitaba desarrollar mi tolerancia a las especias

Entonces eso no hizo absolutamente nada para desarrollarlo

¡Oye! ¡Es un comienzo! -Izuku empujó ligeramente el hombro del hombre más alto juguetonamente

Katsuki se dedicó al baloncesto, lo que a Izuku le hizo muy feliz. Hizo feliz a Katsuki, por eso él estaba feliz. Todavía no era temporada de baloncesto, pero cuando lo era, cambiaba un poco su agenda y le hacía abandonar uno o dos cursos para poder reemplazarlo con baloncesto.

Pero por ahora, simplemente asistiría a la práctica antes o después de la escuela. Él podría hacer ambas cosas si quisiera, pero en cambio también quería pasar ese tiempo consigo mismo. Correr.

En realidad, no, esa no fue la verdadera razón por la que decidió que sólo iría después de la escuela. En realidad, era porque si decidía ir antes de la escuela, eso reduciría su tiempo con Izuku, pero él no lo admitiría, por supuesto que no.

Izuku siempre se detenía en las puertas del gimnasio, observaba al hombre lanzar la pelota al aire y siempre terminaba atravesando el aro.

Observó al macho saltar mientras lanzaba la pelota cada vez, y notó lo concentrado que parecía el otro. Sin embargo, no se quedó por mucho tiempo, ya que a veces recibía miradas extrañas de la gente.

¿Pero hoy? Bueno, decidió quedarse. Decidió quedarse y observar al rubio. No habían pasado ni 5 minutos antes de que se diera cuenta de que lo estaban empujando hacia el enorme gimnasio; unas manos más pequeñas que las suyas, habían empujado contra su espalda, la puerta de la entrada estaba abierta de par en par.

¡Qué-qué-! -Fue todo lo que pudo decir antes de encontrarse completamente dentro del gimnasio.

Se dio la vuelta.

¿¡Qué... Uraraka!? -Gritó-susurró, con los ojos muy abiertos

¡Buena suerte! ¡Ve a hablar con él! -Ella sonrió con el pulgar hacia arriba.

¡No! ¡Él-él está practicando! No puedo molestarlo así...

¡Sé que puedes hacerlo! ¡Cuéntamelo todo más tarde! -Ella sonrió descaradamente.

Hoyuelos - [Bakudeku] | BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora