𝐒𝐏𝐀𝐑𝐊𝐒 | ᴊɪɴx

⁰⁴. 𝐷𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜𝑧𝑎𝑟 𝑦 𝑝𝑒𝑔𝑎𝑟.

𝓬𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸
𝙳𝚎𝚜𝚝𝚛𝚘𝚣𝚊𝚛 𝚢 𝚙𝚎𝚐𝚊𝚛.

Las miradas se posaban en ambos hermanos, Binna deseo enterrar la cabeza en alguna parte del suelo para poder salir del momento bochornoso que le provocaba la presencia de Doshik.

La situación vista desde afuera era graciosa, el mayor sostenía la camisa de su hermanito mientras este último lo regañaba por pegarse como pulga. Lo que colmó su paciencia fue que ahora abrazaba sus piernas cual niño pequeño.

— ¡Ya suéltame!. — Reclamo el Kang ahorra arrastrando el cuerpo de Doshik. — ¡Voy a llegar tarde!

— ¡NO!

— ¡DOSHIK!. — Intentó apártalo pero lo unico que gano fue caer al suelo aun con el hombre abrazando la extremidad. — ¡Te voy acusar con Jooha!

Antes de que pudieran seguir peleando, alguien carraspea la garganta interrumpiendo su pequeña pelea.

— ¿Ya terminaron?. — Pregunta una voz seria. Ambos miraron hacia arriba encontrándose a un hombre de buen aspecto y cabellera negra.

Lo que mas resalto fue su cuerpo bajo esa camisa de compresión. La estatura abismal junto a ese cuerpo bien trabajado lo hicieron sentir incómodo consigo mismo.

— ¿Seguirán jugando?. — Cuestionó el pelinegro.

— No, en realidad, vine por mi entrevista. — Responde Binna un poco mareado, sus ojos apenas pudieron enfocar a Dan quien se encontraba totalmente rojo mientras respiraba con irregularidad.

Observó los puntos rojos en su cuello y su mirada bajó a su ropa desaliñada.

 — ¿Piensas que estás en condici-?.  — Intenta burlarse el hombre.

 — ¿Me va a entrevistar o no?.  — Interrumpe mientras sus ojos lila lo observan con frialdad la cara del que ahora identificó como Jaekyung.  — Si no es así, no me haga perder el tiempo.

El propio Doshik se vio incrédulo ante el repentino cambio de actitud de su hermano, pensó en todas la posibilidades hasta que cierto recuerdo vino en su mente.

 — Hay un fisioterapeuta en mi hospital.  — Habla con un ligero rubor en las mejillas.

 — Y en todos, piensa panzona.  — Se burla el mayor de ambos ganándose una patada del bajito.

 — Tonto.  — Binna sonríe al ver la mueca de dolor en el.  — Lo que quiero decir es que creo que me gusta.

Oh no.

Era eso.

No se tenía que ser demasiado inteligente como para notar en tipo de encuentros que pudieron tener esos dos, solo faltaba ver la cara de Dan para notar quien era el pasivo.

  — Empecemos la entrevista.  — Habló Joo dándole la espalda para empezar a caminar.

El castaño solo puede mirar hacia abajo, demasiado avergonzado como para mirar al que siempre fue inalcanzable para el.

Estaba a punto de derramar unas cuantas lágrimas cuando sintió el dulce agarre de Binna en su hombro, se había quitado la bufanda para poder colocárselo y tapar esas marcas que cubrían su cuello.

De su bolso sacó un chocolate de etiqueta dorada, el mismo que le dio cuando se reencontraron.

 — Esta bien, Dan.  — Trato de tranquilizarlo dandole una ultima mirada antes de perderse entre los pasillos del gimnasio.  — Nos vemos.

La oficina de Jaekyung era ridículamente grande, tomó asiento frente al escritorio mientras el luchador examinaba sus papeles en movimientos aburridos, como si él no importara.

 — ¿En qué te especializas?.  — Empezó el interrogatorio.

 — Cuidados médico-quirúrgicos, lo dice mi curriculum.

 — Aquí también dice que estudiaste nutrición y tienes un título.  — Comenta viéndolo de reojo.  — ¿Tienes experiencia trabajando con deportistas?

 — Si, puedo implementar dietas adecuadas para ellos a partir de su peso, estatura y tipo de entrenamiento, no tiene que preocuparse.  — Binna nunca lo admitiría pero se sintió poderoso cuando noto el asombro en el rostro del hombre.

Agradeció a Jooha por recomendarle estudiar nutrición después de hacer su servicio.

 — ¿Eres bueno en lo que haces?.  — Cuestionó Joo.

 — Soy exelente en lo que hago.  

 — Empiezas mañana. 

Quiso sonreír ante su inminente victoria pero nada surgió, solo una mueca torcida que dejó una herida en su corazón. Solo abandonó aquella oficina recargándose en una de las paredes para no perder el equilibrio.

— Ah debo avisarle a Heesung que ya conseguí empleo. 

Sus dedos temblaron y apenas pudo sostener mantenerse de pie antes de soltar sollozos mientras sostenía su pecho.

— No es justo Dan, yo estaba primero. 

¿Romance puro y sin decisiones cuestionables?
Esto no es Lovers Rock.