Era de noche cuando Jimin logró convencer de ir a Jungkook a un bar cerca de donde vivía después de una gran jornada de trabajo. Ahora se encontraban sentado en una de las esquinas del lugar, esperando a que su primera ronda de alcohol llegara hasta su lugar y comenzar con la noche.—Realmente no sé como me convenciste en venir.—Habló Jungkook mientras observaba el lugar con pavor, como si las personas ahí fueran grandes y temibles monstruos o el alcohol fuera ácido.
—Por favor, no es como si te hubiera traído a un lugar demasiado exótico, solo relájate y deja que el alcohol inunde tu sistema para ver si así consigues relajarte un poco.—Sonrió y señaló al otro lado del bar, donde estaban dos personas en un karaoke mientras en sus manos llevaban de botellas de vidrio y brindaban al compás de la canción.—Nosotros estaremos ahí.
—¿¡Qué!?—Pegó el grito en el cielo, haciendo que los de alrededor voltearan a verlos cuestionables.
—¿A poco jamás te llamó la atención hacer karaoke en un bar? ¿O jamás cantaste a todo pulmón en casa sola? ¿O siquiera en la ducha?
Sí.—No, jamás.
Jimin lo miró con expresión de sorpresa, pero asintió en comprensión. —Bueno, entonces... Cuéntame de algo que siempre te apasionó por experimentar de niño y que aún no lo has logrado.
Un amor como el de mis padres... Enamorarme y no salir lastimado. —Nunca anhelé nada, solo cumplir con mi rol en la empresa de mi padre.
—Eso está bien, en mi caso siempre soñé embarcarme en un mar de aventuras. Siempre me gustó descubrir nuevos lugares y conocer sus historias, soy fiel a que tanto cada persona tiene una historia para contar, los lugares también lo tienen, ¿Cuál es tu historia, Jungkook?—La última pregunta lo hizo con ademán de bromear, pero solo provocó más tensión sobre los hombros del mencionado.—Hey, solo lo dije jugando, no tienes porqué resguardarte de mi.
La mesera llevó la ronda que Jimin se había encargado de pedir y observó la expresión de sorpresa y miedo de Jungkook cuando dejó la orden y se fue.
—Entonces, brindemos por nuevas experiencias, disfruta mientras que yo me encargo de que todo salga bien.—El mayor mencionó elevando el primer vasito y lo empinó en su boca, provocando un ardor en su garganta al tragar.
Y sin más, Jungkook siguió sus mismas acciones.
—¡Girls, girls just wanna have fun!—Jimin cantaba sobre el micrófono mientras leía la letra sobre la pantalla y hacía gritar a su pequeño público de espectadores.
Para ese momento, Jungkook cubría su rostro con sus manos y sonreía cuando Jimin lo señalaba y le indicaba que fuera a cantar con él, pero solo negaba divertido. No podía negar que estaba pasando una buena noche desde que Jimin se atrevió a subir a la tarima y abarcar el karaoke para él solo, luciendo sus dotes de canto y ganándose un público encantador.
ESTÁS LEYENDO
Boy of my dreams | km ♡
Roman d'amourDespués de su última relación fallida, Jungkook tiene que luchar con todas sus inseguridades que salen a flote y coloca una barrera para no permitir que nadie se acerque a él, de esa manera evitar salir lastimado nuevamente. ¿Qué pasa cuando en una...