Se tapó la boca con rapidez en un intento de apaciguar su vergüenza cuando todos clavaron su mirada en el.
— Lo siento. — Murmuró bajito acercándose con rapidez a su hermano.
— Si, entonces. — El entrenador habló con algunos papeles en las manos. — ¿Esta dispuesto a unirse al gimnasio?
La mirada dudosa del hombre recayó en su hermano y pareja quienes asintieron en armonía, "eso o yeso", diría Binna.
— Si. — Hablo con desgano firmando la membresía y sacando su cartera para pagar.
La mirada marrón se enfoco en el rostro nervioso del menor de los Kang, parpadeaba mucho y se veía que estaba rígido.
El fisioterapeuta no pudo evitar sonreír con los labios cerrados al ver que no había cambiado sus hábitos para nada.
Le hacia honor a su nombre, no importaba el momento o el lugar. Binna Kang brillaba más que un millón de estrellas.
Ojalá hubiera sido más valiente en ese entonces. Ojalá hubiera tenido más dinero. Ojalá no estuviera envuelto en todo este desastre.
— Eso es todo. — Dijo el entrenador en voz alta sacando de su ensoñación a Kim. — Puedes iniciar desde mañana si te sientes cómodo, le recomiendo venir en ayunas.
El rostro de Dooshik se puso pálido.
— ¿No comida?. — Pregunto mirando a Jooha.
— No, ayuno.
Y antes de que pudiera hacer algo las manos de Jooha rodearon su rostro regalandole una sonrisa amorosa que lo hicieron perderse en sus ojos.
Bueno ya se le había olvidado que iba hacer.
— Les agradecemos su tiempo. — Hablo el menor de los Kang inclinándose en una reverencia.
Los demás presentes hicieron lo mismo retomando su camino. Sin embargo un ligero jalón en la bata del fisioterapeuta lo hicieron detenerse.
Bajo la mirada encontrándose con el timido rostro de Binna.
— Kim Dan. — Susurro esta vez de forma más suave y dulce, realmente dulce.
El rostro de Dan se torno carmesí, esto era como un deja vu, y le encantaba.
— Me alegra verte. — Le sonrió y nunca estuvo más feliz de ver una sonrisa ajena. Su estómago sintió aquellas "mariposas" volando por doquier, sus manos sudaban y seguramente estaba rígido, pero le era imposible controlarlo.
— A-A mi tambien. — Apenas pudo pronunciar sintiéndose un poco estúpido cuando la mirada confundida del chico se achino junto a la comisura de sus labios.
— ¡Binna!. — Escucho gritar a su hermano y no pudo evitar carcajearse. — Como en los viejos tiempos ¿no?.
— Al menos esta vez una señora no le aventó sus estudios médicos por que no la dejaba dormir.
Las risas de ambos se combinaron y reemplazaron el silencio. Las miradas cómplices y los pequeños destellos de felicidad alteraron el corazón de Dan.
— Nos vemos. — Se despidió tomando las manos del contrario dejando un pequeño dulce y un papelito.
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ᴇsᴘᴇʀᴏ ᴠᴏʟᴠᴇʀ ᴀ ᴠᴇʀᴛᴇ.
— ʙɪɴɴᴀ¡Nueva sección: Preguntas!
— Jaekyung ¿Qué es lo más importante para ti?
— Ganar.
— Lo típico de un campeón mundial.
— Y luego que Binna me felicite con una mamad-
— ¡Corten!
Ush. Exceso de azúcar, me veo en la obligación de arruinarle la vida a alguno de los otros y Hikari me esta haciendo ojitos.
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𝐒𝐏𝐀𝐑𝐊𝐒 | ᴊɪɴx
Fanficᴊɪɴx ғᴀɴғɪᴄ 𝓢𝓸𝔂 𝓾𝓷 𝓮𝓷𝓯𝓮𝓻𝓶𝓮𝓻𝓸, 𝓷𝓸 𝓾𝓷 𝓲𝓶𝓪́𝓷 𝓭𝓮 𝓱𝓸𝓶𝓫𝓻𝓮𝓼 ¿𝓿𝓪𝓵𝓮? Donde Dooshik quiere cuidar a su pequeño hermano de las gatas rompehogares. O Donde Binna se ve envuelto en una situación demasiado amorosa que lo marea. ...