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Dormir con un bebé inquieto siempre pasa factura al siguiente día.

Eran las ocho y cuarenta de la mañana y la familia Kingston ya se encontraba despierta para comenzar con su día y todo el ajetreado itinerario que debían cumplir.

-Duerme como si trabajará.-Bastián achicó sus ojos. Sentado en la punta de la cama amarrando sus tenis miró en dirección al bonito bebé que todavía seguía durmiendo ahora acaparando casi la mitad de la enredada cama.

Eli dormía tranquilito boca abajo con sus piernas y brazos estirados , parecía una estrella adorable y desparramada en aquel nido de sábanas.

Nadie pensaría que aquel angelito fuera el causante de sus ojeras y la razón por la que se tomó una taza de café entera y recargada.

Ian solo rodó los ojos, dándole un suave golpe en la cabeza a su esposo, se acercó a su bebé, acostándose a su lado para despertarlo.

-Te voy a denunciar por maltrato intrafamiliar-Ian escucho decir a su esposo, que se quejaba dramáticamente sobando su cabeza- y por favoritismo a un bebé flojo y dormilón.

Era difícil no burlarse, mucho menos con la gran estatura y cuerpo de Bastián, un alfa serio y dominante que se volvía nada a la hora de estar con su familia.

-Eli...-Ian ignoro las burlas y quejas de su esposo. Tomando el trabajo de despertar a su hijo - Eli, abre esos ojitos mon soleil~.

-Sigue pensando que te va a hacer caso-Bastián se cruzo de brazos, levantándose de la cama para peinarse frente al espejo- estoy seguro que ya se despertó y solo te está ignorando.- se burló, mirándolos por el reflejo del espejo del armario.

Bueno, ni tan mentira es.

Elio no pudo evitar soltar quejidos adormilado. ¡Su papi siempre le arruinaba su actuación, que malo es!.

Abriendo perezosamente sus ojitos, arrugó su cara cuando fue levantado por su mamá, dejando caer su cabecita en su hombro, hizo el vago intento de volver a dormir, por un momento se sintió victorioso, su mami no se había interpuesto en su afanado sueño.

Pero como siempre, no duró mucho, puesto que unos minutos después, sintió un poco de agua en su carita, seguido de la mano de su mami intentando limpiar sus ojitos.

Su labio tembló, listo para comenzar con el primer llanto del día.

-Amor, solo es agua- su mami le dijo sobre el llanto que ya había iniciado- ni siquiera te he bañado, deja que mamá te limpie la carita, cariño.

¡No!, ¡eso era un rotundo no!, el no quería limpiar ni su colita ni su carita, ¡el solo quería dormir!.

¿Por qué nunca lo dejaban dormir?, ¡tenía todo el derecho de quejarse!.

-¿Ahora por qué llora?- la puerta del baño fue abierta por su papá e inmediatamente Eli encontró una salida en él.

Si le hacía caritas a su papá de seguro se saldría con la suya, su papi alfa era el que menos se resistía ante el.

Tenía que jugar las cartas a su favor.

-No quiere bañarse-Ian respondió soltando un suspiro, las mañanas siempre eran pesadas. Había establecido una rutina, le revisaba el pañal a su bebé, luego le lavaba la carita para despertarlo un poco y por último lo bañaba.

Eli no había puesto alguna objeción, por supuesto, de vez en cuando soltaba uno que otro lloriqueo, algo normal y pasajero. Pero hoy parecía ser un día en que su Elio no quería colaborar.

Bastián se recostó en el marco de la puerta, mirando a sus dos amores y luego a su rolex.

-¿Ayer no lo bañaste un poco tarde, Ian?-Bastián le preguntó, luego de unos minutos de silencio.

Cachorrito Perdido - ABDLWhere stories live. Discover now