ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ③
𝚜𝚎𝚐𝚞𝚗𝚍𝚊𝚜 𝚘𝚙𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜
Binna revisaba distintos papeles, varios hospitales habían pedido sus servicios. Ofrecían sueldos realmente elevados pero el no estaba muy interesado por el momento.Un sobre negro sobresalió de entre los demás, se vio tentado a abrirlo observando la invitación para pertenecer al gimnasio donde recién se había inscrito su hermano.
Pensó en declinar la oferta, pero recordó la cara triste de Dooshik cuando Jooha ni él podrían acompañarlo.
Si aceptaba podria estar con el y no se sentiría solo. Estaba pensándolo demasiado que solo pudo distraerse cuando tocaron el timbre.
Se fijó en la mirilla para reconocer la cabellera de Heeseung que era medianamente tapada por una gorra. Suspiro y abrió la puerta.
— ¿Que haces aqui?
— Si hola para ti tambien. — Comenta con sarcasmo.
— Al menos me hubieras avisado, hubiera preparado algo de comer.
— ¿Me llamas muerto de hambre?
— Siempre que vienes a mi casa dices que tienes hambre. — Okey, se humilló solito
— No va a ser necesario porque traje comida. — En sus manos estaban varias bolsas de pollo picante junto a tres botellas de licor.
Inevitablemente su estómago sonó, haciéndolo sentir vergüenza.
— Terminaste tu rodaje. —Evadió el bochornoso momento
— Yep. — Asintió el chico sacando las cajas de pollo y yendo por unos vasos. — Mi personaje se murió.
— ¿Se suponía que debías decirme eso?.
— Nop.
Ambos rieron y Binna se vio obligado a guardas todas aquellas solicitudes para poder tener más espacio libre.
— ¿Aún no consigues empleo?. — Pregunto el Choi sirviendo ambos vasos con alcohol.
— No hay ninguno que me convenza realmente. — Toma una pieza de pollo y la lleva su boca saboreando el picante en su lengua.
Heeseung hizo lo mismo, aunque rápidamente se puso rojo y su garganta sintió ardor. A el no le gustaba el picante pero haría un esfuerzo por Binna.
— Me encontré con el fisioterapeuta que despidieron. — Comenta Binna mirando los ojos del actor con un brillo especial.
Choi no dijo nada pero su corazón, que antes rebosaba de amor, se vio herido al notar aquellos orbes tan preciosos como los diamantes brillar con tal intensidad solo por recordar a alguien ajeno.
Forzó su sonrisa y acarició la palma del Kang, al menos podían quedarse de esta manera un poco más.
Lo deseo.
Pero no lo obtuvo.
Frente a el estaba el dichoso gimnasio habia llegado temprano con la intención de ver a Dan. Ya habían pasado ocho días y el castaño no se comunicaba.
Quizás estaba siendo demasiado insistente, no quiso presionarlo.
— ¿Que haces afuera cara de tubérculo?. — Reconoció la voz de su hermano y el disgusto se hizo presente.
— Maldición, vine temprano para no ver tu horrible cara.
— Ya quisieras tener mi bellísimo rostro. — Se jactó el mayor haciendo enojar a Binna.
— ¿Quien te dijo esa mentira?. — Se burló. — La abuela debe dejar de endulzarte el oído.
— Envidioso.
— Pobreton.
— ¿Ah, sí?. — Peleó Dooshik. — Pues tu eres tonto.
— ¿Ah, si?. — Rebatió Binna. — Pues tu eres facil de dibujar.
La mente del mayor se quedó en blanco y luego estalló en carcajadas al entender su insulto, abrazó los hombros de Binna y se adentraron al gimnasio.
— Quien te pregunto pero ¿por que estas aqui?
— Vine a pedir empleo.
— No aceptes. — Pidió su hermano. — Aquí solamente hay hombres.
— ¡Ugh! ¡¿Es en serio?!
Denle su romance bien hermoso a mi Choi.
ESTÁS LEYENDO
𝐒𝐏𝐀𝐑𝐊𝐒 | ᴊɪɴx
Fanficᴊɪɴx ғᴀɴғɪᴄ 𝓢𝓸𝔂 𝓾𝓷 𝓮𝓷𝓯𝓮𝓻𝓶𝓮𝓻𝓸, 𝓷𝓸 𝓾𝓷 𝓲𝓶𝓪́𝓷 𝓭𝓮 𝓱𝓸𝓶𝓫𝓻𝓮𝓼 ¿𝓿𝓪𝓵𝓮? Donde Dooshik quiere cuidar a su pequeño hermano de las gatas rompehogares. O Donde Binna se ve envuelto en una situación demasiado amorosa que lo marea. ...