1er pedazo de una ocurrencia

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-¿Qué haces sola aquí arriba?- JiEun dio un respingo que bastó para sacarle un pequeño chillido.

JungKook se carcajeó ante eso pasando a sentarse con mucho cuidado a su lado en aquella piedra resbalosa del río. Ella lo miró de reojo negándose a responderle, no le gusta que la asusten (todo saben que es un gato miedoso) y aún así, JungKook siempre lo hace.

Él suspiró juntando sus manos sobre su regazo y moviendo sus pies de manera inquieta.

-¿Por qué no fuiste con los demás?

-Porque quería un momento de paz.-contestó ella, y luego lo miró con una mueca. -pero contigo es imposible.

-Actúas como si no te gustara... -sonrió malicioso, haciéndola chasquear la lengua y mirar hacia otro lado.

No pudo negar eso.

-Te escuchas muy seguro. -JiEun se cruzó de brazos.

-Bueno, yo no fui quien se confesó ayer diciendo que no pudo tener una buena cita porque no dejaba de pensar en mi. -volvía a molestar con eso. La chica rodó los ojos y se giró hacia él.

-Oye, me parece que estás entendiendo mal las cosas, señor Jeon. -JungKook alzó una ceja con diversión y se dispuso a escuchar su argumento.- Que te lo haya dicho no quiere decir que sea algo bueno, pudo haber sido que no dejaba de pensar en lo odioso que eres. -señaló.

-¿Segura?

A JiEun la volvía un manojo de nervios esa pregunta siempre y cuando fuera proveniente de esa persona, la manera y el tono de voz que JungKook usaba la descolocaba por completo.

-Pues me gustaría decirte que a mi parecer... -comenzó él, acercándose solo un poco.- fue todo lo contrario. -dijo bajo, lo suficiente para escucharlo solo ella. JiEun lo miró a los ojos perdiéndose en ellos por completo.- no dejabas de pensar en mi porque deseabas que fuera yo quien te hubiese llevado a la cita, ¿no es así?

-Estás loco. -fue lo único que se le ocurrió decir a ella sintiéndose de pronto acorralada. Se rió en su cara.- ¿eso quisieras?

-¿Fantaseaste conmigo, JiEun?

-Deja de preguntarme cosas. -y aquella fastidiosa sonrisa no se borraba de su cara.

Ella sabía que estaba sonrojada, podía sentirlo, pero odiaba darle la razón a JungKook con sus propias palabras. Odiaba que le preguntara cosas porque la ponían muy nerviosa y pensaba que la situación ya no estaría a su alcance para controlarla.

Odiaba que JungKook tuviera las riendas.

Pero muy en el fondo aquello le gustaba.

-¿Por qué? ¿te cuesta admitir que me estás queriendo? -preguntó, JiEun apretó sus puños con su corazón acelerando a más no poder.- puedo ayudarte con eso.

-Ni se te ocurra.

La advertencia fue en vano, JungKook se acercó en un ágil movimiento y la besó en la mejilla, depositó un beso muy sonoro que la hizo erizarse de pies a cabeza. El chasquido resonó en los oídos de JiEun que se mantuvo estática en todos los milisegundos de ese momento.

Jeon se separó despacio viéndola enrojecer, ella no era la única que su corazón iba a tan rápido.

-Demándame.

JiEun respiró otra vez mirándolo con enojo, y queriendo cobrárselo lo empujó por su espalda al agua, JungKook cayó provocando un gran chapoteo que salpicó agua por todos lados, incluso a ella que no se había metido aún al río.

-Aish, Jeon JungKook... -se miró su camiseta lila un poco empapada. La estaba usando por encima de su trusa, se supone que no debía mojarse pero ni en un intento de librarse de quien le había hecho acalorar el rostro dejaba de provocarle problemas.

JungKook salió del agua soplando su nariz y pasándose ambas manos por la cara, sí, él tampoco se había mojado antes. Se llevó el cabello negro hacia atrás para poder mirar mejor a la criminal sentada en lo alto de la roca.

-¡Yah, JiEun! -llamó, y no se le escuchaba contento. Ella lo observa y se reprime una risa al ver su expresión de furia, más que miedo daba ternura.

-¡Siete puntos por ese clavado, Jeon! -aplaudió.- yo me largo de aquí.

Ella comenzó a pararse con mucho cuidado de no resbalar.

-¡Ah, no, no puedes! -JungKook miró alrededor buscando algo y se miró a sí mismo, quitándose su camiseta blanca rápidamente. Ella lo miró.

-¡¿Qué estás haciendo?!

-¡¿A dónde vas?!

-¡¿Que te importa?!

-¡Si te vas me voy a desnudar aquí! -amenazó, ya tenía su camiseta en su mano. Ella rió amargo pasándose una mano por el cabello.

-¡Pues ese será tu problema, déjame en paz! -volvió a lo suyo, tratar de irse sin tener un accidente.

JungKook chasqueó la lengua y dio un manotazo en el agua, notó que ahora ella estaba dando la vuelta de espaldas a él y la camiseta que traía no tapaba nada que su trusa cubriera. Entró en pánico y miró alrededor, cuando vio que venían más personas y entre ellos, hombres, se giró hacia ella.

-¡Oye, oye, oye, JiEun no hagas eso! -estaba sonrojado.

-¡¿Hacer qué ahora?! ¡¿dejarte?! -ella estaba tan concentrada en no resbalar que ni siquiera sé había dado cuenta de que le estaba dando el culo a por la libre.

En un acto de desesperación JungKook lanzó su camiseta tratando de taparla cuando las personas de la bicicleta acuática pasaban por detrás de él.

-¡Ay! -JiEun se quejó por el golpe y quiso voltear para reclamarle pero resbaló, y a puros chillidos terminó cayendo al agua también.

Y su clavado si sonó feo.

-¡JiEun! -JungKook gritó aterrorizado, no perdió tiempo y nadó hasta ella, ahora salía del agua con todo el cabello mojado cubriendo su cara.

Las personas de la bicicleta acuática se rieron del tablazo en vivo y siguieron con su camino.

-Demonios... -se quejó del dolor que le provocó la caída, escupió y se retiró el cabello de la frente para limpiar su cara. JungKook llegó hasta ella y le sujetó por los hombros.

-¿Estás bien?

-Estoy algo mareada... -ladeo la cabeza tratando de recuperar sus sentidos y se sostuvo del pecho de su amigo, necesitaba estabilizarse primero.

-Perdón, no era mi intención que te cayeras, intentaba protegerte. -se disculpó el chico sinceramente. Ella lo miró y el bajó la vista avergonzado sin dejar de sostenerla.- perdón.

-Voy a levantar tu primera demanda, Jeon JungKook.

Para cuando volvió a verla ya ella había pasado una de sus manos por su cuello y ahora pegaba sus labios a los suyos dando lugar a un beso, lo tomó desprevenido, pero al notar que de verdad estaba pasando y ella se veía muy cómoda con esto, envolvió sus brazos alrededor de su cintura para ponerla más cerca en lo que ella hacía lo mismo con su cuello. Fue un beso mojado, en el sentido literal.

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Escrito 8/1/24


Pedazos De Cosas Que EscriboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora